La muerte de Berta C¨¢ceres amplific¨® su lucha
El crimen no detuvo sino que extendi¨® el mensaje de la ambientalista hondure?a. En el segundo aniversario de su desaparici¨®n, su familia y los defensores de los derechos humanos denuncian la impunidad
Tres balazos resonaron en la madrugada de ese dos de marzo de 2016. Despu¨¦s, el silencio inund¨® aquella casa de La Esperanza (Honduras), en la que viv¨ªa la que probablemente era la ambientalista m¨¢s famosa de Centroam¨¦rica. Berta C¨¢ceres acababa de ser asesinada a pesar del alto nivel de seguridad que la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hab¨ªa obligado a proporcionarle. Era el Estado de Honduras el que deb¨ªa protegerla. C¨¢ceres se gan¨® la admiraci¨®n y el odio que le llevaron a ese final al encabezar un movimiento para frenar la edificaci¨®n de una represa hidroel¨¦ctrica en el r¨ªo Gualcarque, sagrado para el pueblo de los lencas.
Una investigaci¨®n elaborada por expertos internacionales y publicada a finales del a?o pasado concluy¨® que funcionarios estatales, empleados y extrabajadores de una hidroel¨¦ctrica planearon y ejecutaron el homicidio de la ambientalista. Ocho personas est¨¢n presas como sospechosas de ser autores materiales del crimen, entre ellos empleados de la empresa Desarrollos Energ¨¦ticos S. A. (DESA), encargada de construir la represa que ella contribuy¨® a frenar.
Los parlamentarios opositores hondure?os protestaron este mi¨¦rcoles en el Congreso Nacional de ese pa¨ªs con ramos de flores blancas y velas encendidas en su escritorio. Entre ellos se encontraba Olivia Z¨²niga C¨¢ceres, hija de la ambientalista y miembro del Partido Libertad y Refundaci¨®n, que no dud¨® en se?alar a los que ellos considera los responsables del asesinato de su madre: "DESA asesin¨® a Berta C¨¢ceres y esa concesi¨®n a¨²n no se ha anulado". La pol¨ªtica anunci¨® la presentaci¨®n de una moci¨®n para cancelar definitivamente la construcci¨®n de esa infraestructura y continuar as¨ª con la labor de su progenitora.
C¨¢ceres era coordinadora del Consejo C¨ªvico de Organizaciones Populares e Ind¨ªgenas de Honduras (Copinh) y contaba con una largu¨ªsima trayectoria de defensa de los pueblos ind¨ªgenas a sus espaldas. Lleg¨® a ganar el Goldman Enviromental Prize, el Nobel verde. Ten¨ªa cuatro hijos. Todo el mundo sab¨ªa que estaba amenazada de muerte por su actividad y cuando se produjo su asesinato decenas de pa¨ªses y personalidades p¨²blicas (desde el Vaticano hasta actores como Leonardo DiCaprio) condenaron en crimen y exigieron su resoluci¨®n. En el momento de su homicidio, la acompa?aba en la casa el ecologista mexicano Gustavo Castro, que se ha convertido en el ¨²nico testigo del crimen.
Amnist¨ªa Internacional ha convocado para hoy un acto para recordar a la ambientalista y denunciar la impunidad del crimen. ¡°Que no se haya resuelto el caso y que sus responsables no hayan rendido cuentas ante la justicia transmite el escalofriante mensaje de que se puede matar impunemente a quienes defienden los derechos humanos si estos se atreven a cuestionar a los poderosos en Honduras¡±, asegura Erika Guevara Rosas, directora de Amnist¨ªa Internacional para las Am¨¦ricas, en un comunicado enviado por la organizaci¨®n.
Aunque los asesinos quer¨ªan apagar la voz de Berta, lo cierto es que no lo lograron, sino que consiguieron que su lucha todav¨ªa se conociera m¨¢s debido a la repercusi¨®n internacional del crimen. Hace unas semanas, su compa?ero en la defensa de los derechos humanos y uno de sus mejores amigos, el padre Melo, aseguraba en una entrevista con Planeta Futuro: "Tras la muerte de Berta, fuimos conscientes de que la muerte formaba parte de nuestra realidad. Si la han matado a ella, en cualquier momento me pueden matar a m¨ª". El sacerdote jesuita recalcaba que su muerte supuso un impulso para todos aquello que la quer¨ªan y que ahora deben seguir con su lucha.
El a?o pasado, la ONG Global Witness declar¨® que Honduras era el pa¨ªs m¨¢s peligroso del mundo para quienes defienden los derechos medioambientales, y document¨® el homicidio en ese pa¨ªs de m¨¢s de 120 defensores y defensoras desde 2010, apunta Amnist¨ªa Internacional en su comunicado. El de Berta C¨¢ceres es uno de ellos y todav¨ªa no hay nadie condenado. Esto no sorprende en un pa¨ªs en el que el 90% de los asesinatos no se resuelven, pero s¨ª indigna, y muchos no est¨¢n dispuestos a que este crimen quede en el olvido.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.