Sacar fuerzas de la discriminaci¨®n
La camerunesa Danielle Nicole Mboume lucha por los derechos y libertades del colectivo LGTBIQ
¡°Mujer, negra, africana, migrante, lesbiana y a todo ello hay que sumarle la barrera del idioma. En m¨ª se juntan todas las posibilidades de discriminaci¨®n¡±, asegura Danielle Nicole Mboume. Sus 27 a?os est¨¢n plagados de decenas de episodios de que han convertido a esta camerunesa de Duala en una persona resiliente y fuerte. En vez de rendirse ante las adversidades ha transformado su experiencia en aprendizaje para asesorar y ayudar a otras personas. As¨ª, en 2013, reuni¨® a un grupo de mujeres con distintas experiencias de violencia y m¨¢s tarde fund¨® la Asociaci¨®n Dia-Dia ?frica Libertad.
"Los colectivos marginados necesitamos nuestra libertad. Me refiero al LGBTIQ, a las mujeres, a los enfermos de VIH o a los migrantes"
¡°Despu¨¦s de todo lo vivido, de toda la experiencia y vivencia que he tenido en ?frica, de lo que me ha sucedido en el camino cuando intentaba llegar hasta aqu¨ª. Tras ver c¨®mo la mujer sufre, como las personas migrantes sufren, decid¨ª formar la asociaci¨®n para luchar por nuestra libertad. Los colectivos marginados necesitamos nuestra libertad. Me refiero al colectivo LGBTIQ, a las mujeres y toda la violencia que sufren como la ablaci¨®n, la dote, o a los enfermos de VIH, a los migrantes...¡±.
¡°La situaci¨®n de los homosexuales en ?frica es muy dif¨ªcil, m¨¢s que por las leyes discriminatorias, por la presi¨®n social que hace que tengan que abandonar sus pa¨ªses y luego, cuando llegan aqu¨ª, se encuentran de nuevo con el rechazo de la poblaci¨®n africana. Igualmente, somos rechazados por los homosexuales espa?oles por ser africanos y negros. Tambi¨¦n el camino es muy duro para ellos. Luego llegas aqu¨ª y no sabes c¨®mo pedir asilo, nadie te informa. Tambi¨¦n hay muchos homosexuales africanos que no lo piden por verg¨¹enza, para que sus compa?eros no se enteren y viven en la clandestinidad¡±, cuenta en el centro de Madrid. Por eso desde su asociaci¨®n luchan contra todo tipo de violencia y discriminaci¨®n, entre las que est¨¢n la falta de trabajo: ¡°Porque la dificultad para encontrar empleo hace que muchas personas africanas LGBTIQ terminen prostituy¨¦ndose o tengan que llevar una doble vida¡±, asegura Mboume.
¡°Desde nuestra experiencia queremos apoyar y ayudar a las personas que lo necesitan¡±, dice con claridad. En un primer momento se centraron en las mujeres y sus derechos, "pero nos dimos cuenta de que para poder concienciar mejor ten¨ªamos que incluir tambi¨¦n a los hombres, ya que muchas de las violencias que sufren las mujeres es por causa de los hombres, por eso necesitamos que estos est¨¦n tambi¨¦n con nosotras¡±.
Danielle ten¨ªa 14 a?os cuando su familia la llev¨® a un curandero tradicional para curarla, ¡°porque entend¨ªan mi homosexualidad como una enfermedad¡±. Luego la enviaron a un internado, muy lejos de sus casa, para continuar su cura. Con 16 a?os termin¨® el bachiller y regres¨® a Duala donde tuvo muchos problemas con su familia, sus vecinos y la polic¨ªa que la persegu¨ªa. No le qued¨® otra que huir, ¡°sin ni siquiera despedirme de mi madre¡±, y viajar hasta la Rep¨²blica del Congo. En Brazzaville pudo jugar al f¨²tbol, actividad que ya practicaba en Camer¨²n. Un equipo de la primera divisi¨®n femenina congolesa le hizo un contrato. En ese club conoci¨® a Ingrid, que hoy es su mujer. Esta relaci¨®n gener¨® muchos celos y problemas. ¡°Aunque no ¨¦ramos la ¨²nica pareja, la nuestra fue mal vista por ser yo extranjera. Ah¨ª me di cuenta de que el racismo no es solo entre blancos y negros. El propio presidente del equipo me acus¨® de haber llevado la homosexualidad a Congo¡±. Termin¨® en la comisar¨ªa donde estuvo detenida tres d¨ªas, tras los cuales le dieron 72 horas para abandonar el pa¨ªs.
"Hicimos tres intentos por cruzar a Espa?a y la Guardia Civil nos devolv¨ªa a Marruecos"
Ingrid decidi¨® seguirla y juntas cruzaron a Kinshasa. ¡°All¨ª nos dijeron que deb¨ªan viajar a Sud¨¢frica donde la homosexualidad est¨¢ legalizada¡±. Y eso hicieron, cruzaron la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, Zambia, Zimbabue, Lesoto y llegaron a Johannesburgo a finales de 2008. ¡°La experiencia de Sud¨¢frica no fue nada positiva¡±, confiesa Mboume. ¡°All¨ª se mataba a homosexuales, lo mismo que suced¨ªa en Camer¨²n, hab¨ªa violaciones correctivas¡ Vivimos una pesadilla. Todo fue muy peligroso¡±. As¨ª que decidieron deshacer el camino y regresar Kinshasa desde donde cruzaron a Brazzaville y desde all¨ª a Camer¨²n y finalmente a Nigeria, donde comenzaron el periplo hac¨ªa Europa. En 2010, llegaron a Marruecos e intentaron pasar a Espa?a en patera. ¡°Hicimos tres intentos y las tres veces la Guardia Civil nos devolvi¨® a Marruecos. Cuando nos devolv¨ªan era terrible lo que nos suced¨ªa all¨ª. La cuarta vez que lo intentaron entraron en Ceuta.
Estuvieron en el CETI de esta ciudad un a?o, ¡°a pesar de tener una petici¨®n de protecci¨®n internacional y haber pedido asilo. Fue un a?o terrible¡±, recuerda. Por su orientaci¨®n sexual vivieron la discriminaci¨®n y el maltrato de las otras personas retenidas all¨ª. Pero fue en esa ciudad donde pudieron casarse. Cuando fueron trasladadas a Madrid, se encontraron que no ten¨ªan ning¨²n tipo de ayuda. Danielle e Ingrid tuvieron que sobrevivir haciendo peque?os trabajos. En el caso de Danielle recog¨ªa cajas y cargaba camiones en Mercamadrid. M¨¢s tarde regresaron a Ceuta donde han estudiado. Ahora, de nuevo en Madrid, Danielle trabaja en una ONG como t¨¦cnica de acogida humanitaria con personas migrantes.
Evidentemente, Danielle es una gran luchadora, que a pesar de que a veces se reconoce cansada y quiere tirar la toalla, "sobre todo cuando la gente se burla de m¨ª o me discrimina¡±, utiliza su experiencia para conseguir el respeto y libertad que los colectivos m¨¢s marginados necesitan. Toda su experiencia la ha recogido en un libro. Busca editorial para publicarlo.
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