Miu Miu sube el volumen en la pasarela de Par¨ªs
La marca de Miuccia Prada anima una ¨²ltima jornada de la semana de la moda francesa falta de riesgo y emoci¨®n
La actriz Elle Fanning abriendo el martes el desfile de Miu Miu fue lo m¨¢s sorprendente que han dejado las dos ¨²ltimas jornadas de la Semana de la Moda de Par¨ªs. Un hecho que habla por s¨ª solo de la falta de energ¨ªa que se respir¨® en la pasarela francesa. Nada excepcional dentro del inmovilismo que atenaza la industria de la moda. Siempre con honrosas excepciones: sin estar en su momento m¨¢s brillante, Miuccia Prada es una de ellas. Su propuesta para Miu Miu, la l¨ªnea m¨¢s accesible de Prada, es la prueba de que, al menos, no ha perdido el deseo de asombrar y evolucionar.
Sobre la pasarela, y con Fanning como abanderada, viaj¨® a un punto del espacio-tiempo donde los ochenta m¨¢s extremos se encuentran con los cincuenta: vaqueros nevados, cazadoras acharoladas con mangas farol XL, faldas rectas de tweed, cazadoras perfecto decoradas con pa?o de cuadros, tup¨¦s y zapatos de sal¨®n con calcetines de lana. Rockabilly, pop y mucha laca.
Chanel, la marca que siempre organiza grandilocuentes desfiles en Par¨ªs, se mostr¨® el martes contenida dentro de sus ostentosos est¨¢ndares. El Gran Palais no se convirti¨® esta vez en una selva con cascadas de 10 metros ni en la plataforma de despegue de un cohete tan alto como el mismo edificio. En esta ocasi¨®n, la pasarela se transform¨® en un oto?al bosque con su alfombra de hojas secas, varios ¨¢rboles cubiertos de musgo y bancos de madera. Un escenario que justificaba la paleta de color escogida por Karl Lagerfeld y dominada por el negro y el verde, salpicados por alg¨²n que otro lam¨¦ dorado. El alem¨¢n volvi¨® a reintrepretar los iconos de la casa que lleva dirigiendo 35 a?os. Lo que demuestra tanta perseverancia como imaginaci¨®n.
De cara a la pr¨®xima temporada, baja el largo de sus faldas de tweed y los vestidos de noche en encaje adoptan la silueta l¨¢piz de los a?os cincuenta. El abrigo es protagonista: primero, en lana con altos cuellos como los de las camisas del propio creador. Despu¨¦s, acolchados, en nailon y, una vez m¨¢s, en tweed. Los bolsos aumentan de tama?o ¡ªy de precio¡ª y los elementos deportivos, como sudaderas y cazadoras bomber, tienen una presencia m¨¢s discreta que en otras ocasiones.
Nicolas Ghesqui¨¨re, director creativo de Louis Vuitton, volvi¨® a escoger el museo del Louvre como escenario de su desfile ¡ªc¨®mo no hacerlo cuando existe la posibilidad¡ª. Concretamente, el patio Lefuel, cerrado al p¨²blico y que empez¨® a construirse en 1854, el mismo a?o que se cre¨® la casa francesa. La pinacoteca comenzar¨¢ su restauraci¨®n en breve, pero el martes, Ghesquiere hizo aterrizar all¨ª un platillo volante. De su interior comenzaron a salir habitantes de un mundo cl¨¢sico. Encima de los vestidos rectos de punto, el dise?ador situ¨® chalecos que se abr¨ªan sobre las caderas con volantes p¨¦plum. Las faldas rectas y las toreras se remataban con cristales y cadenas, dando paso a abrigos de pelo y los bolsos ilustrados como una placa base de ordenador. Para terminar con cors¨¦s y pantalones de lentejuelas. Un viaje a todas partes.
