El desarrollo se demuestra andando

1. Es urgente establecer cortafuegos entre la ayuda al desarrollo y las pol¨ªticas de control migratorio: este argumento afecta hoy m¨¢s a la relaci¨®n con ?frica que con Am¨¦rica Latina, pero los efectos de la primera podr¨ªan acabar contaminando al conjunto del sistema. En el estado de histeria colectiva autoinducida provocado por la crisis de refugiados, Europa y sus Estados miembros han decidido sacrificar cualquier principio al prop¨®sito de detener a los inmigrantes antes de que lleguen a Europa. El Fondo Fiduciario de Emergencia para ?frica (3.400 millones de euros) constituye la avanzadilla de un modelo concebido para financiar las ¡°causas ra¨ªz¡± de las migraciones. Pero solo los menores de diez a?os y los miembros del Consejo de Europa pueden sostener este argumento sin que se les escape la risa. Este es un dinero a cambio de (y solo a cambio de) control y repatriaciones. Un dinero que en ning¨²n caso reduce los incentivos a emigrar, pero que prostituye la idea original de la ayuda, limita sus efectos y alimenta reg¨ªmenes pol¨ªticos que son parte directa del problema.

2. Hay otras formas de vincular desarrollo y migraciones: la buena noticia es que tenemos alternativas. Las pol¨ªticas de desarrollo pueden ayudar ¨Cy mucho¨C a conformar c¨®mo se produce este movimiento migratorio. Desde el fortalecimiento de las instituciones que lo gobiernan hasta la formaci¨®n de los emigrantes, la colaboraci¨®n en la identificaci¨®n de necesidades laborales, la facilitaci¨®n de las pol¨ªticas de visado, el fomento de modelos circulares de movilidad o el uso productivo de las remesas. Las opciones son muy numerosas, pero todas ellas exigen aceptar el principio simple de que la movilidad humana es un proceso inevitable que debe ser gobernado, no controlado unilateralmente como quien abre o cierra un grifo. Europa supo esto, no hace tanto, con la aprobaci¨®n del Enfoque Global sobre Migraciones, los Partenariados de Movilidad o los procesos regionales como el de Rabat. Pero todo ha desaparecido como un mal sue?o en los ¨²ltimos a?os.

3. La importancia de experimentar: el modo de pasar del punto 1 al 2 es ganar el argumento a base de experiencias que demuestren la factibilidad de las alternativas y alimenten la confianza entre las partes. El hecho de que estas sean parciales y limitadas no debe suponer un problema, porque ning¨²n mecanismo existente de gobierno de la globalizaci¨®n (como los acuerdos multilaterales sobre comercio o cambio clim¨¢tico) comenz¨® de manera diferente. En este blog les hemos hablado ya de la experiencia de los trabajadores haitianos en programas de movilidad temporal tras el terremoto de 2010 o del exitoso modelo de inmigraci¨®n temporal de Nueva Zelanda. Pero existen otras que merecen ser replicadas, como el programa Triple Win de la cooperaci¨®n alemana, que desde 2013 ya ha tra¨ªdo a m¨¢s de 1.500 enfermeras de cinco pa¨ªses de origen diferentes. La clave es enfrascarse en ejercicios de innovaci¨®n pol¨ªtica e institucional asumiendo riesgos diferentes de los que ahora asumimos.