Cazar nubes y otros experimentos nacidos en un laboratorio (de paz)
M¨¢s de 100 personas de 14 pa¨ªses se han reunido en Colombia para poner en marcha proyectos de innovaci¨®n social. Estos son los 10 que quedaron seleccionados en LABICxLaPaz
Mientras Colombia habla de paz y reduce su tasa de homicidios a m¨ªnimos en los ¨²ltimos 40 a?os, en Nari?o, un departamento del Pac¨ªfico que hace frontera con Ecuador, los desplazamientos contin¨²an, los asesinatos crecen, las desapariciones no cesan. ¡°La paz de la que goza el pa¨ªs est¨¢ aqu¨ª ausente¡±, en palabras de su gobernador, Camilo Romero.
No es casualidad que la Secretar¨ªa General Iberoamericana (Segib), un organismo multilateral formado por 22 pa¨ªses, escogiera Pasto, su capital, para crear un laboratorio de paz en el que han participado durante dos semanas m¨¢s de 100 personas. Es el cuarto a?o que organiza un evento de este tipo, el primero que la paz es el motivo central. LABICxLaPaz ha sido el nombre de esta edici¨®n.
?C¨®mo se experimenta en un laboratorio como este? Decenas de personas mandan propuestas de innovaci¨®n social. 10 son seleccionadas y voluntarios de todo el mundo postulan para aportar sus habilidades y conformar equipos interdisciplinares que superen retos como los que se han visto estos d¨ªas en Pasto: desde pr¨®tesis creadas con impresoras 3D hasta una plataforma virtual para profesores, pasando por mecanismos que atrapen las nubes y las conviertan en agua potable. Como lo describ¨ªa el gobernador, ¡°son ciudadanos que ponen su tiempo y dinero [puesto que se pagan sus billetes para asistir] para contribuir al proyecto de un desconocido¡±.
Rebeca Grynspan, secretaria general de la Segib ¡ªque junto a la Gobernaci¨®n de Nari?o facilitaron la log¨ªstica para esta cobertura¡ª, pone en valor las ideas de la gente y el talento ¡°que est¨¢ mucho mejor distribuido en el mundo que las oportunidades¡±. ¡°En medio de la cuarta revoluci¨®n industrial, la sociedad avanza m¨¢s r¨¢pido que las instituciones. Nosotros no tenemos las respuestas, pero podemos facilitar a la gente que las busque en un laboratorio como este¡±, reflexiona. Y el resultado de estas dos semanas de experimentaci¨®n, que terminaron el pasado s¨¢bado 24 de febrero, fueron estos 10 proyectos.
Creacio?n de pro?tesis en impresoras 3D
El conflicto armado ha dejado en Colombia m¨¢s de 11.000 mutilados, de los cuales casi un millar est¨¢n en Nari?o. A menudo, son campesinos que no cuentan con suficientes recursos para comprarse pr¨®tesis y quedan completamente dependientes para el resto de su vida. Viendo esta realidad, Esteban Bravo, un estudiante del departamento, se preguntaba qu¨¦ podr¨ªa hacer. Gracias a un proyecto del Centro de Innovaci¨®n Social de Nari?o (Cisna), comenz¨® a experimentar con impresoras 3D y cre¨® un prototipo para un adolescente de 15 a?os que hab¨ªa perdido el antebrazo. Esta experiencia le sirvi¨® para postularse junto a un amigo para ser uno de los seleccionados del LABICxLaPaz. Paralelamente, un grupo espa?ol que se hab¨ªa formado en Madrid, la Asociaci¨®n Autofabricantes, creada en Medialab Prado, llevaba tiempo trabajando en soluciones parecidas. Tambi¨¦n solicitaron participar en el laboratorio y comprobaron que ambos proyectos estaban mejor juntos, as¨ª que decidieron unirse. De ah¨ª sali¨® lo que ellos llaman Gekkolab ¡ªel gecko es un lagarto que regenera r¨¢pidamente sus tejidos¡ª, que durante el laboratorio han creado pr¨®tesis para una ni?a de ocho a?os que perdi¨® el brazo y para un campesino al que una mina le arrebat¨® los dos. Los materiales que han utilizado cuestan unos 50.000 pesos (menos de 15 euros), mientras que una pr¨®tesis industrial similar llegar¨ªa a unos 800.000 (casi 330), seg¨²n Bravo. Como todos los proyectos surgidos de este laboratorio, el objetivo es poder replicar la experiencia.
