Ni?o de Elche, el hombre que bombarde¨® el flamenco
Reh¨²ye las definiciones pero se proclama exflamenco. Con su singularidad, Ni?o de Elche se ha convertido en una de las figuras m¨¢s desafiantes e imprevisibles del panorama musical espa?ol. Su 'Antolog¨ªa del cante flamenco heterodoxo' juega a dinamitar g¨¦neros.
FRANCISCO CONTRERAS, alias Ni?o de Elche, pide ayuda para abotonarse el ¨²ltimo ojal de la camisa. Una vez aprisionada la garganta, finge ahogo y bromea: ¡°Esto es el flamenco¡±. Para presentar su Antolog¨ªa del cante flamenco heterodoxo (Sony) se ha hecho un traje cl¨¢sico de sastrer¨ªa. Como mandan los c¨¢nones. ¡°Salir de cantaor a la puerta de una iglesia en la portada es un juego po¨¦tico m¨¢s. Pod¨ªa haber buscado una imagen m¨¢s cool, pero para una transgresi¨®n real ten¨ªa que ir a las ra¨ªces hasta en eso¡±, reflexiona. Quienes hayan seguido su poli¨¦drica y febril obra captar¨¢n la iron¨ªa. Para su anterior disco, Voces del extremo, un acercamiento al krautrock laureado por la cr¨ªtica como lo mejor de 2015, pos¨® disfrazado de geo en una librer¨ªa.
¡°La no definici¨®n art¨ªstica, pol¨ªtica?y de g¨¦nero es lo?que me representa.?Me he instalado en el interrogante¡±
Convenimos que el de ahora podr¨ªa pasar por un uniforme de trabajo. Algo que entronca con sus or¨ªgenes proletarios. El que fuera, de ni?o, el espa?ol m¨¢s joven con una pe?a con su nombre, el peque?o de una familia exiliada de Granada y crecida al calor de la f¨¢brica de calzado de Elche, se ha convertido a sus 33 a?os en una inesperada e imprevisible referencia llamada a desafiar gustos, posturas y estructuras en nuestra industria art¨ªstica. El disco doble (triple en vinilo) que publica con la complicidad del comisario e ide¨®logo art¨ªstico Pedro G. Romero y el experimentador sonoro Ra¨¹l Fern¨¢ndez, Refree, juega a reivindicar y reinventar algunas de sus fuentes esenciales (flamencas y no tanto). Un proceso archiv¨ªstico que comenz¨® como un encargo y que deriv¨® en 27 temas por los que desfilan san Juan de la Cruz, Machado, Juli Vallmitjana, Val del Omar, Gim¨¦nez Caballero, Federico Chueca, Manolo Caracol, Mikel Laboa, Pepe Marchena, Luigi Nono, Shostak¨®vich, Tim Buck?ley, Falla o Lola Flores. Ah¨ª es nada.
¡°Muchos, sin escucharlo, dicen que es una provocaci¨®n m¨ªa m¨¢s. Otros, que he vuelto a mis ra¨ªces¡ Este disco da de hostias a todos: a los puristas y a quienes defienden que tradici¨®n y vanguardia van de la mano. Son igual de reaccionarios. El primer t¨ªtulo que me plante¨¦ fue Flamenco ¡®traicional¡¯. Siempre que quieres traducir una tradici¨®n, inevitablemente, la traicionas¡±. Su rupturismo con el establishment flamenco y su af¨¢n por vocearlo (lean su libro No comparto los postres) le han granjeado odios en el sector. ¡°El flamenco es tan socialdem¨®crata hoy que no tienen agallas de insultar m¨¢s fuerte que yo¡±, presume.
Le pasa como con sus diatribas pol¨ªticas, en las que carga m¨¢s contra la izquierda de la que viene que contra la derecha que no se va. ¡°Siempre me he movido en la disidencia, el librepensamiento y esas l¨ªneas menos monol¨ªticas. La izquierda espera un lenguaje muy cercano al suyo y que no seas cr¨ªtico con sus posturas. Yo defiendo un discurso cr¨ªtico. Siempre. Empezando por dinamitarte a ti mismo. Una especie de autoiconoclastia. Pero la pe?a no est¨¢ por la labor de que la marees mucho. Izquierda, derecha; arriba, abajo. Tienen que estar las cosas claras. Sin embargo, yo me he instalado en el interrogante, en el buscar. Antes dec¨ªa: ¡®Tengo miedo de dar una entrevista porque el mes que viene opinar¨¦ otra cosa¡¯. Era un problema. Ahora lo encuentro fascinante¡±. Vamos, que provoca sin casarse con nadie¡ ¡°Ja, ja. S¨ª, eso lo dicen bastante. Yo admiro a Gustavo Bueno, el fil¨®sofo del ¡®antes de hablar, def¨ªnanse¡¯. Pero, mira, la no definici¨®n art¨ªstica, pol¨ªtica, de g¨¦nero; el ser ex no s¨¦ qu¨¦; estar en la zona cero¡ Todo eso, como abstracto, es lo que me representa. La no definici¨®n es la postura m¨¢s pol¨ªtica que hay. Y fastidia mucho¡±, comenta entre risas.
