Por qu¨¦ a tantas mujeres les duele el sexo (y los m¨¦dicos no las toman en serio)
Un 20% sufre este dolor que afecta tambi¨¦n a actividades cotidianas. Tenemos (algunas) buenas noticias para ellas
El tratamiento del dolor sigue siendo uno de los retos de la Medicina. Quiz¨¢s porque no es algo que resulte tan f¨¢cil de evaluar, m¨¢s all¨¢ de lo que se?ala el propio paciente, o al menos, de detectar en una prueba diagn¨®stica. Si ese dolor tiene que ver con la sexualidad, el camino hacia el tratamiento suele ser a¨²n m¨¢s escabroso.
Es el caso de la vulvodinia o el dolor vulvar cr¨®nico, una dolencia m¨¢s com¨²n de lo que parece, seg¨²n Luis Miguel Torres, presidente de la Asociaci¨®n Andaluza del Dolor, aunque tambi¨¦n algo imprecisa. "Las molestias vulvares durante las relaciones sexuales pueden afectar hasta el 20% de las mujeres".
Pese a estos datos, la vulvodinia es, seg¨²n afirma Naira Gonz¨¢lez L¨®pez, ginec¨®loga de la Unidad de Reproducci¨®n Humana Asistida del Hospital Vithas Nuestra Se?ora de F¨¢tima, "una entidad poco conocida por muchos m¨¦dicos". De hecho, la Fundaci¨®n Internacional del Dolor la define como "el dolor cr¨®nico o molestia que concierne a la vulva durante m¨¢s de 3 meses y para el cual no se ha podido encontrar la etiolog¨ªa [las causas de una enfermedad] concreta".
En consecuencia, a?ade Naira Gonz¨¢lez, puede conllevar que "la paciente haga m¨²ltiples visitas a diferentes especialistas, durante meses o a?os, antes de que se determine un correcto diagn¨®stico", algo que desde luego no ayuda en el camino desesperante que han de recorrer un importante n¨²mero de mujeres, con molestias que pueden llegar a afectar a las relaciones sexuales, sino durante cualquier tarea rutinaria.
Unos s¨ªntomas y un origen imprecisos
Torres explica que no en todos los casos se trata de un dolor intenso, de modo que a la consulta llegan muchas mujeres que aquejan de "irritaci¨®n, casi como una quemadura que puede llegar a producir cortes a causa del rascado; descargas el¨¦ctricas; sensaci¨®n de sequedad, picor e hinchaz¨®n y molestias en la zona incluso al sentarse o estando acostada".
Otro de sus inri, seg¨²n Naira Gonz¨¢lez, es que tampoco tiene un origen concreto, sino que m¨¢s bien su aparici¨®n puede deberse a diferentes factores. "Entre las diversas causas que se han relacionado se encuentran: anomal¨ªas embriol¨®gicas, anomal¨ªas metab¨®licas, factores psicol¨®gicos, factores irritantes, infecciones, factores gen¨¦ticos e inmunol¨®gicos, factores hormonales, inflamaci¨®n y alteraciones de los nervios que transmiten el dolor y otras sensaciones en la vulva". Pese a tener para elegir, la teor¨ªa que parece cobrar m¨¢s fuerza para la ginec¨®loga es que exista "una respuesta anormal de la v¨ªa sensitiva de la regi¨®n vulvar".
As¨ª, aunque para su diagn¨®stico sea importante un examen f¨ªsico completo ¡ª"a trav¨¦s de una prueba con un hisopo de algod¨®n, con el cual se ejerce presi¨®n delicadamente en varios lugares de la vulva para detectar los puntos dolorosos y conocer la intensidad"¡ª, el otro factor fundamental es escuchar con atenci¨®n la historia de la paciente: "Es muy importante conocer la historia cl¨ªnica y las caracter¨ªsticas del dolor".
A veces le toca diagnosticar al sex¨®logo
Conseguir que el m¨¦dico de Atenci¨®n Primaria al que le llega al caso lo reconozca, o que el ginec¨®logo tenga tiempo para hablar con la paciente no es la ¨²nica complicaci¨®n. En otras ocasiones las mujeres, al ver implicada su vida en pareja, acuden a una consulta de sexolog¨ªa.
En esos casos, como relata la sex¨®loga Ver¨®nica Vivero, "es necesario establecer un buen diagn¨®stico diferencial, ya que existen cuadros que pueden resultar confusos y f¨¢cilmente confundibles".
Estos tres cuadros ser¨ªan el vaginismo [la contracci¨®n involuntaria de los m¨²sculos del tercio inferior de la vagina], dispareunia [que puede darse tanto en hombres, menos com¨²n, como en mujeres y se manifiesta como una irritaci¨®n vaginal o hasta como un dolor profundo despu¨¦s del coito] y la vulvodinia, que se asemejan en que en los tres "hay una asociaci¨®n entre dolor y zona genital que puede ser m¨¢s o menos difuso pero, mientras en los dos primeros el dolor est¨¢ asociado a coito, en el caso de la vulvodinia no tiene por qu¨¦ haber tal correlaci¨®n".
