S¨ª es problema nuestro c¨®mo educas a tus hijos
No criamos a nuestros ni?os para vivir en una isla desierta, sino para formar parte de la sociedad (su sociedad) cuando sean adultos
Las noticias hablan por s¨ª solas.
- Supuestamente un ni?o de 9 a?os sufre una agresi¨®n sexual en su colegio por parte de otros dos menores de 12 y 14 a?os. Ni?os que violan ni?os. (El Pa¨ªs, 10 Febrero 2018.)
- Detenidos tres menores por herir de gravedad a otro al pegarle y tirarle por unas escaleras. (El Pa¨ªs, 27 de Noviembre 2017).
- El menor de 14 a?os que mat¨® a su hermano de 19 de una pu?alada en el barrio de La Florida, hacen preguntarse si la violencia ejercida por ni?os y adolescentes en el hogar es un fen¨®meno en aumento y a qu¨¦ se debe. (Diario Informaci¨®n Alicante, 11 de Febrero 2018).
- El n¨²mero de menores atendidas por violencia de g¨¦nero sube un 50%. (El Pa¨ªs, 28 de Agosto de 2017)
Existe una idea muy arraigada acerca de que la educaci¨®n de los hijos es un asunto privado, que solo concierne a los padres, olvidando casi siempre que no les educamos para vivir en una isla desierta, sino para ser quienes tendr¨¢n la inevitable responsabilidad de formar la sociedad (su sociedad) cuando sean adultos.
Educar es un compromiso para con nuestros hijos en primer lugar. Un proceso en el que debemos? acompa?ar, estimular y guiar sus aprendizajes de forma que lleguen a convertirse en la mejor versi¨®n de s¨ª mismos. Y, en segundo lugar, para contribuir a formar parte de una sociedad m¨¢s humana, m¨¢s ¨¦tica y m¨¢s constructiva.
En un mundo irremediablemente egoc¨¦ntrico, educado en criterios competitivos en vez de cooperativos, donde el hedonismo y el acaparatismo ocupan los primeros puestos en la escala de valores colectiva, se nos olvida o no queremos asumir que no basta con transmitir lo que tengo codificado por gen¨¦tica o por aprendizaje, sino que es imprescindible hacer un ejercicio de consciencia, de autocr¨ªtica, de revisi¨®n y de reeducaci¨®n constante.
Cuando un ni?o o ni?a tiene tel¨¦fono m¨®vil con nueve a?os, es problema de todos. Por m¨¢s que algunos padres tratemos de no precipitar o exponer a nuestros hijos a est¨ªmulos que no les corresponden por edad, otros s¨ª lo hacen y es cuando se convierte en un problema com¨²n.
Cuando tambi¨¦n se les valida en casa el ¡°ojo por ojo¡±, el ¡°da tu primero¡±, el ¡°si ves que est¨¢n acosando a alguien no te metas¡±. Estamos contribuyendo a perpetuar una sociedad violenta que hace de la venganza y el resentimiento una herramienta v¨¢lida y aceptada.
Cuando permites que tu hijo vea pel¨ªculas para adultos, que juegue a videojuegos que nada le aportan salvo basura, sin control de tiempo ni control, Cuando te burlas de alguien que sale en la tele o de tu vecino, cuando insultas a alguien en una conversaci¨®n aparentemente trivial. Cuando juzgas en voz alta a los otros, cuando en casa se pierde el respeto y las personas se agreden de una u otra manera, tambi¨¦n es un problema de todos.
Cuando no controlas qu¨¦ hace tu hijo con Internet, cuando permites que entre y forme parte de las redes sociales sin tener la edad adecuada para ello. Cuando no est¨¢s presente en su vida, cuando no dedicas una ¨ªnfima parte de tu tiempo a escuchar lo que tenga que decirte. Cuando has reducido tu tarea de educar a una especie de cuidador vespertino ocupado nada m¨¢s que en la log¨ªstica o en sus notas, tambi¨¦n todas estas situaciones son un problema de todos.
Cuando tu hijo ve pornograf¨ªa, cuando tu hijo ve violencia, cuando tu hijo usa un lenguaje inapropiado e irrespetuoso. Cuando los l¨ªmites en tu casa y en tu vida dependen de tu nivel de cansancio, de tu estado de ¨¢nimo, de c¨®mo te ha tratado tu jefe ese d¨ªa o de si te duele la cabeza... y entonces tu hijo necesite reparar su maltrecha autoestima y se ponga por encima de los dem¨¢s porque se est¨¢ convirtiendo en un ni?o da?ado y sin referentes, tambi¨¦n es un problema de todos.
Cuando le pegas una bofetada o una ¡°inofensiva¡± colleja, cuando le levantas la voz, cuando le ofendes o le criticas, est¨¢s contribuyendo a perpetuar el maltrato. De verdad crees que ¨¦l no har¨¢ lo mismo con quienes crea m¨¢s d¨¦biles o inferiores. Y si es ni?a, ?vas a preguntarte por qu¨¦ se deja manipular o maltratar por otros ni?os? ?O porqu¨¦ ella misma se comporta as¨ª?
Cuando un ni?o acumula tanta frustraci¨®n, tanta falta de respeto y de l¨ªmites, una ausencia de contenci¨®n y presencia, que haga que necesite vomitarlo en forma de maltrato a otros cuando llega al colegio, es tambi¨¦n un problema de todos.
Y es un problema para todos porque aquellos padres que s¨ª se ocupan de educar en el respeto, en la ¨¦tica, en el buen trato, aquellos que s¨ª est¨¢n presentes en la vida de sus hijos y han hecho de su educaci¨®n el compromiso m¨¢s esencial de sus vidas; aquellos que se han esforzado en reeducarse para poder educar desde un lugar distinto, m¨¢s amable y solidario. Y aquellos que han tenido el coraje de apostar por un modelo que sea parte de la soluci¨®n y no del problema haciendo de la tarea educativa un ¡°m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa¡± y que han apostado por cambiar una sociedad que conocen decadente y podrida, ellos? no se merecen ni necesitan encontrar m¨¢s obst¨¢culos cuando sus hijos salen al mundo, muchas veces convirti¨¦ndose en las ir¨®nicas e injustas v¨ªctimas de quienes siguen educando en el ¡°siempre se ha hecho as¨ª¡±.
¡°Son cosas de ni?os¡± dicen cuando un ni?o se queja y se duele porque otro le maltrat¨®. ¡°Es normal, toda la vida ha sido as¨ª¡±. Y tienen raz¨®n, son cosas de ni?os violentos y ofensivos que se convertir¨¢n en adultos violentos y ofensivos porque han interiorizado como buenos y normales los valores m¨¢s podridos y arraigados de una sociedad que ha incorporado el maltrato como inherente a la naturaleza humana y han hecho del ¡°s¨¢lvese quien pueda¡± su justificaci¨®n.
No, tu hijo de nueve o 10 a?os no necesita un iPhone. Lo que necesita es tu insustituible presencia, nutrir su alma con montones de momentos compartidos y recibir un legado que no consiste en cosas, sino en la constataci¨®n de que fue y es un ser humano valorado, reconocido y amado y una escala de valores que solo podr¨¢s transmitir a trav¨¦s de tu ejemplo.
*Olga Carmona es psic¨®loga y experta en psicopatolog¨ªa de la infancia y la adolescencia.
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