Los cient¨ªficos de ¨¦lite que no pueden comprar ni sillas
El mejor centro de investigaci¨®n del c¨¢ncer de Espa?a se paraliza por la fiscalizaci¨®n extrema de sus gastos y por un embrollo legal que ha puesto a decenas de cient¨ªficos de ¨¦lite con un pie en la calle
"Ahora que hab¨ªamos ense?ado al burro a no comer, va y se nos muere". El bioqu¨ªmico ?scar Fern¨¢ndez Capetillo recuerda el chiste para dibujar el posible futuro de la ciencia espa?ola. El cient¨ªfico, nacido en Bilbao en 1974, ha sido elegido por la prestigiosa revista Cell como uno de los m¨¢s prometedores del mundo, por sus trabajos sobre el c¨¢ncer y el envejecimiento. Y es vicepresidente cient¨ªfico del Centro Nacional de Investigaciones Oncol¨®gicas (CNIO), el quinto mejor del planeta en el estudio del c¨¢ncer. Pero el burro, alerta, se muere.
¡°El CNIO es un p¨¢jaro que echaba a volar y lo han metido en una jaula¡±, sostiene. El organismo fue inaugurado en 2003 como ¡°la mayor apuesta por la investigaci¨®n biom¨¦dica en la historia de Espa?a¡±, en palabras del entonces presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Nac¨ªa con el objetivo de atraer talento internacional y con un modelo flexible de contrataci¨®n, muy alejado del funcionamiento anquilosado del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC).
¡°Ese es el aut¨¦ntico lastre de la ciencia espa?ola: que est¨¢ intervenida de facto por Hacienda", lamenta el bioqu¨ªmico ?scar Fern¨¢ndez Capetillo
¡°Cuando se inaugur¨®, el CNIO quer¨ªa escapar del modelo funcionarial, pero esa idea muri¨® hace mucho. Tuvimos la ilusi¨®n de que hab¨ªa meritocracia, al estilo de los centros cient¨ªficos de EE UU: pod¨ªas contratar, despedir si se hac¨ªa mal, cobrar m¨¢s en funci¨®n de tus m¨¦ritos. Ahora todo es muy dif¨ªcil¡±, lamenta Fern¨¢ndez Capetillo.
¡°Ese es el aut¨¦ntico lastre de la ciencia espa?ola: que est¨¢ intervenida de facto por Hacienda. He tenido problemas hasta para poder comprar sillas, porque los proyectos no indican expl¨ªcitamente que necesitemos el concepto sillas¡±, se?ala el bioqu¨ªmico. ¡°La burocratizaci¨®n es tremenda y hace que todo se ralentice. Si un pedido de material llegaba antes en dos semanas, ahora llega en tres meses¡±, incide Giovanna Roncador, una bi¨®loga italiana de 50 a?os que dirige la Unidad de Anticuerpos Monoclonales. Sus pedidos retrasados consisten en material para investigar mol¨¦culas para el diagn¨®stico del c¨¢ncer.
El CNIO, dependiente del Ministerio de Econom¨ªa, es ahora un s¨ªmbolo del maltrato generalizado a la ciencia en Espa?a. Pese a ser un referente mundial, el centro no puede hacer contratos indefinidos desde 2012, a causa de las medidas de austeridad impuestas en el sector p¨²blico por el Gobierno de Mariano Rajoy. Y desde este verano, por una pol¨¦mica interpretaci¨®n de la Ley de Presupuestos Generales de 2017, tampoco ha podido realizar contratos temporales de m¨¢s de tres a?os ni concatenarlos.
Hasta 80 trabajadores del CNIO se han visto con un pie en la calle por un kafkiano barullo legal
En una situaci¨®n kafkiana, 80 trabajadores del centro se vieron en septiembre con un pie en la calle. La direcci¨®n del CNIO y la secretar¨ªa de Estado de I+D+i intentaron varias soluciones durante meses pero, a comienzos de esta semana, 46 de los 450 trabajadores del centro segu¨ªan amenazados por la imposibilidad de renovarles el contrato.
En la sede del CNIO, en Madrid, este mismo martes hab¨ªa carteles por todas partes con la cuenta atr¨¢s: ¡°Nos quedan 18 d¨ªas¡±. La bi¨®loga Anna Gonz¨¢lez Neira se?alaba dos sillas vac¨ªas en su laboratorio: ¡°Estas dos compa?eras est¨¢n de baja por maternidad. Si no hay soluci¨®n, el 31 de diciembre se ir¨¢n a la calle¡±, explicaba.