Autonom¨ªa energ¨¦tica y protecci¨®n ambiental
Daira Tintinago, una ind¨ªgena de la comunidad Yanacona de Cauca, iba desde peque?a con su madre a recoger le?a para cocinar. Ella estudi¨®, pero sigui¨® viendo c¨®mo esta tarea quitaba horas a las mujeres de su pueblo y se hac¨ªa cada vez m¨¢s penosa para las mayores. Cuando conoci¨® que se celebrar¨ªa Labic en Nari?o, present¨® la idea de crear un biodigestor que aprovechara las heces del ganado y las convirtiera en gas metano que sirviera para cocinar. Como muchas de las ideas que surgen en este laboratorio, no es novedosa. La clave es adaptarla al territorio. Ella y su grupo lo hicieron en otra comunidad con un gasto de poco m¨¢s de 200 euros en materiales: 12 metros de pl¨¢stico, un sensor para el gas con un peque?o panel solar que lo alimenta, tubos de PVC y unos aislantes t¨¦rmicos. Con todo esto construyeron un sistema para que las excretas de los cerdos de Olmes Jim¨¦nez, que es el primer beneficiario, se acumulasen en el pl¨¢stico, herm¨¦ticamente sellado. Ah¨ª se mezcla con agua. La f¨®rmula es 20 kilos de heces y 60 litros de agua. Es entonces cuando las bacterias comienzan a hacer su trabajo y el pl¨¢stico empieza a inflarse con gas metano. Cuanto m¨¢s alta es la temperatura, m¨¢s r¨¢pido es el proceso. En el resguardo ind¨ªgena de Obonuco, a las afueras de Pasto, el clima es fresco y tarda alrededor de mes y medio en comenzar a surtir gas. A partir de ah¨ª, si siguen nutriendo al biodigestor con las cantidades antedichas cada d¨ªa, les dar¨¢ entre dos y tres horas de llama, que evitar¨¢ que tengan que gastar tiempo o dinero en recoger le?a o comprar gas. Y los desperdicios son fertilizante org¨¢nico. La idea ya ha comenzado a funcionar y Jim¨¦nez se convertir¨¢ en instructor para que otros miembros de la comunidad la pongan en marcha en sus fincas.
Atrapar agua potable de la niebla
En la Vereda el Socorro, a unos kil¨®metros de la capital de Nari?o, no hay escasez de agua. Pero conseguirla potable no es un proceso sencillo. Hay que recogerla de quebradas lejanas a las viviendas y despu¨¦s hervirla para eliminar bacterias. Germ¨¢n Mueces, un estudiante de ingenier¨ªa, hizo de su proyecto de grado un sistema que tratase de facilitar esta labor a campesinos que viven en zonas h¨²medas, con gran cantidad de niebla y precipitaciones, pero que no las pueden aprovechar para beber. Esta es la intenci¨®n del atrapanieblas, un artefacto que se ha probado en otras zonas, sobre todo secas. La instalaci¨®n es sencilla: con dos guaduas (troncos parecidos a los del bamb¨²) sostienen una red en la que se van condensando las nubes que pasan pegadas por la ladera del monte donde vive H¨¦ctor Jojoa, que ha prestado su finca para el experimento. Caen a una canaleta que las lleva a un dep¨®sito, previo filtrado mediante un sistema artesanal compuesto por piedra p¨®mez, carb¨®n, algod¨®n, arena y gasas. El l¨ªquido que obtienen puede ser consumido directamente sin necesidad de hervir, seg¨²n su creador. Si les salen los c¨¢lculos, los mejores d¨ªas podr¨¢n recoger entre 10 y 20 litros con el sistema que han instalado, de unos ocho metros cuadrados de superficie. Se van del laboratorio sin comprobar la productividad del sistema, ya que los d¨ªas no fueron demasiado propicios. Pero, sea efectivo o no, han conseguido poner a trabajar en conjunto y a interesarse por el proyecto a toda una comunidad que no andaba precisamente unida.
