Objetivo: ni un ni?o sirio sin escolarizar en Turqu¨ªa
El n¨²mero de hijos de refugiados que reciben educaci¨®n se ha multiplicado por cinco en menos de cuatro a?os, pero a¨²n hay 350.000 menores que no van a clase
Rukye, de 25 a?os, proviene de un pueblo al norte de Alepo. Ella su marido y sus entonces tres hijos salieron de Siria hace cuatro a?os a medida que les llegaban las noticias del avance de Daesh hasta su municipio. Se instalaron en Gaziantep (sur de Turqu¨ªa) y en este tiempo han a?adido un miembro a su familia, la peque?a Hadija. La hija mayor, Lujain, de siete a?os, no se encuentra en casa porque est¨¢ en el colegio. "Todav¨ªa no sabe qu¨¦ quiere ser de mayor, por ahora lo importante es que vaya al colegio y aprenda el idioma, porque no sabemos cu¨¢ntos a?os nos quedan aqu¨ª", sostiene su madre. Su hermana Orjuan, de seis a?os, empezar¨¢ a ir a la escuela el curso que viene. No habla turco todav¨ªa. "?Entonces c¨®mo te entiendes con tus amigos de aqu¨ª?", le preguntan. "Nos entendemos y ya est¨¢", responde ella sonriendo.
Turqu¨ªa es el hogar de 3,7 millones de refugiados (en su mayor¨ªa sirios), de los que al menos 1,5 millones son menores, seg¨²n datos facilitados por la Uni¨®n Europea y Unicef. 610.000 ni?os y j¨®venes reciben educaci¨®n tanto en colegios p¨²blicos como en centros especiales habilitados para hijos de exiliados por la guerra en Siria. Hace cuatro a?os solo la recib¨ªan 108.000. "Si queremos evitar que toda una generaci¨®n se pierda, todas las partes tienen que implicarse en la educaci¨®n. A¨²n hay 350.000 menores que no van a clase", explica al otro lado del tel¨¦fono el responsable de Unicef en Turqu¨ªa, Philippe Duamelle. El presupuesto del fondo para este 2018 en la regi¨®n es de 230 millones de d¨®lares (185 millones de euros).
Las familias reciben dinero extra si env¨ªan a sus hijos al colegio. La cantidad es mayor sin son ni?as
Desde finales de 2016, la Uni¨®n Europea, el Gobierno turco y varios organismos internacionales, como el Porgrama Mundial de Alimentos (perteneciente a la ONU), prestan un servicio de ayuda a los refugiados registrados m¨¢s vulnerables por el que se les ingresa cierta cantidad de dinero al mes en una tarjeta de d¨¦bito. Uno de los criterios que hace variar los fondos que se aportan a cada unidad familiar es el n¨²mero de hijos que tengan. Unicef entr¨® a formar parte de este programa a?adiendo un extra de dinero si los servicios sociales constataban que la familia enviaba a los menores a la escuela en lugar de hacerles trabajar para colaborar en la econom¨ªa de la casa. Entre 40 y 60 liras turcas (entre 8,60 y 12,90 euros) por ni?a y entre 35 y 55 (entre 7,52 y 11,80 euros) por ni?o. Unicef actualmente aporta este plus a 190.000 familias. La discriminaci¨®n positiva ha logrado que el n¨²mero de varones y f¨¦minas que acuden a clase sea pr¨¢cticamente el mismo.
El plan del Fondo de las Naciones Unidas se complementa con un protocolo especial de protecci¨®n a la infancia activo en 15 provincias. 900 asistentes sociales y pedagogos recorren las casas de los beneficiarios cada d¨ªa para detectar las situaciones de riesgo para los ni?os y prestar asistencia. Hasta ahora, esta unidad de protecci¨®n ha atendido a 45.000 familias.
Durante los primeros meses de la llegada masiva de refugiados sirios a Turqu¨ªa no exist¨ªan ni las mismas estructuras que ahora han establecido las organizaciones internacionales, ni la estrecha colaboraci¨®n con el Gobierno en vigor actualmente. Esto provoc¨® que durante un largo periodo de tiempo un gran n¨²mero de menores dejaran de recibir educaci¨®n y no hayan podido volver a recibir clases. Organismos internacionales y Turqu¨ªa est¨¢n negociando nuevas medidas para solucionar esta situaci¨®n. "Estamos trabajando con el Gobierno en un plan de formaci¨®n acelerada para volver a incluir a estos 350.000 alumnos en el sistema y que no se pierda su capacidad", se?ala Duamelle. La iniciativa, seg¨²n las previsiones, se pondr¨¢ en marcha en el primer trimestre de este a?o.
El 60% de los peque?os acude a colegios p¨²blicos y el 40% a centros especiales para refugiados
La barrera del idioma es un gran obst¨¢culo para los refugiados sirios en Turqu¨ªa y en muchos casos son los ni?os, que s¨ª aprenden el idioma, los que act¨²an como int¨¦rpretes de sus familiares. Es el caso de Huda, cuya hija mayor, que tambi¨¦n se encuentra en el colegio en el momento en el que hablamos con ella, es pr¨¢cticamente biling¨¹e porque lleg¨® al pa¨ªs con apenas cinco a?os. Huda tiene dos hijos m¨¢s y asegura que todos ellos ir¨¢n a la escuela.
El aumento del n¨²mero de menores que recibe educaci¨®n se debe en gran medida a la aportaci¨®n econ¨®mica del programa de Unicef y tambi¨¦n a que el Gobierno turco ha abierto las puertas de sus escuelas a los alumnos hijos de refugiados. "Al principio se plantearon otros protocolos temporales, porque todos pens¨¢bamos que esas familias podr¨ªan volver a su casa antes. Pero muchas de ellas ya llevan en Turqu¨ªa ocho a?os, as¨ª que lleg¨® un punto en el que hab¨ªa que establecer un sistema m¨¢s estable", a?ade Duamelle. El 60% de los peque?os acude a colegios p¨²blicos y el 40% a centros especiales para refugiados en los que se les imparte 16 horas semanales de turco.
El pr¨®ximo gran reto
La mitad de los menores escolarizados est¨¢n entre los 6 y los 12 a?os. Las cifras se reducen a medida que avanza la edad. Nahla, una viuda de 49 a?os, vive en Gaziantep con seis de sus nueve hijos. Los que tienen entre 9 y 14 a?os van al colegio, pero el mayor, Marwa, compagina sus clases con el trabajo informal que desempe?a en un supermercado como reponedor. Su madre sostiene que la "educaci¨®n es lo m¨¢s importante para su futuro", pero tambi¨¦n necesita todo el apoyo econ¨®mico posible para mantener a la familia. A su lado, los dos peque?os, Isra y Nuri, escuchan atentos. Pueden estar por la ma?ana en casa junto a su madre porque van al colegio en horario vespertino.
El responsable de Unicef en Turqu¨ªa, Philippe Duamelle, apunta a que tambi¨¦n se est¨¢ trabajando con las autoridades turcas para facilitar el proceso de ex¨¢menes de acceso a la universidad para los j¨®venes refugiados.
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