La geograf¨ªa oculta del Estrecho de Gibraltar
Una investigaci¨®n internacional analiza la interacci¨®n de su fondo marino con la corriente de agua mediterr¨¢nea y la influencia de ¨¦sta en el clima global
Lo extraordinario ya es evidente a la vista en el Estrecho de Gibraltar: dos mares unidos entre dos continentes por una separaci¨®n de apenas 14,4 kil¨®metros que parece menguar -a¨²n m¨¢s- los d¨ªas claros. Pero, oculto, a¨²n hay mucho m¨¢s. ¡°Cuando lo miras, no eres consciente de lo que ocurre justo debajo¡±, reconoce el ocean¨®grafo Ricardo S¨¢nchez. Para hacer visible lo invisible, tanto ¨¦l como el ge¨®logo marino Luis Miguel Fern¨¢ndez han participado en una investigaci¨®n internacional encaminada a definir el itinerario y comportamiento de la corriente mediterr¨¢nea de agua que penetra en el Atl¨¢ntico. Su potencia la hace capaz de modificar la orograf¨ªa submarina de la zona -cartografiada ahora tambi¨¦n al detalle-, bifurcarse en meandros e, incluso, influir en el alterado clima global.
¡°Hab¨ªa una imagen desenfocada de un proceso que es relevante. Ahora hemos conseguido documentarlo con un nivel de detalles sin precedentes¡±, reconoce orgulloso S¨¢nchez sobre unos estudios que comenzaron en 2009 y han implicado trabajos de campo, laboratorio y an¨¢lisis de datos. En la investigaci¨®n multidisciplinar ha participado el Instituto Espa?ol de Oceanograf¨ªa -a cuya sede en C¨¢diz pertenecen S¨¢nchez y Fern¨¢ndez-, el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas, las universidades de M¨¢laga, El Algarve, Lisboa y Royal Holloway de Londres. Las conclusiones de su trabajo se han publicado ahora en la reconocida revista Science Advances.
A trav¨¦s de esos 14,4 kil¨®metros de estrecho, dos corrientes marinas superpuestas equilibran los flujos en una conexi¨®n ¨²nica entre las dos grandes masas de agua. En el trasvase, el flujo mediterr¨¢neo -m¨¢s salino y, por tanto, m¨¢s denso- discurre hacia el Atl¨¢ntico pegado al fondo, mientras que el atl¨¢ntico -con menos salinidad y densidad- se adentra hacia el Mediterr¨¢neo cabalgando sobre las aguas salientes. La fuerza de la corriente salina, en resistencia con el agua atl¨¢ntica y en rozamiento erosivo contra el fondo, crea canales y es capaz de bifurcarse en direcci¨®n hacia las islas Azores e Irlanda. ¡°Sale del Estrecho en chorro -como detalla S¨¢nchez-, desborda en cascadas y se divide en diversas ramas pegadas al talud continental. Se abre en la margen exterior como los meandros de un r¨ªo¡±.
Y no es com¨²n encontrar este tipo de din¨¢micas submarinas, ahora esclarecidas al detalle. ¡°El golfo de C¨¢diz es un sitio ¨²nico porque los procesos de desborde de aguas densas no son frecuentes, m¨¢s all¨¢ del Mar de Noruega, el Estrecho de Dinamarca o el Mar Rojo¡±, a?ade el experto en oceanograf¨ªa f¨ªsica. Este car¨¢cter excepcional anim¨® a S¨¢nchez y sus compa?eros a realizar diversas campa?as de trabajo de campo, a bordo de buques del Instituto Espa?ol de Oceanograf¨ªa. Los cient¨ªficos emplearon diversos instrumentos de medida anclados a una roseta oceanogr¨¢fica, una herramienta cil¨ªndrica, equipada adem¨¢s con botellas de recogida de muestras de agua, que puede sumergirse a gran profundidad.
