Energ¨ªa que se convierta en refugio

Aunque las personas refugiadas ya no aparezcan en las portadas, seguimos viviendo una de las mayores crisis humanitarias de la historia reciente. Las personas que se ven obligadas a huir contin¨²an llegando por miles a nuestras costas y fronteras. Mientras la indiferencia institucional sigue hacinando a la mayor¨ªa de ellas en campamentos mal preparados, cuando no abandon¨¢ndolas directamente en pa¨ªses donde se vulneran de forma sistem¨¢tica los derechos humanos.

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Nos puede la urgencia, la sensaci¨®n de improvisaci¨®n y saturaci¨®n de los escasos recursos previstos, la necesidad de una pedagog¨ªa expr¨¦s frente a la creciente ola xen¨®foba que se propaga por Europa. A veces, en medio de todas estas emergencias, pensamos que ojal¨¢ se hubieran adoptado medidas antes para evitar esta situaci¨®n.

Si este escenario es complejo, el que viene es abrumador. Y por suerte este s¨ª se puede prever con una precisi¨®n cient¨ªfica, sin opiniones o sospechas. Se trata del que vivir¨¢n las personas desplazadas forzosamente a causa de los efectos del cambio clim¨¢tico, que se calcula ascender¨¢n a los 200 millones de personas en todo el mundo para el a?o 2050. Solo el pasado 2016 ya fueron en torno a 25 millones de desplazados clim¨¢ticos, casi 50 personas desplazadas por minuto.

Habr¨¢ 200 millones de desplazados forzosos en el mundo en 2050 a causa del cambio clim¨¢tico

Son las llamadas refugiadas y refugiados clim¨¢ticos o desplazadas y desplazados forzosos a causa del modelo energ¨¦tico, aunque esta figura a¨²n no est¨¢ recogida jur¨ªdicamente por las instituciones internacionales, lo que dificulta tanto su acogida como el c¨¢lculo de las dimensiones reales del problema (las estimaciones siempre son a la baja). Una realidad ya presente pero a¨²n no suficientemente tenida en cuenta y que, a buen seguro, ser¨¢ uno de los factores determinantes de la geopol¨ªtica global de las pr¨®ximas d¨¦cadas.

Sin embargo, desafortunadamente cuando hablamos del clima sigue pareciendo que es una realidad ajena al ser humano y sobre la que no tenemos mucho control. Pensamos en refugio clim¨¢tico y en seguida nos vienen a la mente personas huyendo de terremotos, huracanes o cualquier otra cat¨¢strofe que, en el imaginario colectivo, son irremediables. Y no. Cuando hablamos de cambio clim¨¢tico, y por tanto de personas desplazadas por su causa, hablamos de los efectos que nuestras acciones est¨¢n teniendo sobre el clima. Todos los desplazados clim¨¢ticos lo son a causa de la acci¨®n devastadora del ser humano sobre el medioambiente y la ¨²ltima causa de esa devastaci¨®n es la misma realidad que lo engloba todo: el modelo energ¨¦tico sobre el que se asienta nuestro sistema.

Este modelo energ¨¦tico es responsable del cambio clim¨¢tico pero tambi¨¦n de otros grandes motivos que llevan a las personas a abandonar sus tierras forzosamente. Motivos como los conflictos b¨¦licos derivados de la pugna por materias primas energ¨¦ticas, la construcci¨®n de infraestructuras energ¨¦ticas por parte de grandes multinacionales que desplazan a las comunidades locales. Tambi¨¦n la contaminaci¨®n ambiental generada tanto por la quema de combustibles f¨®siles como por la gesti¨®n de residuos nucleares, con graves peligros de accidentes como los acontecidos en Chern¨®bil o, m¨¢s recientemente, Fukushima.

Podr¨ªamos hablar entonces, desde esta nueva perspectiva, de refugio y energ¨ªa¨C o personas desplazadas forzosamente a causa del modelo energ¨¦tico¨C como un paradigma m¨¢s acertado que no solo engloba a las v¨ªctimas directas del cambio clim¨¢tico sino tambi¨¦n a todas aquellas sin contabilizar a causa de los anteriores motivos. Un paradigma que se?ala directamente a nuestra responsabilidad tanto en las consecuencias como, muy especialmente, en las causas, al trazar la l¨ªnea que existe entre nuestros usos cotidianos de la energ¨ªa y las repercusiones globales que conllevan.

Pero, como dec¨ªamos, afortunadamente hoy ya es posible prever a d¨®nde nos lleva este camino y, sobre todo, qu¨¦ tenemos que hacer para evitarlo. Desde esa perspectiva ecooo y CEAR se ha decidido lanzar la campa?a ¡®Enciende Refugio¡¯ que a¨²ne la causa de las personas refugiadas con la de las energ¨ªas renovables, entendiendo las profundas vinculaciones que existen entre ambas y la coherencia de hacerlo de este modo.

La propuesta es sencilla: las personas interesadas pueden participar en la campa?a invirtiendo sus ahorros en una planta solar fotovoltaica, socializada por ecooo y que vende su producci¨®n a la red el¨¦ctrica, convirti¨¦ndose en productoras de energ¨ªa limpia de manera colectiva. Parte de los ingresos de la venta de la electricidad se destinar¨¢n a CEAR, a fin de que disponga de recursos econ¨®micos para seguir haciendo campa?as de concienciaci¨®n en esta urgencia humanitaria.

De este modo, no solo se estar¨¢n abordando las consecuencias de la crisis humanitaria que sufren las personas refugiadas a trav¨¦s del trabajo de CEAR, sino que adem¨¢s se estar¨¢ actuando de manera directa frente a los pr¨®ximos desplazamientos forzados que est¨¢n fragu¨¢ndose ahora. Est¨¢ en nuestra mano no tener que volver a decirnos ¡°ojal¨¢ hubi¨¦ramos podido prever todo esto¡±. Hagamos de nuestro consumo y de nuestros usos de la energ¨ªa una herramienta transformadora.

Estrella Gal¨¢n es secretaria general de la organizaci¨®n CEAR. Miguel ?ngel V¨¢zquez es parte del equipo de ecooo Revoluci¨®n Solar.