No es la primera vez, claro, declaraciones machistas (y hom¨®fobas y racistas) ha habido siempre, las sigue habiendo. De algunas nos enteramos y de otras no. De las de V¨ªctor Mach¨ªn Vitolo, jugador del Atl¨¦tico de Madrid, despu¨¦s del partido contra el Copenhague de este pasado jueves se ha enterado todo aquel que viera la rueda de prensa despu¨¦s del juego, o leyera los peri¨®dicos deportivos, escuchara la radio o tenga una cuenta de Twitter o Facebook. Le preguntaron por el vestuario y ¨¦l contest¨®: "No somos mujeres como para ir metiendo ciza?a por temas con lo que ha pasado. Cada uno tiene su tema con el entrenador e intenta hacerlo lo mejor posible. En el vestuario se vive muy bien y no hay ning¨²n tipo de problema".
En el vestuario solo los que est¨¢n dentro sabr¨¢n si existen problemas, desde luego en su perspectiva sobre las mujeres est¨¢ claro que lo hay. Aunque se disculpara despu¨¦s. Lo hizo en Twitter, que parece el canal oficial de disculpa de todo aquel a quien se le "escapa" alg¨²n exabrupto como este, nunca quieren ofender, a menudo se desdicen, casi siempre insisten en que no son machistas, a veces alegan que fue una broma o un comentario m¨¢s, que como dijeron eso podr¨ªan haber dicho cualquier otra cosa. Tal vez. Pero nunca dicen otra cosa.
Ejemplos, a patadas. En septiembre de 2016, Jes¨²s Tomillero, el primer ¨¢rbitro que sali¨® del armario en Espa?a, estuvo bajo protecci¨®n policial por amenazas de muerte; el verano pasado, cuando Florentino P¨¦rez le cont¨® a Jos¨¦ Ram¨®n de la Morena en El Transistor de Onda Cero que el Real Madrid se hab¨ªa puesto a trabajar para crear un equipo femenino, el periodista le contest¨®: "Dec¨ªan estos que el casting lo podr¨ªa hacer Pipi Estrada"; hace un a?o, en el campo de Lloret de Mar (Gerona), el partido del equipo femenino del Atl¨¨tic de Masnou contra el Lloretenc se suspendi¨® a la media hora porque llegaron dos equipos de veteranos que, insultos mediante, aprovecharon que el bal¨®n sali¨® del campo para meterse y ponerse jugar, la sugerencia de que las jugadoras se marcharan a la cocina o a bailar ballet fue lo m¨¢s bonito que les dedicaron; tambi¨¦n en Catalu?a, la ¨¢rbitra Marta Galego interrumpi¨® el partido de la segunda divisi¨®n regional catalana entre Uni¨® Esportiva Valls y Cambrils Uni¨® hasta que el hombre que le hab¨ªa gritado "vete a fregar" no estuvo fuera del recinto. Hay m¨¢s, como la ¨¢rbitra de 17 a?os que en diciembre pasado cont¨® en Twitter el acoso que hab¨ªa sufrido durante la primera parte de un partido de juveniles en Alhaur¨ªn de la Torre, en M¨¢laga; aquella pancarta con letras enormes que dec¨ªa "Shakira es de todos"; o el "Rub¨¦n Castro, al¨¦, no fue tu culpa, era una puta, lo hiciste bien".
Alrededor del f¨²tbol planea a menudo la homofobia, el machismo y la violencia, en mayor o menor grado. En este espacio de hombres y para hombres ¡ªsigue siendo as¨ª, a pesar de los pasos que se van dando¡ª campa a sus anchas el desprecio por las mujeres. Y no, no es que todos los campos de f¨²tbol, vestuarios y parques est¨¦n llenos de hombres, j¨®venes y ni?os, profesionales o aficionados, machistas. No. Pero este deporte, el m¨¢s seguido del mundo, de dimensiones (y retransmisiones) globales ¡ªseg¨²n la FIFA, el Mundial de Brasil de 2014 lo vieron 3.200 millones de personas, 1.000 tuvo ¨²nicamente la final¡ª sigue siendo un lugar donde gritar ?maric¨®n! desde la grada es como abrir una bolsa de pipas, donde no extra?a una pelea despu¨¦s del partido y donde, por supuesto, sigue habiendo un convencimiento bastante firme y extendido sobre la incapacidad de las mujeres para entender un fuera de juego.
El f¨²tbol no es solo un deporte, es un fen¨®meno cultural y social tremendamente ligado a las emociones, y un escaparate y un generador de modelos de referencia brutal por su dimensi¨®n y su alcance. ?Qu¨¦ pasar¨ªa si se usara para otros menesteres? ?Si fuese un altavoz para la tolerancia y la igualdad? Es algo que se preguntaba Ritxar Bacete en su libro Nuevos hombres buenos. Dec¨ªa que hoy el f¨²tbol canaliza frustraciones personales, miedos at¨¢vicos y tensiones pol¨ªticas, pero que podr¨ªa convertirse en una magn¨ªfica herramienta de comuni¨®n por la igualdad y otra forma de vivir las emociones colectivas. A eso tambi¨¦n hizo referencia?Claudio Tamburrini en 2014, cuando present¨® su libro, Del juego al estadio, que escribi¨® junto al periodista madrile?o Jacobo Rivero: "El deporte es el ¨²ltimo basti¨®n de dominaci¨®n del hombre sobre la mujer".
Lo de Vitolo ha sido solo un comentario, s¨ª. Pero uno m¨¢s, otro m¨¢s. El f¨²tbol, que siendo muchas veces ese lugar perfecto para seguir cociendo la sopa primitiva del machismo. El f¨²tbol, tetas, culos y cerveza, que lo seguimos arrastrando. Y el f¨²tbol y la cerveza, bien. Pero el resto... El resto deber¨ªa estar fuera de juego, aunque las mujeres no entendamos exactamente lo que es.
Puta, mujer, cama y Shakira, las palabras m¨¢s repetidas para insultar
La Cadena SER ha analizado las conversaciones en redes sociales durante los principales partidos de f¨²tbol en Espa?a en la temporada 2016/2017, la Supercopa de 2017 y esta temporada hasta el pasado 30 de enero. Registraron 1.975.000 comentarios que proven¨ªan de algo m¨¢s de 110.000 usuarios (de ellos, un tercio emiti¨® un insulto).
Entre esos casi dos millones, un 26,1% fueron comentarios violentos: el 63% fueron insultos gen¨¦ricos, en el 12,1% hubo discriminaci¨®n social, el 10,6% era machista o sexista, el 7,7% eran expresiones hom¨®fonas y el 6,7%, racistas.
Dentro del 10,6% de los machistas hubo 40.900 comentarios. Las palabras puta, mujer, cama o Shakira fueron las m¨¢s repetidas, y novias, hacia quienes se dirigieron la mayor parte de esos insultos.
Puedes ver o descargar el informe completo de la Cadena SER aqu¨ª.
Y aqu¨ª, el art¨ªculo de Verne: Una de cada tres personas que comentan f¨²tbol en redes insulta durante los partidos.
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