La sequ¨ªa que desat¨® una revoluci¨®n de g¨¦nero en una comunidad masai
Cuando los habitantes de Nkoilale fundaron una cooperativa para paliar los efectos del cambio clim¨¢tico, pronto qued¨® claro que ten¨ªan que involucrar a las mujeres en la toma de decisiones
Margaret Kireu acaba de presidir una reuni¨®n de la comunidad en el pueblo de Nkolaile (Kenia) junto a otras tres mujeres. Hace solo unos a?os, esta escena habr¨ªa sido imposible. En este poblado masai, tradicionalmente la toma de decisiones estaba reservada a los hombres. Sin embargo, en los ¨²ltimos tiempos, la zona ha sufrido una sequ¨ªa devastadora, y los habitantes de Nkolaile han aprendido que, para salvar sus cultivos y sus ganados, es imprescindible permitir que los hombres y las mujeres trabajen juntos.
Kireu y otras tres mujeres forman parte de la junta directiva de una cooperativa encargada de administrar la tierra y el agua. ¡°A las mujeres jam¨¢s se nos confiaban las decisiones m¨¢s importantes relacionadas con la comunidad ni se nos permit¨ªa que las tom¨¢semos, pero los tiempos han cambiado, y ahora la comunidad nos acepta¡±, afirma Kireu.
Durante generaciones, su poblado de la cuenca del r¨ªo Mara ha vivido bajo un sistema patriarcal en el que los acuerdos que afectaban al conjunto de sus habitantes los adoptaban y los dirig¨ªan los ancianos. El sistema calaba desde las m¨¢ximas instancias hasta los hogares, en los que los hombres eran los encargados de que las decisiones se pusiesen en pr¨¢ctica dentro de sus familias. Sin embargo, las prolongadas sequ¨ªas de los ¨²ltimos cinco a?os han causado p¨¦rdidas econ¨®micas cada vez mayores, lo cual ha impulsado a los miembros de la comunidad a buscar maneras de adaptarse a los efectos del cambio clim¨¢tico.
Para fomentar la igualdad, todos los socios, independientemente de su sexo, contribuyeron con la misma cantidad de dinero y de tierra
Cuando, en julio de 2016, a trav¨¦s de un proyecto desarrollado por SNV, una organizaci¨®n holandesa de cooperaci¨®n al desarrollo, los habitantes de Nkolaile juntaron su tierra y su dinero para que los gestionase una cooperativa, les pareci¨® que hab¨ªan encontrado la soluci¨®n. SNV ense?¨® a los cooperativistas nuevas t¨¦cnicas y modelos empresariales para ayudarlos a utilizar los recursos del pueblo con el fin de criar ganado y venderlo obteniendo un beneficio, de manera que se redujesen las p¨¦rdidas colectivas provocadas por la sequ¨ªa y se asegurase la sostenibilidad de la comunidad.
Estaba claro que, para sacar el m¨¢ximo partido del programa, todo el mundo ten¨ªa que participar en ¨¦l, tanto hombres como mujeres. ¡°Tuvimos en cuenta el g¨¦nero como factor clave, en especial cuando se constituy¨® la comisi¨®n encargada de administrar los pastos y el ganado¡±, cuenta Oscar Okumu, un asesor en temas de ganader¨ªa de SNV Kenia que trabaja con los lugare?os.
Okumu se?ala que, para fomentar la igualdad, todos los socios, independientemente de su sexo, contribuyeron con la misma cantidad de dinero y de tierra, lo cual otorg¨® a las mujeres un poder de decisi¨®n igual al de los hombres en temas tales como la rotaci¨®n de los pastos, el uso del agua y la gesti¨®n de la tierra.
Si bien la Constituci¨®n de Kenia reconoce los mismos derechos a los hombres y a las mujeres, en realidad la mayor¨ªa de los propietarios de tierras son hombres
Ahora Kireu y las otras tres mujeres nombradas para formar parte de la comisi¨®n de pastoreo ayudan a dise?ar planes y deciden en qu¨¦ momento hay que trasladar al ganado a la siguiente parcela de pastos. Tambi¨¦n llevan las cuentas de la cooperativa y participan en la venta de los animales, algo que habr¨ªa sido inaceptable hace tan solo unos a?os.
Cambiar las actitudes
Si bien la Constituci¨®n de Kenia reconoce los mismos derechos a los hombres y a las mujeres, en realidad la mayor¨ªa de los propietarios de tierras son hombres. En consecuencia, estos tienen mayor control sobre los recursos y la generaci¨®n de ingresos, a pesar de que, en las poblaciones rurales, las mujeres son m¨¢s vulnerables a los efectos del cambio clim¨¢tico.
¡°La mayor parte de la poblaci¨®n rural est¨¢ formada por mujeres, que se encuentran mucho m¨¢s expuestas a los riesgos del cambio clim¨¢tico. Muchas de ellas dependen para su subsistencia de un ecosistema muy delicado, y a consecuencia de los cambios en el clima, lo est¨¢n perdiendo poco a poco¡±, denuncia Nigel Crawhall, experto de la Unesco en islas peque?as y conocimiento ind¨ªgena.
La participaci¨®n de las mujeres en las decisiones que tienen que ver con el desarrollo, la econom¨ªa y el uso de los recursos solo puede tener efectos beneficiosos para la comunidad, afirma Fridah Gacheri, una asesora de acceso al mercado que trabaja con SNV Kenia. ¡°Las mujeres dedican la mayor parte del tiempo a actividades que dependen de los recursos naturales, como acarrear agua y le?a y cultivar¡±, se?ala. ¡°Si participan en los programas de adaptaci¨®n al cambio clim¨¢tico, es m¨¢s probable que estos tengan ¨¦xito¡±.
El proyecto del pueblo de Nkoliale tiene que ver con el Plan de Acci¨®n de G¨¦nero que Kenia adopt¨® conjuntamente con otros Estados miembros durante la Conferencia de las Partes (COP23) celebrada en 2017 en la ciudad alemana de Bonn. El plan busca dar a las mujeres m¨¢s influencia en los asuntos relacionados con el cambio clim¨¢tico.
Sin embargo, cuando el proyecto lleg¨® al pueblo, no todo el mundo se sinti¨® entusiasmado inmediatamente con su objetivo. ¡°Los hombres piensan que las mujeres se tienen que ocupar de la leche, y que ellos son los ¨²nicos propietarios de las vacas¡±, dice Kireu. Esta actitud no tard¨® mucho en cambiar cuando algunos hombres de la comunidad dieron p¨²blicamente su apoyo a la inclusi¨®n de las mujeres en la cooperativa.
John Olempoe, de 60 a?os, fue uno de ellos. A principios de 2016, perdi¨® sus 400 cabezas de ganado a causa de la sequ¨ªa, y asegura que ahora se da cuenta de que cualquier soluci¨®n posible para adaptarse al cambio clim¨¢tico exige el esfuerzo de todos. ¡°La sequ¨ªa es una cat¨¢strofe que destruye nuestros medios de vida, y las mujeres desempe?an un papel importante a la hora de contribuir a las medidas para mitigar sus efectos¡±, asegura. Y a?ade: ¡°Cuando yo no estoy, mi mujer se ocupa del ganado que nos queda y de representar a la familia en encuentros como este. Antes, estas reuniones eran exclusivamente para hombres, pero ya no seguimos esa norma¡±.
Este texto fue publicado originalmente en ingl¨¦s en la p¨¢gina web de Newsdeeply en este enlace.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.