Cuando la alta costura se confunde con el ¡®pr¨ºt-¨¢-porter¡¯
Valentino emociona en Par¨ªs con una colecci¨®n contempor¨¢nea que al mismo tiempo reivindica la tradici¨®n artesanal
Ante los ostentosos dise?os que Elie Saab ha presentado este mi¨¦rcoles durante los desfiles de la alta costura de Par¨ªs, cabe preguntarse en qu¨¦ momento una mujer actual podr¨ªa lucir esos vestidos de princesa, pre?ados de perlas, cristales y bordados. Sobre la alfombra roja, por descontado, y quiz¨¢s en una boda o en la fiesta de alg¨²n petroemirato ¡ªpuede que entonces bajo un burka¡ª. Si la propietaria es rusa, tal vez desde el desayuno hasta el ¨²ltimo Na zdorovie! con sus amigas oligarcas. Pero, por lo general, resultan tan excesivos en est¨¦tica y precio que su lugar natural ser¨ªa la vitrina y no el armario. Constituyen casi objetos colecci¨®n.
Para encajar tan exclusivas piezas en el estilo de vida contempor¨¢neo muchos dise?adores como Giambattista Valli o Jean Paul Gaultier han optado por simplificar, al menos aparentemente, sus dise?os. El experimento resulta interesante pero peligroso: la frontera entre alta costura y el pr¨ºt-¨¤-porter comienza a difuminarse. Y las voces m¨¢s agoreras creen que la segunda podr¨ªa canibalizar a la primera. Pero como recuerda Donatella Versace: ¡°Siempre habr¨¢ superricos que quieran diferenciarse de los simplemente ricos¡±. La alta costura sigue adelante, pero ensaya una nueva est¨¦tica.
Pierpaolo Piccioli lo ha hecho en Valentino, sin necesidad de renunciar a la verdadera esencia de esta disciplina: la excelencia y ambici¨®n artesanal. Por eso, cada una de las piezas que ha presentado este mi¨¦rcoles llevaba bordada en su interior el nombre de la modista que la hab¨ªa confeccionado. Incluido un espectacular vestido de organza negra que escond¨ªa 900 horas de trabajo manual. Su colecci¨®n, emocionante y po¨¦tica, ha sido un gran homenaje a la tradici¨®n y a los a?os dorados de la alta costura, pero tambi¨¦n una apuesta de futuro s¨®lida e inspirada. Tops de tafet¨¢n rematados en enormes lazos y volantes; vestidos que se deslizan sobre el cuerpo como aceite y capas que flotan al caminar. Una propuesta directa sin resultar en absoluto pobre y que contempla el vestuario diurno, no solo la noche, con pantalones palazzo sobredimensionados y gabardinas. El equilibrio casi perfecto. Adem¨¢s, Piccioli ha presentado por primera vez una peque?a l¨ªnea de alta joyer¨ªa y termin¨® de complementar a sus modelos con impresionantes tocados de plumas, obra de Philip Treacy.
Hace cuatro a?os que, desbordado por el creciente n¨²mero de colecciones que exig¨ªa el mercado, Gaultier dej¨® de producir pr¨ºt-¨¤-porter para centrarse en la alta costura y en su rentable l¨ªnea de perfumer¨ªa. Desde entonces, sus dos desfiles anuales se mueven entre ambos mundos. En el de la tercera jornada de la semana de alta costura en Par¨ªs, con sus piezas de corte arquitect¨®nico y juegos de flecos, la balanza se decant¨® hacia el pr¨ºt-¨¤-porter de lujo o demicouture, como algunos dise?adores denominan a este tipo de trabajos. La autenticidad y energ¨ªa positiva que transmiten siempre sus presentaciones han conseguido, una vez m¨¢s, elevar las prendas que han desfilado por la pasarela.
La dise?adora brit¨¢nica Clare Waight Keller, responsable hasta hace un a?o de Chlo¨¦, debut¨® el martes por la noche en alta costura como directora creativa Givenchy. El list¨®n estaba alto. Su predecesor, Ricardo Tisci, se?al¨® el camino hacia la haute couture contempor¨¢nea con sus fieros dise?os. Consciente del peso de las comparaciones, Waight Keller quiso alejarse lo m¨¢s posible del legado del italiano. Frente a las12 piezas que sol¨ªa presentar el dise?ador, la brit¨¢nica despleg¨® un cat¨¢logo mucho m¨¢s amplio pero menos preciosista y que dejaba entrever un profundo an¨¢lisis de los archivos de Hubert de Givenchy. Quiz¨¢ desbordada por la ingente cantidad de referentes que encontr¨®, la dise?adora no supo contener sus ans¨ªas de experimentar con todos y present¨® una amalgama de propuestas que carec¨ªa de hilo argumental: austeros abrigos de sastrer¨ªa; vestidos g¨®ticos que combinaban tul y encaje, cubiertos por gabardinas de pl¨¢stico; y piezas de cristal bordado. Resultaron especialmente interesantes su reinterpretaci¨®n del vestido globo del maestro Givenchy y las faldas de volantes en tul con degradado de color.
En el extremo opuesto, Viktor & Rolf han utilizado un ¨²nico tejido para confeccionar toda su colecci¨®n, el sat¨¦n duchesse. Esta estrategia no puede estar m¨¢s alejada del lujo sin l¨ªmites que define la alta costura ¡ªtal y como los dise?adores holandeses reconocen¡ª, pero les ha obligado a exprimir su creatividad. ¡°Hacer m¨¢s con menos¡± es su objetivo. Tal vez no hacer haute couture.
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