Plataforma virtual para profesores en a?reas remotas
Tumaco es el segundo municipio por la cola en desempe?o acad¨¦mico de toda Colombia. Solo est¨¢ por detr¨¢s de otro mucho m¨¢s peque?o de la Guajira. A la universidad llega uno de cada 100 estudiantes y la tasa de abandono de los estudios es del 75%. ¡°Todos los que no los completan son potenciales v¨ªctimas de caer en las garras de la violencia¡±, explica Genith Sol¨ªs, profesora en la localidad. Para ayudar tanto a alumnos como a docentes, Carlos Alberto Rico, profesor de la Universidad Nacional de Colombia en Nari?o, proyect¨® una plataforma que, de manera l¨²dica, proporcione a las escuelas materiales que permitan mejorar las principales ¨¢reas de conocimientos: lectura, matem¨¢ticas, ciencias naturales y sociales. El fruto de esta iniciativa ser¨¢ una p¨¢gina web que presentar¨¢ el objetivo de terminar una marat¨®n. Cada actividad docente que se complete supondr¨¢ un n¨²mero de metros, y los maestros podr¨¢n participar en esta competencia virtual para mejorar las herramientas con las que ense?an.
Una plataforma online para organizar a los defensores de la paz
Las multitudinarias manifestaciones del 4 de febrero de 2008 supusieron un antes y un despu¨¦s en Colombia. El proceso de paz que dio lugar al alto el fuego bebi¨® en parte de esta expresi¨®n ciudadana de hartazgo. Una de sus promotoras, Rosa Cristina Parra Lozano, ha visto desde entonces c¨®mo muchos movimientos civiles han surgido sin lograr tanto impacto. Su idea era recopilar las ense?anzas de este y otros procesos ciudadanos para que diversos colectivos pudieran servirse de ellos. Lo que han trabajado en Labic estas semanas es una plataforma que sirva de gu¨ªa en lo relativo a lidiar con redes sociales, medios de comunicaci¨®n, instituciones y p¨²blico en general para darle fuerza a cualquier reivindicaci¨®n. El fruto del trabajo es la plataforma Aranea, que ir¨¢ creciendo con aportaciones de activistas.
Los inga, el pueblo indi?gena que vencio? al narcotra?fico
Este es uno de los ejemplos de que en un laboratorio no siempre sale lo que se andaba buscando, pero de una hip¨®tesis pueden florecer resultados inesperados. Sus ide¨®logos pretend¨ªan investigar c¨®mo el pueblo ind¨ªgena inga logr¨® expulsar al narcotr¨¢fico de sus tierras usando lo que llaman la v¨ªa espiritual, que usa la ayuda de la ayahuasca, un alucin¨®geno, para alcanzar nuevos niveles de entendimiento. Cuando visitaron la comunidad encontraron cierta tensi¨®n. Sus miembros no estaban muy dispuestos a contar esta experiencia de buenas a primeras a unos forasteros. Pero en ese camino descubrieron c¨®mo hab¨ªan usado la radio en tiempos de conflicto. Como la guerrilla no les permit¨ªa reunirse, utilizaban este medio para mantener la comunicaci¨®n, en su propio idioma, para burlar las imposiciones de los ocupantes. Lo que hicieron en el laboratorio fue explorar este sistema y poner en com¨²n conocimientos junto a los Inga para perfeccionarlo, a la vez que iban creando un manual para que la experiencia pudiera ser replicada por otros pueblos en situaciones similares.
Microaspersores con materiales de bajo coste
Innovar es una de las filosof¨ªas de un laboratorio como este. Pero esto no quiere decir usar tecnolog¨ªa punta, sino soluciones que se adecuen a las necesidades y posibilidades de las personas. Los sistemas de riego que se usan en la zona son ineficientes, cuando no inexistentes. Jes¨²s D¨ªaz, estudiante de ingenier¨ªa forestal, pens¨® en crear aspersores con materiales reciclados para maximizar el aprovechamiento del agua y mejorar los cultivos. Con tubos, piezas met¨¢licas, alambres, ganchos y menos de 60 euros en materiales se puede crear un sistema que aporta agua a una superficie de unos 90 metros cuadrados. Lo probaron con ¨¦xito en la finca de Andr¨¦s Moncayo, que se convertir¨¢ en un embajador de esta tecnolog¨ªa de bajo coste en su comunidad, en Chachaui, a una hora de Pasto.
