?Tomas bien tus medicinas?
La mitad de los enfermos con un tratamiento m¨¦dico no lo sigue de forma adecuada. La adherencia terap¨¦utica adecuada es crucial para progresar en materia de salud
Don Samuel tiene 71 a?os y no hace mucho que padeci¨® un derrame cerebral. Aunque no le han quedado secuelas f¨ªsicas importantes, debe vigilar de por vida su presi¨®n arterial, comer sano, hacer ejercicio, someterse a an¨¢lisis sangu¨ªneos peri¨®dicos y consumir a diario una serie de medicamentos para impedir otra obstrucci¨®n sangu¨ªnea en el cerebro. Uno de ellos viene acompa?ado por una hoja con peque?os gr¨¢ficos que van mostrando qu¨¦ fracci¨®n debe tomar diariamente. ?l hace caso omiso de esa hoja ya que desconoce para qu¨¦ sirve. Es su tercer mes de tratamiento y no ha seguido las indicaciones de dosis diferenciadas en el consumo diario de su medicina. Don Samuel est¨¢ en situaci¨®n de alto riesgo.
A inicios del a?o 2000 la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) subrayaba que, mientras casi un tercio de la poblaci¨®n mundial no tiene acceso a medicinas consideradas esenciales, la mitad de los que s¨ª lo tienen, las consume de forma incorrecta. Y la situaci¨®n no ha mejorado.
Tomar los medicamentos necesarios, cuando corresponde y en las dosis adecuadas es fundamental para la eficacia de un tratamiento. Pero esto es solo una parte de un fen¨®meno mucho m¨¢s amplio, el de la adherencia terap¨¦utica. Definida por la OMS como el grado de consistencia de un paciente con las recomendaciones del m¨¦dico, incluye no solo la ingesta de medicamentos, sino tambi¨¦n el r¨¦gimen alimentario y otras pr¨¢cticas recomendadas en el estilo de vida. El ¨¦xito de un tratamiento depende en buena medida de esa adherencia, especialmente con enfermedades de larga duraci¨®n.
Sin embargo, la mitad de las personas diagnosticadas con al menos una dolencia cr¨®nica suspende sus tratamientos antes de que concluyan y una de cada diez hospitalizaciones de adultos mayores se debe a la no adherencia a la terapia farmacol¨®gica. Diversos estudios sostienen que detr¨¢s puede haber m¨²ltiples causas, como el coste de los medicamentos, las dificultades de acceso a los mismos, los fallos en las redes de suministro, la complejidad y duraci¨®n de las terapias, el temor a los efectos secundarios o las expectativas incumplidas de cura inmediata.
Los costes asociados a medicamentos en los pa¨ªses de la OCDE han sido estimado en casi el 20% del total en salud
La gravedad del problema se manifiesta en todos los niveles. Los gobiernos llevan a?os haciendo esfuerzos ingentes para mejorar el acceso y el uso racional de las medicinas mediante la creaci¨®n de seguros p¨²blicos que cubran los gastos farmac¨¦uticos, a trav¨¦s de mejoras en el suministro que aseguren el abastecimiento y la dispensa en los centros de salud y adoptando regulaciones que combinen criterios de seguridad y eficacia terap¨¦utica. En el nivel de la atenci¨®n al paciente buscan promover la adecuada prescripci¨®n por parte del personal de salud, especialmente en la atenci¨®n primaria.
Sin embargo, todas estas medidas no son suficientes para asegurar resultados adecuados. Seg¨²n datos publicados por la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE), se constata que no para de crecer, especialmente el de aquellos indicados para tratar la hipertensi¨®n, la diabetes o la depresi¨®n. La mayor presencia de enfermedades cr¨®nicas en un contexto de envejecimiento progresivo de la poblaci¨®n trae consigo un aumento de la demanda de medicamentos para el tratamiento de estas patolog¨ªas. Pero, adem¨¢s, genera presiones en los sistemas de salud, no ¨²nicamente porque reclaman nuevas respuestas sanitarias, sino por los costes que implican.
El impacto econ¨®mico de las enfermedades no transmisibles en los pa¨ªses de ingresos bajos y medios ha sido estimado en 500.000 millones de d¨®lares anuales, cifra equivalente al 4% de su Producto Interior Bruto (PIB). Los costes asociados a medicamentos no se quedan atr¨¢s: tomando solo como referencia los datos disponibles para los pa¨ªses de la OCDE, el gasto farmac¨¦utico ha sido estimado en casi el 20% del total en salud. Algo similar sucede en el presupuesto de los hogares de los pa¨ªses desarrollados, cuyo gasto en productos farmac¨¦uticos, junto con el pago por atenci¨®n ambulatoria, representa el principal rubro asumido por sus gastos de bolsillo.
Mientras los progresos cient¨ªficos y tecnol¨®gicos descubren nuevas terapias y tratamientos y se progresa en la universalizaci¨®n de los mismos, cada d¨ªa se hace m¨¢s importante lograr mayores adherencias terap¨¦uticas. La aplicaci¨®n de las ciencias del comportamiento podr¨ªa ayudar a entender este fen¨®meno. Analizar de manera rigurosa los modelos de atenci¨®n al paciente para valorar si son realmente efectivos a la hora de asegurar la adherencia y considerar las diferentes causas de adherencia y deserci¨®n en colectivos espec¨ªficos permitir¨¢n extraer conclusiones y generar las respuestas adecuadas.
Patricia Jara es especialista l¨ªder de la divisi¨®n de salud y protecci¨®n social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
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