Concretamente, en la vulvodinia "podr¨ªamos decir que el dolor es m¨¢s a menos permanente y m¨¢s o menos intenso, recibiendo la nomenclatura de cr¨®nico, por muchos especialistas", como relata la experta. Igualmente habr¨ªa que diferenciar entre "vulvodinia generalizada, en la que el dolor es generalizado a toda el ¨¢rea genital y abarca vulva, perineo y ano, y vulvodinia localizada, con puntos gatillo sobre la zona del vest¨ªbulo, ¨¢rea que rodea la apertura del canal vaginal".
?Se puede mitigar?
Los consejos de esta experta est¨¢n centrados, en primer lugar, en la higiene diaria. "No hay un protocolo preestablecido y la terapia se adapta en funci¨®n del cuadro. Pero, en la mayor¨ªa de casos se busca reeducar y fortalecer los m¨²sculos del suelo p¨¦lvico, as¨ª como, pautas b¨¢sicas como: no retener la orina, beber abundante agua, llevar ropa interior de algod¨®n, limpiar la zona genital con jabones espec¨ªficos, usar lubricantes adecuados durante las relaciones sexuales y tambi¨¦n parecen funcionar en eterminados casos los analg¨¦sicos con estr¨®genos", aporta Vivero.
En cuanto a la pareja, si es que la hay, se recomienda ampliar la vivencia sexual, llev¨¢ndola m¨¢s all¨¢ del coito y ampliando el juego er¨®tico a zonas no genitales. Eso s¨ª, teniendo en cuenta la adaptaci¨®n de cada caso en particular, la sex¨®loga a?ade que "se puede volver a disfrutar de unas relaciones sexuales de calidad, con penetraci¨®n incluida y sin dolor asociado".
Para ello, "se necesita voluntad y tiempo. En la mayor parte de los casos hay que ense?ar a las pacientes a relajar el canal vaginal y tomar conciencia sobre su musculatura p¨¦lvica". Adem¨¢s, emocionalmente se ense?an t¨¦cnicas de relajaci¨®n y respiraci¨®n y a visualizar la experiencia que produce ansiedad, y se realiza terapia para trabajar sobre los pensamientos negativos que la patolog¨ªa ha provocado sobre la experiencia sexual.
La medicina tambi¨¦n es machista con el dolor
Como recuerda el presidente de la Asociaci¨®n Andaluza del Dolor, existe un sesgo de g¨¦nero en el abordaje del dolor, ya que "hay que considerar que las mujeres padecen m¨¢s dolor debido a la fisiolog¨ªa de sus ¨®rganos reproductivos y a todos los fen¨®menos relacionados con el embarazo, el parto y la lactancia". El dolor femenino, como es el caso del dolor menstrual, a veces est¨¢ infravalorado, precisamente porque se vive m¨¢s en silencio.
"Las mujeres sufren m¨¢s dolor que los hombres. Sin embargo, no podemos saber qu¨¦ sexo es capaz de soportar mejor el da?o ante un mismo est¨ªmulo. Lo que s¨ª parece es que ellas han aprendido a convivir mejor con su sufrimiento", acu?a el experto.
En el caso concreto de la vulvodinia, "adem¨¢s de las intensas molestias f¨ªsicas en los casos m¨¢s graves, tiene una profunda implicaci¨®n psicol¨®gica". Algo que en opini¨®n de Luis Miguel Torres "tambi¨¦n se agrava por la dificultad de tratamiento de la enfermedad que conlleva en muchos casos, procedimientos intervencionistas sobre los ganglios raqu¨ªdeos y nervios que llevamos a cabo en las Unidades del Dolor".
Todos los tratamientos disponibles antes de la cirug¨ªa
Precisamente sobre el tratamiento, las opciones son igual de diversas: no hay una ¨²nica soluci¨®n al problema, sino que se suelen combinar varias opciones seg¨²n cada caso. Naira Gonz¨¢lez valida los consejos sobre higiene ¨ªntima de Vivero y a?ade que desde el punto de vista m¨¢s ginecol¨®gico, se optan por tratamientos t¨®picos, como anest¨¦sicos locales para facilitar las relaciones sexuales, pero tambi¨¦n antidepresivos para el tratamiento del dolor cr¨®nico "por su poder analg¨¦sico".
Adem¨¢s de la psicoterapia ya recomendada, se suele aconsejar a las pacientes que sufren espasmos musculares a causa del dolor en el coito que realicen "fisioterapia, mediante ejercicios de relajaci¨®n de la musculatura del suelo p¨¦lvico, lo que ayuda a reducir la hiperton¨ªa muscular y disminuye el dolor".
Por ¨²ltimo, la ginec¨®loga apunta que "se han comunicado resultados variables introduciendo alternativas como una dieta baja en oxalatos [que pueden formar cristales en el organismo si los ri?ones no los filtran] y toxina botul¨ªnica [B¨®tox]". Por ¨²ltimo, la cirug¨ªa [cuando se trata de una vulvodinia localizada, consiste en extraer la zonas en las que se produce el dolor] puede llegar a ser muy agresiva y "s¨®lo se considera como ¨²ltimo recurso y se reserva para casos muy espec¨ªficos en los que han fracasado los tratamientos anteriores".
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