Recuperacio?n de tejido social de mujeres vi?ctimas del conflicto
Daniela Fuentes, ecuatoriana y promotora de este proyecto, ha visto c¨®mo durante a?os han llegado a su pa¨ªs miles de colombianas desplazadas por el conflicto. Eran v¨ªctimas de la guerra y de los estigmas que las acompa?aban al cruzar la frontera. ¡°Hab¨ªa un estereotipo de que eran ladronas, prostitutas¡±, explica Fuentes. ¡°A lo largo de los a?os me di cuenta de que la mejor forma de reconstruir un plan de vida era el arte y la creatividad¡±. Telas de ara?a ¡ªque as¨ª se llama el proyecto¡ª se ha propuesto construir una memoria colectiva de mujeres v¨ªctimas a trav¨¦s de la estimulaci¨®n de la creatividad. En Pasto han trabajado con dos grupos de mujeres: madres adolescentes (v¨ªctimas indirectas) y algunas habitantes de la zona Pac¨ªfico que vivieron el conflicto en sus carnes, ya sea con asesinatos de familiares o desplazamientos. Las pusieron a trabajar con din¨¢micas de grupo que dejar¨¢n plasmadas en una web, tambi¨¦n para que la experiencia sea replicable. Al final del proceso, cada participante cre¨® un cuaderno que plasma sus vivencias.
Ludoteca para ni?os vi?ctimas del conflicto
La comuna n¨²mero 10 de Pasto est¨¢ integrada en su mayor¨ªa por desplazados del conflicto. Campesinos que tuvieron que salir de sus territorios por la violencia y llegaron a la ciudad sin nada. Es una barriada de coloridos edificios construidos por el Gobierno, pero plagada de familias desestructuradas, donde los ni?os no gozan del suficiente espacio y atenci¨®n y donde, a medida que crecen, los estupefacientes se van convirtiendo en una salida cada vez m¨¢s frecuente. Su impulsor, el brasile?o Daniel Gonz¨¢lez Xavier, buscaba dar una oportunidad a estos chicos, no s¨®lo de jugar, sino de innovar, crear sus propios juguetes. ¡°Jugar, y que ellos puedan construir una realidad narrativa a partir de laboratorio, con t¨¦cnicas de teatro, producci¨®n art¨ªstica manual, audiovisual...¡±, resume.
El vi?deo como herramienta de convivencia
Tambi¨¦n en la comuna 10, y como otra forma de estimular a los ni?os que crecen en este complicado entorno, uno de los proyectos experiment¨® con el v¨ªdeo como manera de escuchar lo que ellos tienen que decir. ¡°Los peque?os tienen otra forma de ver las cosas. Hemos querido sacarlos de las torres y traerlos a espacios donde se puedan encontrar, conocer y trabajar en equipo¡±, explica Mar¨ªa Fernanda L¨®pez Mora, estudiante de sociolog¨ªa en Nari?o. La idea es que hagan v¨ªdeos en los que no hablen del pasado, sino del futuro. Que cuenten c¨®mo se ven en unos a?os, cu¨¢les son sus sue?os y aspiraciones. En el proyecto inicial quer¨ªan emitir una se?al que pudiera ser captada por los televisores del vecindario, porque es algo generalizado en estos hogares. Internet, sin embargo, no llega a todos. Pero t¨¦cnicamente les result¨® imposible, as¨ª que optaron por crear una caja oscura a la que los vecinos pudieran asomarse para ver y o¨ªr las historias de la infancia.
En Nari?o, el ELN, la guerrilla que queda activa tras el alto el fuego de las FARC, sigue matando. Muchos territorios est¨¢n todav¨ªa hu¨¦rfanos de Estado y las bandas criminales se aprovechan de ello. M¨¢s de 30 l¨ªderes sociales fueron asesinados el a?o pasado. La paz, claramente no ha llegado. LABICxLaPaz trata de ser un granito de arena para aliviar esta situaci¨®n y servir de ejemplo a otros lugares. ¡°Si logramos sistematizar la experiencia que hemos vivido en Pasto podemos tener un modelo para muchos otros lados del mundo¡±, reflexiona la secretaria general de la Segib.
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