Esta fue la ley que cambi¨® Par¨ªs y que otras ciudades quieren emular
La capital francesa fue una de las primeras en Europa en aprobar una ley que permiti¨® el cultivo de huertos urbanos en el ¨¢rea municipal
En 2015, Par¨ªs era concebida como una ciudad depredadora de recursos. Hasta que lleg¨® la econom¨ªa circular, el nuevo paradigma econ¨®mico basado en la reutilizaci¨®n y el reciclaje.
Desde la alcald¨ªa nacieron distintas iniciativas para fomentar un ecosistema donde todo se pudiese transformar y nada se perdiera, para proteger las zonas verdes urbanas y a la vez, promover el desarrollo de m¨²ltiples actuaciones ecol¨®gicas en la ciudad. Entre ellas, la agricultura urbana fue la que se potenci¨® para favorecer la ecoconcepci¨®n (una soluci¨®n dirigida a reducir los impactos sobre el medioambiente), la ecolog¨ªa industrial (uso racional de la energ¨ªa) y la econom¨ªa de la funcionalidad.
El 30 de junio de 2015 se aprob¨® una ley mediante la cual todo ciudadano pod¨ªa reverdecer su entorno m¨¢s inmediato. Se instigaba, en cierta manera, la creaci¨®n de huertos urbanos utilizando elementos ya existentes, como ¨¢rboles, muros, fachadas¡ con el objetivo de conseguir para 2020 que un cuarto de la superficie de la ciudad fueran ¨¢reas verdes.
La ejecuci¨®n de estos objetivos est¨¢ siendo complementada por una serie de iniciativas ciudadanas, entre ellas la conocida como Le Permis de V¨¦g¨¦taliser (Permiso para plantar), en la que los habitantes pueden convertirse en jardineros de sus barrios. Para poder formar parte de esta iniciativa, es necesario solicitar una licencia en cualquier municipio y firmar un documento conforme el usuario se comprometa a mantener el huerto plantado. Tambi¨¦n es necesario utilizar m¨¦todos sostenibles evitando el uso de pesticidas t¨®xicos y asegurar que la vegetaci¨®n mejora la est¨¦tica del lugar cultivando plantas locales. A cambio, el Gobierno ofrece la posibilidad de una asesor¨ªa y otorga un equipo de siembra con semillas y tierra vegetal.
Seg¨²n datos oficiales, los municipios han otorgado m¨¢s de 1.400 licencias a sus habitantes, quienes han aprovechado para cultivar plantas arom¨¢ticas en peque?as zonas ajardinadas as¨ª como ¨¢rboles frutales.
Siguiendo la misma l¨ªnea, destacan otras iniciativas urbanas como el plan Paris culteurs para conseguir una capital con m¨¢s de 100 hect¨¢reas verdes en las cubiertas y fachadas de Paris. En un principio, este plan consisti¨® en que arquitectos, urbanistas, artistas, jardineros y distintas organizaciones de la sociedad civil de cualquier parte del mundo entregaran ideas para construir nuevos jardines y ¨¢reas verdes.
En este proyecto, lanzado en 2016, se postularon un total de 144 iniciativas para enverdecer distintos edificios parisinos (tanto p¨²blicos como privados), y quedaron 33 clasificados, lo que impuls¨® a crear una nueva convocatoria en 2017.
Uno de los ganadores fue Didot (14E), pensado para habilitar huertos en la azotea de un complejo residencial del distrito 14. Tal como indica la propuesta, su implementaci¨®n estimar¨ªa la producci¨®n de un total de 17 toneladas de verduras anuales que estar¨ªan a la venta al p¨²blico. Adem¨¢s, esta iniciativa conllevar¨ªa la creaci¨®n de nuevos puestos de trabajo y la reutilizaci¨®n del agua del edificio.
As¨ª como Par¨ªs ya ha puesto en marcha el plan de reverdecer la ciudad, esta medida es una m¨¢s en la lista de propuestas sostenibles aprobadas en distintas ciudades europeas. De una manera similar, el Ayuntamiento de Barcelona ha impulsado la renaturalizaci¨®n de la ciudad as¨ª como su compromiso por el clima, estableciendo como objetivo incrementar en un metro cuadrado de superficie verde por habitante para 2030; es decir, se plantea que habr¨¢ 44 nuevas hect¨¢reas de flora en la ciudad.
Es evidente que son las grandes ciudades las que se ven expuestas a mayores problemas ambientales. Y, en cierta manera, est¨¢ en nuestras manos tomar medidas para revertir el impacto sobre el entorno m¨¢s inmediato.
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