Una llamarada en Pr¨®xima Centauri sacude al exoplaneta m¨¢s cercano a la Tierra
La enana roja multiplic¨® su brillo 70 veces y se hizo visible desde la Tierra a simple vista
En verano de 2016 se anunci¨® el descubrimiento de Pr¨®xima b, un planeta del tama?o de la Tierra a una distancia de su estrella que le permite albergar agua l¨ªquida. Era el exoplaneta m¨¢s cercano, a una distancia de 4,5 a?os luz. Despu¨¦s del hallazgo se anunciaron las primeras misiones interestelares de la historia ¡ªuna de ellas planeada por la NASA¡ª que tendr¨ªan Pr¨®xima como destino.
Ahora, un estudio realizado por astr¨®nomos de EE UU y Espa?a explica que en marzo de 2016 esta estrella emiti¨® un potente estallido de luz que multiplic¨® su brillo casi 70 veces. Las enanas rojas como Pr¨®xima Centauri son demasiado tenues para ser vistas en el cielo nocturno a simple vista, pero esta superfulguraci¨®n fue tan potente que el astro se hizo visible desde el hemisferio sur de la Tierra ¡°durante unos segundos¡±, explica Octavi Fors, investigador del Instituto de Ciencias del Cosmos de Barcelona y coautor del estudio, publicado en el repositorio de la Universidad Cornell arxiv.org.
Excited to announce the largest flare ever seen from Proxima Centauri, during which Proxima became a naked-eye-bright star and released germicidal levels of UV at Proxima b's surface
— Evryscope CTIO (@EvryscopeCTIO) April 9, 2018
(assuming the flare and planet were on same side of the star)https://t.co/Sb0V4s4D21 pic.twitter.com/ohi5TllgoF
La fulguraci¨®n fue la m¨¢s potente captada hasta el momento en esta estrella y la primera visible desde nuestro planeta sin usar instrumentos ¨®pticos. Dur¨® unos 20 minutos y fue captada por el telescopio Evryscope, en Chile. Desde entonces el mismo instrumento ha observado otras 23 fulguraciones. Bas¨¢ndose en estos eventos, los autores del estudio calculan que Pr¨®xima Centauri emite cinco superfulguraciones al a?o, con el impacto que esto supone para el exoplaneta, que est¨¢ unas 20 veces m¨¢s cerca de su estrella que la Tierra del Sol.
El instrumento usado solo puede medir la luz emitida por estos eventos, pero es probable que vayan acompa?ados por eyecciones de masa de la estrella similares a las observadas en el Sol, aunque m¨¢s potentes. Estas explosiones generan una intensa radiaci¨®n ultravioleta y un bombardeo de protones que inicia una cadena de reacciones fotoqu¨ªmicas que pueden acabar barriendo compuestos esenciales para la vida de la atm¨®sfera del planeta.
El estudio calcula que las fulguraciones de Pr¨®xima Centauri son tan frecuentes e intensas como para destruir el 90% de todo el ozono de la atm¨®sfera del planeta en apenas cinco a?os, y eliminarlo por completo en unos cientos de miles de a?os, un tiempo relativamente corto si se tiene en cuenta que probablemente el planeta se form¨® hace varios miles de millones de a?os. En la Tierra, la presencia de este gas es esencial para bloquear la radiaci¨®n ultravioleta del astro, especialmente la de tipo C, tan letal para bacterias, virus y otros microbios que se usa para esterilizar material m¨¦dico.
"Este estudio resalta lo muy poco que sabemos del sistema planetario m¨¢s cercano al nuestro
En febrero de este a?o, otro equipo detect¨® una superfulguraci¨®n en Pr¨®xima Centauri 10 veces m¨¢s potente que cualquiera que se hubiese observado en el Sol. Este comportamiento tan violento de las enanas rojas obliga a redefinir qu¨¦ es la zona habitable de un exoplaneta, pues a pesar de estar a la distancia apropiada de un astro, las emanaciones de las enanas rojas pueden hacer que el ox¨ªgeno, el hidr¨®geno y otros compuestos esenciales para formar agua y sustentar vida sean eliminados de la atm¨®sfera a trav¨¦s de procesos similares a los observados en Pr¨®xima Centauri.
La radiaci¨®n ultravioleta en la superficie de Pr¨®xima b es 100 veces mayor de la que pueden soportar la mayor¨ªa de microbios terrestres, se?ala el estudio reci¨¦n publicado. ¡°En Pr¨®xima b, la vida tal y como la conocemos en la Tierra no se podr¨ªa haber desarrollado, pues los niveles de radiaci¨®n ultravioleta son muy altos debido a la falta de ozono. Los seres multicelulares incluidos los vertebrados sufrir¨ªan demasiados da?os en el ADN y quemaduras como para sobrevivir en la superficie¡±, razona Fors. ¡°Por lo que hemos observado la habitabilidad de este planeta es bastante restringida, al menos en la superficie, pero no podemos cerrar totalmente la puerta, pues la vida es muy adaptable¡±, a?ade Fors. Hay un dato para la esperanza. La Deinococcus radiodurans, la bacteria m¨¢s resistente a la radiaci¨®n ultravioleta de la Tierra, podr¨ªa sobrevivir a la superfulguraci¨®n de Pr¨®xima Centauri, seg¨²n el trabajo.
"Este estudio es fascinante porque resalta lo muy poco que sabemos del sistema planetario m¨¢s cercano al nuestro¡±, opina Meredith MacGregor, astr¨®noma de la Instituci¨®n Carnegie para la Ciencia (EE UU) y coautora del estudio sobre la llamarada de Pr¨®xima Centauri captada este a?o. ¡°Debido a que Pr¨®xima b no parece transitar frente a su estrella, a¨²n no sabemos si tiene agua, atm¨®sfera o campo magn¨¦tico, elementos que podr¨ªan proteger la superficie de los peligros de la radiaci¨®n a altas energ¨ªas. Los nuevos telescopios gigantes que se est¨¢n construyendo, como el Magallanes y el E-ELT, podr¨ªan obtener im¨¢genes directas del planeta, y el Telescopio Espacial James Webb puede decirnos antes si Pr¨®xima b tiene una atm¨®sfera. Aunque los pron¨®sticos de que haya vida son bastante oscuros, Pr¨®xima b sigue siendo el sistema planetario m¨¢s pr¨®ximo, as¨ª que si realmente queremos hacer realidad un viaje interestelar este sigue siendo el destino m¨¢s realista¡±, a?ade MacGregor.
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