Aun as¨ª, se califica como exflamenco o artista disidente. Para comprender por qu¨¦ uno se sale de algo hay que acudir a los or¨ªgenes. ¡°Yo empec¨¦ a tocar la guitarra a los 8 a?os, a cantar a los 9 y a los 10 gan¨¦ mi primer premio. A mi madre, cuando vio que iba en serio, le dej¨® de hacer gracia. Ella tiene el imaginario de los cantaores del pueblo: borrachos, sinverg¨¹enzas¡ No iba muy desviada [risas].?A¨²n me dice: ¡®?T¨², que lees tanto, por qu¨¦ no te apuntas a una carrera?¡¯. Mi padre aspiraba a que fuera una especie de Miguel Poveda. Cante cl¨¢sico, una gran voz, esta cosa. Ese academicismo lo explotaba para ganar los concursos¡ Hasta que lleg¨® el clic¡±. M¨¢s bien un estallido: una depresi¨®n por el estr¨¦s de los concursos. Con 18 a?os se present¨® a uno haciendo una sole¨¢ con letras del rapero Nach. Su progenitor mont¨® en c¨®lera. Nuevas posturas le llevaron hasta el pintor Francis Bacon, a quien dedic¨® su primer gran v¨®mito esc¨¦nico. ¡°Seguramente entonces era m¨¢s punki que ahora¡±. Ah¨ª puso a prueba unas habilidades perform¨¢ticas y una c¨®pula entre la voz y lo audiovisual que siguen creciendo a cada paso.
Desde entonces se le ha visto irrumpir por buler¨ªas en una sucursal de Bankia junto a un grupo de bailaoras, actuar en Casa Patas con una camiseta que rezaba ¡°Loca del co?o¡±, gritarle en las entra?as al core¨®grafo Matej Kej?ar, pasear voceando con un cartel de ¡°compro-vendo oro¡± en la Documenta de Kassel, sudar en un traje de astronauta, cantar ante el Guernica en el Reina Sof¨ªa, desga?itarse en sujetador, imitar a otros cantaores con nombres de animal, susurrar al o¨ªdo de un toro bajo la lente de Chus Guti¨¦rrez, pedir el voto para el Partido de la Ruta (del bakalao) junto al rapero El Coleta, homenajear a Chavela Vargas a d¨²o con Martirio, arreglar una nana ambient chasqueando un consolador contra los dientes¡ No pierde el aliento: ¡°En los ¨²ltimos dos a?os habr¨¦ tenido libre una semana seguida. Y me fui a la playa y no aguant¨¦. Cuando no estoy cantando o en un proceso creativo, leo o escucho m¨²sica. T¨² me das un nombre y me empollo toda su discograf¨ªa en dos d¨ªas. No s¨¦ hacer otra cosa. Me he llegado a emparanoiar. Tiene algo que ver con la muerte, con esto de aprovechar porque nos vamos pronto¡±, confiesa.
Su voracidad le llevar¨¢ a repetir por tercera vez en el S¨®nar, que en junio celebra su 25? aniversario. ¡°La primera vez que fui entr¨¦ como casi siempre: como un elefante en una cacharrer¨ªa¡±. Su ins¨®lito experimento junto a Los Voluble, Raverdial, mezclaba el esp¨ªritu de las raves y los verdiales, las ancestrales fiestas folcl¨®ricas malague?as. De igual manera que suscitaba un (?sospechoso?) rechazo entre los flamencos pas¨® a despertar un (?sospechoso?) consenso entre los modernos. Se r¨ªe. ¡°Es por la novedad. Mucha gente piensa que llevo toda la vida escuchando electr¨®nica, cuando no conoc¨ªa casi nada hasta entonces. Pero como soy tan obsesivo me actualizo r¨¢pido¡±. En esta edici¨®n le veremos junto al core¨®grafo Israel Galv¨¢n, con quien colabora asiduamente. ¡°No ser¨¢ baile ni un arsenal de beats. La palabra performer nos encuadra mucho m¨¢s a los dos. Trabajamos sobre todo con el sonido. Se trata de romper imaginarios, al final todo va de eso¡±.
Pr¨®ximos conciertos de Ni?o de Elche
- 5 de marzo: Teatro Lope de Vega, Madrid
- 9 de marzo: Sala Barts, Barcelona
- 10 de marzo:?Gernikako Lekuek Festibala, Gernika
- 14 de abril:?Sala Las Armas, Zaragoza
- 15 de abril:?Centro Cultural Manuel Benito Moliner, Huesca
- 26 de abril:?La Rambleta, Valencia
Entre sus anhelos inmediatos (grabar con un productor de electr¨®nica, colaborar con el ensayista Ram¨®n Andr¨¦s¡) est¨¢ abordar en clave electr¨®nica el homenaje a Antonio Chac¨®n que public¨® Enrique Morente. Los haters le acusan de imitar al cantaor granadino, sobre todo a ra¨ªz de su proyecto posrock Exquirla junto al grupo Toundra, donde se quiso ver un remedo del Omega de Lagartija Nick. ¡°Me dicen que reniego de Morente o que soy un imitador¡ Los morentianos me odian porque los seguidores de un m¨¦todo, los fans, son muy conservadores. Son los que crean el canon del artista que ese mismo artista no cre¨®. Y los c¨¢nones que existen son de los artistas m¨¢s revolucionarios: Morente, Marchena, Carmen Amaya, Antonio Mairena, Lola Flores, Michael Jackson¡ El disco de Morente y Habichuela sobre Chac¨®n es un trabajo can¨®nico, que hicieron para romper ese imaginario y reivindicarle desde otra perspectiva. Grabarlo de nuevo ser¨¢ mi homenaje nuclear a Morente, y quiero hacerlo desde una idea que ¨¦l mismo propuso en su ¨²ltima entrevista, ri¨¦ndose del entrevistador: grabarlo al rev¨¦s¡±. Todo sea para seguir poni¨¦ndolo todo del rev¨¦s.?
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