Ocho millones de personas olvidadas
Cada a?o se producen miles de casos nuevos de chagas y m¨¢s del 90% de ellos siguen sin poder acceder al tratamiento
Imagina un mundo en el que una de cada seis personas padeciera una enfermedad potencialmente mortal. Una afecci¨®n sin s¨ªntomas aparentes, silenciosa, pero que puede provocar una muerte s¨²bita. Ahora imagina que, a pesar de que existe un tratamiento para la misma desde hace d¨¦cadas, ninguna empresa estuviera interesada en producirlo por afectar a poblaciones de pa¨ªses con escasos recursos, sin inter¨¦s comercial.?
Aunque suena a pel¨ªcula de terror, esta es la situaci¨®n de quienes sufren enfermedades desatendidas. Tambi¨¦n lo era para los ocho millones de afectados por la enfermedad de Chagas en el a?o 2011, cuando el mundo fue testigo del desabastecimiento del ¨²nico medicamento capaz de frenar sus efectos.
El mal de Chagas, originario de Latinoam¨¦rica, fue descubierto hace m¨¢s de un siglo. Se transmite por la picadura del insecto vector llamado vinchuca, que porta el par¨¢sito protozoo Trypanosoma Cruzi. El chagas es una de las 20 enfermedades tropicales desatendidas, denominadas as¨ª por la OMS porque no se encuentran entre las prioridades de las agendas de salud global de los gobiernos, a pesar de tener un gran impacto en la poblaci¨®n. Y durante aquel a?o 2011, cerca de ocho millones de personas portadoras de la afecci¨®n no accedieron al tratamiento.
Este agujero en la producci¨®n del medicamento provoc¨® que el Ministerio de Salud argentino, quien se enfrentaba a m¨¢s de mill¨®n y medio de afectados en su territorio, convocara un consorcio con la industria farmac¨¦utica para hacer frente al problema. Fue entonces cuando la fundaci¨®n Mundo Sano asumi¨® la tarea de impulsar la producci¨®n del Benznidazol para hacer accesible a todos los necesitados un medicamento que tratara la afecci¨®n.
Estados Unidos acaba de aprobar un medicamento para tratar ni?os de 2 a 12 a?os de edad con chagas
Apenas seis a?os despu¨¦s, Mundo Sano trabaja en el compromiso firme de facilitar acceso gratuito al diagn¨®stico y tratamiento. En esta labor nos acompa?an DNDi y Chemo. El chagas ha dejado de afectar ¨²nicamente a pa¨ªses latinoamericanos, sino que se ha convertido en un problema de salud p¨²blica en zonas no end¨¦micas de Europa, Estados Unidos, Australia y Jap¨®n. Actualmente, existen 25 millones de personas en riesgo de contraer la enfermedad. Y, aunque se cuenta con herramientas para combatirlo, la gran mayor¨ªa de los pacientes en todo el mundo siguen sin tener acceso al tratamiento.
Recientemente vivimos grandes novedades que han supuesto un hito para la lucha contra el chagas. Estados Unidos acaba de aprobar un medicamento para tratar ni?os de dos a 12 a?os de edad. La agencia FDA ha registrado el Benznidazol para su comercializaci¨®n pedi¨¢trica en el pa¨ªs. Se trata del pa¨ªs no end¨¦mico con mayor n¨²mero de afectados por la enfermedad (se estiman unas 300.000 personas).
El informe publicado por recientemente por ISGlobal sobre la aportaci¨®n de Espa?a al chagas es un ejemplo de c¨®mo, uniendo esfuerzos entre todos los actores involucrados, es posible generar un cambio contundente donde se reduzcan la cantidad de fallecimientos. Seg¨²n dicha publicaci¨®n, el n¨²mero de muertos al a?o en los a?os 80 fue de 45.000, mientras que en el a?o 2015 se consigui¨® reducir a 7.000. El n¨²mero de personas infectadas por el par¨¢sito tambi¨¦n se merm¨® tras los esfuerzos internacionales, pasando de 30 millones en la d¨¦cada de los 90 a alrededor de siete, en 2015.
Pese a estos avances, los retos a los que se enfrenta el mundo no son triviales: cada a?o se producen miles de casos nuevos de chagas y m¨¢s del 90% de ellos siguen sin poder acceder al tratamiento. Protocolizar el control de la transmisi¨®n en ¨¢reas no end¨¦micas vigilando, por ejemplo, la salud de la mujer en edad f¨¦rtil; compartir y aumentar la evidencia cient¨ªfica en torno a la enfermedad; aportar luz sobre lagunas de conocimiento; y la colaboraci¨®n entre organizaciones y gobiernos locales son algunos de los desaf¨ªos ante los que nos encontramos si queremos evitar miles de muertes. Tenemos soluci¨®n ante este problema. La verdadera pregunta es: ?Sabremos coordinarnos y cooperar con cada pa¨ªs para lograr el control y la eliminaci¨®n del chagas?
Ana Arbex Abollado es responsable de Comunicaci¨®n de la Fundaci¨®n Mundo Sano.
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