Destilado de lujo y ambici¨®n
La colecci¨®n que Alexander McQueen present¨® el lunes por la noche, fue ganando fuerza seg¨²n avanzaba el desfile, que comenz¨® con una sucesi¨®n de americanas de corte geom¨¦trico para dar paso a abrigos desmontables y finalmente a una serie de vestidos de noche que se acercaban m¨¢s a la alta costura que al pr¨ºt-¨¢-porter. Las primeras piezas estaban compuestas por largu¨ªsimos flecos de seda, que luego aparec¨ªan como detalles en dise?os de complejo patchwork abstracto, para terminar con otros de escote corola al estilo Yves Saint Laurent y faldas semitransparentes. Una propuesta que destilaba lujo y ambici¨®n.
La que Stella McCartney mostr¨® el lunes en la ?pera de Par¨ªs reflejaba el impasse que vive su marca. Kering, el conglomerado de empresas de lujo que posee la mitad de la firma desde 2001, se encuentra en negociaciones con la dise?adora para revenderle ese 50%. Este mismo mes, el holding anunciaba su salida de Puma y el traspaso de sus participaciones a los propietarios de la marca de calzado alemana. Kering desea centrarse en sus propias ense?as ¡ªcomo Gucci y Saint Laurent¡ª y abandonar las joint ventures, seg¨²n publica el Financial Times.
Mientras se resuelve el futuro de Stella McCartney, la dise?adora no arriesga y repasa sus trajes de sastre actualizados, sus vestidos-camiseta ¡ªesta vez en encaje blanco¡ª y otros tipos de trampantojos textiles que llevaban cosida la parte delantera de un camis¨®n o que aparec¨ªan cubiertos por sobrevestidos semitransparente. Adem¨¢s ¡ªclaro¡ª de la colecci¨®n de hombre que lanz¨® el a?o pasado y que giraba en torno a los mismos elementos que la femenina: la silueta deportiva, los cuadros escoceses y las lanas org¨¢nicas.
Como en la alta costura, Giambattista Valli apost¨® una suerte de cat¨¢logo de sus habilidades como couturier: t¨²nicas monacales, largos vestidos de flores y volantes, trajes de chaqueta y sus famosas piezas bordadas en cristales y flores. Solo una sutil referencia a los a?os setenta ¡ªen el aire hippie de ciertas prendas y en los chalecos de punto cortos¡ª confer¨ªa cierta unidad a su propuesta para el pr¨®ximo oto?o.
La importancia de sentarse en primera fila
El sitting ¡ªel sitio que cada invitado ocupa en un desfile¡ª funciona como una estructura de clases desde el front row (o primera fila), segunda, tercera... hasta standing (de pie). Cuanto m¨¢s lejos, menos relevancia. Las directoras de algunas revistas y celebrities van delante; los jefes de moda, justo detr¨¢s... aunque cada marca tiene su propio orden en funci¨®n de la importancia que se d¨¦ a la persona. A veces, tu categor¨ªa no te permite ver los zapatos; otras, apenas los cinturones.
Pero existe una forma distinta de hacer las cosas. El domingo, Thom Browne dividi¨® la pasarela en cuadrantes e hizo a las modelos pasear lentamente y a escasos metros de una audiencia igualada en una ¨²nica hilera de sillas. Despu¨¦s, las maniqu¨ªes se quedaron est¨¢ticas en las secciones. As¨ª result¨® f¨¢cil admirar y recrearse en el exquisito trabajo de costura que jugaba a deconstruir los elementos propios de la sastrer¨ªa y a combinarlos con cors¨¦s y miri?aques. El resultado: vestidos de encaje que acababan en la cinturilla de un pantal¨®n, abrigos de pa?o bordados en perlas y bermudas canc¨¢n.
La marca francesa A.P.C. decidi¨® mostrar su trabajo en el lugar de creaci¨®n: sus oficinas. Concretamente en los pasillos que rodean el moderno lucernario que atraviesa el edificio. Piso arriba, piso abajo, los modelos exhibieron un pr¨ºt-¨¢-porter entre retro y conceptual que define a esta marca en expansi¨®n: faldas plisadas y chalecos de cuadros, jerseys de angora y botas de cowboy.
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