¡°De mis cinco t¨¦cnicos, cuatro se tendr¨ªan que ir. Mi unidad se disolver¨ªa¡±, detallaba. La cient¨ªfica, nacida en Londres en 1971, dirige desde 2004 la Unidad de Genotipado Humano, volcada en identificar factores gen¨¦ticos que expliquen la eficacia o el fracaso de un f¨¢rmaco antitumoral en un paciente. ¡°Lo de los contratos es criminal¡±, confirma la bioqu¨ªmica Sagrario Ortega, responsable de uno de los pilares del centro: la Unidad de Ratones Transg¨¦nicos.
En el CNIO hay cient¨ªficos de ¨¦lite que llevan m¨¢s de 10 a?os empalmando contratos temporales
Ortega, con un equipo de cuatro personas, perder¨ªa a una de ellas, Estefan¨ªa Ayala, madrile?a de 23 a?os. La joven empez¨® de cero y ahora es una experta en modificar genomas de roedores para crear modelos de tumores humanos. ¡°Me llevar¨ªa dos a?os entrenar de nuevo a alguien¡±, explica la bioqu¨ªmica. ¡°Necesitamos a gente muy experimentada. No podemos formar dos o tres a?os a una persona y que luego se vaya porque no podemos hacerla indefinida¡±, apunta Diego Meg¨ªas, jefe de la Unidad de Microscop¨ªa Confocal. ¡°Perder este capital humano se carga el centro¡±.
¡°El tema de la no renovaci¨®n de contratos me preocupa much¨ªsimo. Es una barbaridad y conf¨ªo en que haya una soluci¨®n, porque no nos cabe otra cosa en la cabeza¡±, declar¨® el lunes la directora del CNIO, Mar¨ªa Blasco, en una comparecencia en el Congreso de los Diputados para explicar la desesperada situaci¨®n del centro.
El mi¨¦rcoles, lleg¨® la esperanza. La gerencia del CNIO comunic¨® a la plantilla que exist¨ªa ¡°la promesa¡± de los ministerios de Hacienda y Econom¨ªa de permitir ciertas concatenaciones y de estabilizar al 90% de los trabajadores temporales con m¨¢s de tres a?os de antig¨¹edad. El jueves, Anna Gonz¨¢lez Neira se mostraba optimista: ¡°Creo que este problema est¨¢ resuelto¡±.
"Estamos malogrando la mejor generaci¨®n de cient¨ªficos que hemos tenido en la historia de este pa¨ªs", afirma el investigador Francisco Real
La bi¨®loga molecular Elena G¨®mez Casero es una de las personas que lleva meses trabajando con la espada de Damocles en el cuello. Investiga f¨¢rmacos experimentales contra el c¨¢ncer. Y lleva 11 a?os y medio empalmando contratos temporales en el CNIO. ¡°No es un problema de dinero, es un problema burocr¨¢tico, que es m¨¢s triste¡±, expone.
Los presupuestos para ciencia en Espa?a se han desplomado un 30% desde 2009, pero en el CNIO han ca¨ªdo solamente un 5%. ¡°No solo se trata de dinero¡±, insisti¨® la directora en el Congreso. Blasco lamenta que ¡°la gesti¨®n del CNIO sea cada vez m¨¢s r¨ªgida¡±. Ante los diputados, expuso su ¡°carta a los reyes magos¡±: aumentar los presupuestos, descongelar la masa salarial para poder atraer a los mejores, permitir la firma de contratos indefinidos y relajar la ¡°fiscalizaci¨®n muy extrema¡± de los gastos de los investigadores.
¡°Hay un mont¨®n de circunstancias que nos hacen pensar que no existe un compromiso real por la ciencia en este pa¨ªs. Aunque el problema de la renovaci¨®n de contratos se resuelva, el da?o ya est¨¢ hecho. El da?o es a la moral de los que hacemos ciencia¡±, opina Francisco Real, l¨ªder de un grupo dedicado a entender los mecanismos del c¨¢ncer de p¨¢ncreas. ¡°Estamos malogrando la mejor generaci¨®n de cient¨ªficos que hemos tenido en la historia de este pa¨ªs. Su horizonte es pat¨¦tico¡±, zanja.
?Tienes m¨¢s informaci¨®n sobre este caso u otros similares? Escr¨ªbenos a manuel@esmateria.com
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