Francia quiere estudiantes desconectados (al menos en el colegio)

Es una escena que se repite en colegios de todo el mundo: adolescentes y hasta ni?os pegados a sus tel¨¦fonos m¨®viles como si de ello dependiera su vida. Una imagen que el ministro de Educaci¨®n franc¨¦s, Jean-Michel Blanquer, quiere cambiar a partir del curso 2018-2019. No pasa nada, afirma, por estar un rato desconectado. Sobre todo en horario lectivo. Incluso, ha subrayado, ¡°es bueno que los ni?os no est¨¦n demasiado, o nada de nada, delante de una pantalla antes de los siete a?os¡±. Una cuesti¨®n de ¡°salud p¨²blica¡±, insiste. Aunque ya hay l¨ªmites al uso y disfrute de los m¨®viles en recintos escolares, la noticia ha resultado chocante para m¨¢s de uno en la era de la hiperconectividad. Pero no en Francia, al menos no en el Gobierno. Seg¨²n ha adelantado Blanquer, el ejecutivo de Emmanuel Macron ¡ªque ya lo anunci¨® en campa?a¡ª est¨¢ buscando la forma de prohibir totalmente el uso de tel¨¦fonos m¨®viles en centros de primaria y secundaria del pa¨ªs. Es, desde hace d¨ªas, la comidilla de muchos grupos de whatsapp de adolescentes y de no tan j¨®venes.

Ya en 2015, fecha en que se realiz¨® el ¨²ltimo estudio de este tipo, ocho de cada diez adolescentes ten¨ªan un smartphone. Y la tendencia, subrayaba el diario Le Monde, va en aumento incluso en primaria, donde los alumnos empiezan a tener m¨®viles con Internet a partir de los nueve a?os, sobre todo los que comienzan a ir solos a la escuela. Los tel¨¦fonos constituyen, se?alaba el rotativo, una manera de tranquilizar a los padres en momentos en que les dejan dar sus primeros pasos solos.

El c¨®digo escolar ya proh¨ªbe el uso de los tel¨¦fonos m¨®viles en clase. ¡°Est¨¢ prohibido en horario lectivo. Un alumno no puede utilizarlo ni siquiera en reemplazo de su calculadora o para consultar la hora¡±, seg¨²n las reglas oficiales. La penalizaci¨®n depende de cada escuela, pero puede ir desde una simple llamada de atenci¨®n al alumno a su ¡°expulsi¨®n del establecimiento¡±. Lo que no se permite es la confiscaci¨®n del tel¨¦fono ya que ¡°no se trata de un objeto peligroso¡±, precisan las normas.

Blanquer sin embargo quiere ir m¨¢s all¨¢ y prohibir el uso de los smartphones en todo el recinto escolar. ¡°No es inusual ver un patio de recreo donde los ni?os ya no juegan al rescate o al f¨²tbol, sino que se la pasan mirando su tel¨¦fono¡±, se?al¨® el ministro en declaraciones a la cadena France 2 esta semana. ¡°Desde un punto de vista pedag¨®gico o educativo, es un problema¡±.

Pero tambi¨¦n es problem¨¢tico la forma de aplicar esta norma, algo que el Ejecutivo no ha dilucidado a¨²n. Blanquer ha evocado el uso de taquillas con cierre para depositar los aparatos, pero no todos los colegios disponen de ellas. Los profesores temen adem¨¢s verse obligados a realizar revisiones constantes de los alumnos para evitar que introduzcan el tel¨¦fono, mientras que tampoco se ha respondido a la cuesti¨®n de qu¨¦ piensan los padres, muchos de los cuales quieren saber en casi todo momento d¨®nde est¨¢n o qu¨¦ hacen sus hijos. Blanquer tiene a¨²n nueve meses para proponer soluciones.