Am¨¦rica Latina y el Caribe: una regi¨®n con agua pero sedienta
Las mayores reservas del mundo est¨¢n en el continente, donde sin embargo todav¨ªa hay mucha gente sin fuentes seguras ni saneamiento
Am¨¦rica Latina y el Caribe posee una poblaci¨®n de 630 millones de habitantes, una precipitaci¨®n media anual de 1.600 mil¨ªmetros y una escorrent¨ªa de 400.000 metros c¨²bicos por segundo, lo que quiere decir que dispone de casi un tercio del agua dulce del planeta. Sin embargo, aprovechar dicha ventaja h¨ªdrica comparativa depende de resolver una serie de factores socioecon¨®micos, pol¨ªticos y geogr¨¢ficos, que pueden frenar nuestro desarrollo.
A pesar de los avances en los ¨²ltimos a?os, especialmente en materia de acceso a servicios de agua potable con un abastecimiento mejorado de 95% de la poblaci¨®n (y de un 85% en lo que respecta a saneamiento adecuado), el progreso regional ha sido insuficiente. A¨²n persisten desaf¨ªos relacionados con la equidad y calidad en los servicios, particularmente entre los segmentos m¨¢s vulnerables de nuestras sociedades. Por ejemplo, se estima que alrededor del 70% de las familias que no cuentan con servicio de agua y un 85% de las que no tienen saneamiento, pertenecen a los primeros dos quintiles de la distribuci¨®n de ingreso.
Otra gran disparidad se da entre las zonas urbanas y rurales. En las ciudades, donde vive m¨¢s 80% de los latinoamericanos y caribe?os, las coberturas de agua alcanzan el 97% de la poblaci¨®n y 88% en saneamiento; mientras que en las ¨¢reas rurales son de 84% y 64%, respectivamente. Dentro de un mismo pa¨ªs, las pol¨ªticas de centralizaci¨®n tambi¨¦n producen disparidades a nivel de acceso, como en Guyana, donde las coberturas de agua mejorada en la capital son del 98% en agua y de saneamiento de 88%; y en ciudades del interior son de 57% y de 65%, respectivamente.
Asimismo, hay un rezago importante en el servicio de alcantarillado, calidad del agua suministrada (considerando criterios de potabilidad, continuidad y presi¨®n), y bajo nivel de tratamiento de aguas residuales generadas (con un promedio regional de menos del 25%).
En las ciudades, donde vive m¨¢s 80% de los latinoamericanos y caribe?os, las coberturas de agua alcanzan el 97% de la poblaci¨®n y 88% en saneamiento; mientras que en las ¨¢reas rurales son de 84% y 64%
?Qu¨¦ podemos hacer? En el marco del cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6, las instituciones del sector deben mejorar su gesti¨®n administrativa, avanzar en la sostenibilidad financiera, reforzar su marco de gobernanza, generar eficiencia operativa (a trav¨¦s de la innovaci¨®n por ejemplo), preservar sus fuentes de abastecimiento y aprovechar la tecnolog¨ªa desarrollada por el sector privado.
Adem¨¢s, debe de darse una buena articulaci¨®n intersectorial, especialmente en t¨¦rminos de ordenamiento territorial urbano, as¨ª como planificaci¨®n de medio y largo plazo adaptada a los retos que presenta el cambio clim¨¢tico, sobre todo de cara a la gesti¨®n del riesgo de desastres naturales (cada vez m¨¢s frecuentes).
En t¨¦rminos de acceso y calidad de los servicios, las intervenciones deben tomar en cuenta las necesidades y expectativas de la demanda del servicio, contemplar el an¨¢lisis de las condiciones socioecon¨®micas de la poblaci¨®n, su disposici¨®n y capacidad de pago; sin olvidar el acceso equitativo a todas las comunidades (particularmente en ¨¢reas urbano-informales, rurales y pueblos ind¨ªgenas) a trav¨¦s de una adecuada comunicaci¨®n y promoci¨®n de los programas e inclusi¨®n de las organizaciones comunitarias. Esto permite evitar, por ejemplo, dificultades con relaci¨®n a la baja conexi¨®n de los usuarios a los servicios, especialmente a las redes de alcantarillado.
Todo proyecto debe brindar soluciones integrales, incorporando educaci¨®n sanitaria (como cambio de comportamiento para adopci¨®n de buenas pr¨¢cticas de lavado de manos o higiene menstrual), y aspectos ambientales y sociales. Esto es a¨²n m¨¢s evidente en un contexto urbano, como por ejemplo en proyectos ligados a la recuperaci¨®n de cuerpos de agua o de prevenci¨®n de inundaciones urbanas, dado que deben incluir alcantarillado sanitario, drenaje pluvial y manejo de residuos s¨®lidos.
Existe un rezago importante en el servicio de alcantarillado, calidad del agua suministrada y bajo nivel de tratamiento de aguas residuales generadas
Este enfoque integral requiere no solo de un incremento en las inversiones, sino tambi¨¦n de una planificaci¨®n y acompa?amiento de largo plazo, lo que necesariamente implica que los estados den prioridad de manera sostenida al sector.
Otro desaf¨ªo hist¨®rico de nuestros pa¨ªses es la seguridad h¨ªdrica, especialmente ante situaciones de sequ¨ªa e inundaciones. Existe una disparidad en la distribuci¨®n espacial de los recursos h¨ªdricos. Cohabitan en nuestro continente el desierto de Atacama, el m¨¢s ¨¢rido del mundo, y ¨¢reas con un r¨¦gimen h¨ªper h¨ªdrico, como la cuenca del r¨ªo Amazonas, donde se concentra 53% de la escorrent¨ªa regional. En efecto, el 36% de nuestra superficie es zona bajo estr¨¦s h¨ªdrico.
Tambi¨¦n hay grandes disparidades dentro de un mismo pa¨ªs, como en el norte y sur de Chile, o la selva y costa del Per¨². Por ende, es necesaria una gesti¨®n integrada de los recursos h¨ªdricos, que incorpore a todos los actores, soluciones basadas en la naturaleza y tecnolog¨ªas apropiadas, para enfrentar los riesgos que enfrenta la regi¨®n en cuanto a la disponibilidad y calidad del agua.
El Foro Mundial del Agua es una excelente oportunidad para discutir c¨®mo Am¨¦rica Latina y el Caribe dar¨¢ acceso a servicios de agua y saneamiento sostenible y de calidad para mejorar la vida de su gente.
Sergio I. Campos G. es jefe de divisi¨®n de agua y saneamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Este art¨ªculo ha sido publicado en el marco del Foro Mundial del Agua, que se est¨¢ celebrando en Brasilia del 19 al 23 de marzo del 2018, donde el BID es coordinador regional de las Am¨¦ricas.
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