En distintos puntos de los primeros 200 kil¨®metros del golfo de C¨¢diz, la instrumentaci¨®n permiti¨® obtener datos de la direcci¨®n, velocidad e intensidad de la corriente mediterr¨¢nea; adem¨¢s de la temperatura, salinidad, ox¨ªgeno disuelto y turbidez del agua. Lo que no qued¨® recogido por los sensores, a 24 datos por segundo, se obtuvo en posteriores an¨¢lisis de laboratorio. A esta toma de resultados, se sum¨® la realizaci¨®n de un mapa topobatim¨¦trico en tres dimensiones del fondo marino, gracias a las ecosondas multihaz (con frecuencias de entre 40 y 100 Hz), equipadas en los cascos de los buques. Eso ha permitido descubrir de forma exacta la morfolog¨ªa del fondo del Estrecho, una valiosa informaci¨®n que completa mapas similares ya elaborados en zonas adyacentes del Mediterr¨¢neo.
R¨ªos submarinos
Si se pudiesen drenar los mares que ba?an el Estrecho, quedar¨ªa al descubierto una intrincada orograf¨ªa de valles, monta?as, surcos, pozas o volcanes de fango. Sin ir m¨¢s lejos, a 60 kil¨®metros al oeste de C¨¢diz, se alza una impresionante cordillera submarina que rivaliza en dimensiones con la Subb¨¦tica. Esta compleja morfolog¨ªa del fondo, que se extiende desde los 360 a los 1.500 metros de profundidad, es, en gran parte, consecuencia del empuje de varios millones de metros c¨²bicos de agua por segundo.
En el potente desbordamiento del Mediterr¨¢neo, se produce un ¨²nico chorro que traza una amplia curva que act¨²a sobre el fondo. El impacto con la orograf¨ªa divide el chorro en subcorrientes que, pese a irse diluyendo, mezclada con aguas menos salinas, se mantienen inalterables durante cientos de kil¨®metros. ¡°La historia exacta de la geomorfolog¨ªa curva y bifurcada del canal de Gibraltar sigue siendo oscura, no obstante tiene consecuencias para la din¨¢mica oce¨¢nica. As¨ª ha venido ocurriendo durante los ¨²ltimos cinco millones de a?os¡±, como reconoce en sus conclusiones el estudio.
La investigaci¨®n tiene aplicaciones pr¨¢cticas para aportar m¨¢s informaci¨®n sobre la din¨¢mica de las comunidades marinas (incluyendo estudios sobre sus efectos en los recursos pesqueros). Puede servir para orientar la instalaci¨®n de infraestructuras submarinas, como cables. Sin embargo, su mayor valor radica en los datos que aporta para posteriores estudios clim¨¢ticos. ¡°Puede ayudar a comprender el funcionamiento del clima en el Atl¨¢ntico Norte¡±, avanza S¨¢nchez. All¨ª se forman las aguas profundas, generadoras de la gran corriente marina que parte de ¡°la cinta transportadora oce¨¢nica que define el clima global¡±, como resume el ocean¨®grafo.
Las ¨²ltimas investigaciones apuntan a la desaceleraci¨®n paulatina de esta corriente mundial, debido al deshielo de Groenlandia provocado por el calentamiento global. Frente a este cambio trascendental, la constataci¨®n de la llegada del flujo mediterr¨¢neo hasta ese punto demostrar¨ªa ¡°su car¨¢cter fundamental en el mantenimiento de esta corriente¡±, tal y como vaticina el investigador gaditano. La inyecci¨®n de estos aportes salinos densos en la cuenca atl¨¢ntica justo podr¨ªa contrarrestar el efecto del calentamiento clim¨¢tico en la formaci¨®n de estas aguas profundas, al disminuir la flotabilidad superficial en los mares del Norte.
Incorporado al saber internacional sobre las din¨¢micas de corrientes marinas, este estudio en el Estrecho de Gibraltar puede servir de apoyo a futuras investigaciones que arrojen m¨¢s luz en este campo. Mientras, S¨¢nchez ya vislumbra los pr¨®ximos avances en sus indagaciones. ¡°Hemos conseguido una imagen est¨¢tica de este fen¨®meno de desbordamiento. Ahora queremos averiguar su variabilidad estacional. Esto solo era el primer paso¡±, remacha el cient¨ªfico con una media sonrisa.
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