Analizamos las canciones que suenan en tiendas como H&M, Zara o Primark
Recorremos once franquicias de ropa con el m¨®vil en la mano y usando Shazam para descubrir cu¨¢l es su banda sonora
Las grandes cadenas de tiendas de ropa definen el modo en qu¨¦ la mayor¨ªa de la gente viste hoy en d¨ªa. No inventan nada, pero est¨¢n atentas a las tendencias de las pasarelas y las democratizan para que todo el mundo se las pueda poner. ?Qu¨¦ vuelven las bomber? Bomber hasta en la sopa. ?La pana es la protagonista este a?o? Pues toma invasi¨®n: en todas las prendas y de todos los colores.
Y mientras compramos ropa, escuchamos m¨²sica. El universo de los gigantes de la moda tiene una identidad determinada, basada en una serie de est¨ªmulos: est¨¢ lo que cuelga de las perchas y lo que se cuela en los o¨ªdos. ?Tiene relaci¨®n? ?Hay una finalidad determinada? ?Podemos decantarnos por una u otra marca en funci¨®n de sus playlists? Hemos pasado una tarde por la Gran V¨ªa madrile?a y esto es lo que nos hemos encontrado.
Springfield. Antes de entrar, la ropa juvenil pero formal de esta cadena nos hace pensar que quiz¨¢ nos encontremos, si vienen bien dadas, con un hilo musical con Fleet Foxes o Bonnie Prince Billy. Pero, en su lugar, nos encontramos con el pop sint¨¦tico y elegante de Jessie Ware. Suena Your Domino, una canci¨®n perfecta para curiosear entre camisas de rebajas. Pop de calidad que da paso a uno de los trallazos del a?o, Be Mine, de Ofenbach, el d¨²o franc¨¦s que hace house simpl¨®n para todos los p¨²blicos.
Zara. ?Sue?a Amancio con electr¨®nica de vanguardia? ?O es m¨¢s de Maluma y Luis Fonsi? Pues ni una cosa ni otra. En medio de una tienda abarrotada, shazameamos Snap my Fingers, de la norteamericana Bridgit Mendler, que quiz¨¢ pegar¨ªa m¨¢s en una Disney Store. Esperamos pacientes a ver si la cosa mejora. No lo hace: lo siguiente en sonar es Time Won¡¯t Wait del d¨²o moscovita Filatov & Karas. Cerramos los ojos y no podemos evitar imaginarnos a Putin bailando en ba?ador en un chill out de Ibiza. Eso es este tema.
Mango. ?Woooow! Para escuchar la m¨²sica que ponen en Mango ni siquiera hay que entrar. En el umbral ya te recibe a todo volumen. Y lo hace a lo grande, con uno de esos temas que comprimen, como si fuera un zip, todo lo que es pura tendencia para serv¨ªrselo al oyente medio. I¡¯m The One de Dj Khaled con Justin Bieber, Quavo de Migos, Chance the Rapper y Lil¡¯ Wayne. Podr¨ªa ser maravilloso, pero se queda en un tema pegadizo y ya. La siguiente elecci¨®n lo empeora todo, Lovin¡¯ You del productor brit¨¢nico Coldabank es un pe?azo supuestamente veraniego que incita a huir. Lo antes posible.
Primark. En la catedral del low cost, la m¨²sica es lo de menos. De hecho, no suenan canciones, sino patrones r¨ªtmicos ¨Cpalmas, bajos, percusiones¨C, entre las que se interpolan trocitos vocales. El ¨²nico que identificamos gracias a Shazam es We¡¯re in Free Fall de Andy Powell, un tema de pop ¨¦pico de cuyo autor sabemos poco o nada. La performance sonora termina con sonido de fuegos artificiales. Volvemos una hora despu¨¦s y escuchamos exactamente lo mismo. Suponemos que los primarkers lo entender¨¢n.
H&M. Buenas noticias desde la tienda del gigante sueco. Para empezar el men¨², el remix de Instant Talk del temazo New Rules de Dua Lipa y que presupone que hay alguien con cabeza eligiendo cosas ricas entre los millones de novedades musicales. El plan sigue con la versi¨®n sensual y electr¨®nica de Love de Lana del Rey de DJDS & Empress Of. Para terminar, una novedad recient¨ªsima, Elsewhere de Gingerlys, dream pop desde Brooklyn que suena como si fueran un grupo de Sarah Records de los 90. Dos pulgares arriba porque en H & M, adem¨¢s de pinchar buena m¨²sica, te descubren grupos.
Stradivarius. Ambiente de rave en una tienda donde suena Sugar de Kandi Kids, un no-grupo creado por el sello brit¨¢nico Hed Kandi, especialista en recopilatorios pensados para escucharse en Caf¨¦ del Mar. M¨²sica que lo mismo anima a comprar un top que a pedirse un mojito. Ojo, porque aqu¨ª no hay pausas entre canci¨®n y canci¨®n y la siguiente en sonar es ?Be mine! de Ofenbach otra vez. M¨²sica trotona para las masas.
Bershka. Tambi¨¦n conocido como el ¡°breska¡±. ?Qu¨¦ men¨² sonoro nos espera aqu¨ª? La sesi¨®n empieza fuerte con Bedroom, de Mabel, una de las estrellas m¨¢s pujantes del r&b brit¨¢nico. Solo por este tema ya ha merecido la pena entrar. Pero hay m¨¢s: lo siguiente que se escucha es Plage d¡¯or de Jean Tonique, una delicatesen retrodiscotequera ?en franc¨¦s! Con la firma de una de las nuevas estrellas de la electr¨®nica gala.
Sfera. ?Hay algo interesante aguardando en la tienda de ropa joven y asequible de El Corte Ingl¨¦s? Una de cal y otra de arena. Por un lado, una rutinaria versi¨®n discotequera del Eye Of The Tiger de Survivor por parte de un tal Chris Meid. A acontinuaci¨®n, y de forma inesperada, suena Bedrooms de Evripidis and His Tragedies, la ¨²nica canci¨®n de m¨²sica hecha en Espa?a que hemos escuchado en toda la tarde y una elecci¨®n bastante sorprendente. ?Una debilidad personal del responsable musical? Misterios sin resolver.
Pull & Bear. La electr¨®nica elegante del australiano Young Franco recibe al comprador acariciando sus o¨ªdos. El tema, Miss You, tiene ya casi cuatro a?itos, lo que llama la atenci¨®n: la mayor¨ªa de la m¨²sica que suena en las tiendas de moda no va m¨¢s atr¨¢s de 2016. La sorpresa llega con la segunda canci¨®n: Obstacle 2 del primer disco de Interpol, que nos lleva a viajar hasta 2002. Vale, no es Joy Division, pero no nos esper¨¢bamos este toque oscuro.
Lefties. En la tienda m¨¢s econ¨®mica del grupo Inditex suena nada m¨¢s y nada menos que un bonus track de Girls in Peacetime Want to Dance, de Belle and Sebastian, titulado Born to Act. Nos preguntamos si ser¨¢ un espejismo auditivo pero no, no lo es. El inter¨¦s decae un poco con el siguiente tema, Catch & Rel¨¦ase de Matt Simons, una especie de Ed Sheeran norteamericano. Aunque solo por la primera joya deber¨ªamos pillar un jersey o algo, ?no?
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