Andreu World, las sillas valencianas que tienen en Facebook y Harvard
De las oficinas de Netflix al estadio de los Yankees. Del restaurante de la ?pera de Londres a la Universidad de Yale. Las creaciones de la firma valenciana Andreu World conquistan enclaves exquisitos.
Tres horas dura la degustaci¨®n del men¨² en el restaurante Azurmendi, el tres estrellas del chef Eneko Atxa en Larrabetzu (Bizkaia). Los platos van y vienen. Tambi¨¦n las copas de vino. Y los camareros con sus elegantes movimientos. Solo el cuerpo de los comensales permanece inm¨®vil sobre su asiento. Cuenta el cocinero en el libro Comer bien sentado que buscaron una silla elegante y sobria, acorde con el estilo del local. Una silla c¨®moda y dise?ada para olvidar su existencia, para dejar que su inquilino se centre en lo importante: la comida. Un modelo de la firma valenciana Andreu World.
Andreu World era un peque?o taller en 1955. Hoy exporta el 80% de su producci¨®n a 70 pa¨ªses y genera 515 empleos
Ese equilibro entre lo est¨¦tico y lo funcional y su capacidad para adaptarse a los gustos y necesidades del cliente han convertido esta empresa en un referente internacional del dise?o. Naci¨® en 1955 como un peque?o taller de madera. Hoy genera 515 empleos directos e indirectos, exporta el 80% de su producci¨®n a 70 pa¨ªses y factura en torno a 50 millones de euros al a?o. Su mobiliario decora los espacios m¨¢s privilegiados del planeta: restaurantes laureados como el Sake (Australia) o el Dos Palillos (Barcelona); las oficinas de Google, Twitter y Facebook, o las universidades de Princeton y Harvard. Tiene showrooms por medio mundo, desde EE UU hasta Jap¨®n, pero su cuartel general contin¨²a en su ciudad de origen.
El olor a serr¨ªn y el ruido de la maquinaria envuelven los 60.000 metros cuadrados de esta central de Alaqu¨¤s (Valencia). La madera sigue siendo el material insignia de la empresa, con el que todav¨ªa fabrican el 50% de sus colecciones. La traen desde los C¨¢rpatos de Ucrania, donde aseguran que todo lo que se tala se replanta. All¨ª secan los troncos, tallan las piezas y las env¨ªan a Valencia. Ya en Espa?a, se montan, se barnizan y se tapizan. Todo a mano. Es en este espacio donde se construyen cada una de las 240.000 sillas y 60.000 mesas que producen al a?o; desde aqu¨ª se env¨ªan los pedidos a cualquier rinc¨®n del mundo, y es tambi¨¦n aqu¨ª donde Juan Tanco se siente en casa. Este ebanista de 66 a?os se acaba de jubilar como director de producci¨®n. Empez¨® en la compa?¨ªa a los 14 como aprendiz de su fundador, Francisco Andreu. Y permaneci¨® a su lado durante los siguientes 50, hasta que en 2017 su maestro y amigo falleci¨®. Juntos vivieron la transformaci¨®n de la compa?¨ªa y vieron c¨®mo aquel ¡°tallerucho¡± (¡°as¨ª lo llamaba Paco¡±, recuerda Tanco) recib¨ªa el Premio Nacional de Dise?o en 2007, tras reformar sus oficinas con motivo del 50? aniversario.
Una silla de comedor como la Carola ronda los 600 euros, y una de despacho como la Flex, los 1.000. ¡°Apostamos por art¨ªculos atemporales y resistentes, que garanticen su durabilidad. Y buscamos ideas que gusten en todo el mundo, tanto en lo est¨¦tico como en lo funcional¡±, dice el director de dise?o, Sergio Chismol. La mayor¨ªa de sus 50 colecciones incluyen todo tipo de asientos, de banquetas a sof¨¢s. Cuentan con un cat¨¢logo de 3.000 telas, aunque el cliente puede llevar la suya propia. ¡°Las combinaciones son infinitas¡±, comenta Tanco.
Se tardan dos a?os en fabricar una silla de Andreu World, desde el secado de la madera hasta su tapizado final
Se tardan casi dos a?os en fabricar una sola silla de madera Andreu World. ¡°Seguimos secando los troncos de manera natural, lo que lleva meses. No aceleramos el proceso artificialmente porque con 50 a?os de experiencia sabemos que hacerlo puede restarle calidad¡±, explica Juan Tanco con el esqueleto de una silla en sus manos. Para otras tareas, sin embargo, el fundador, Francisco Andreu, apost¨® por maquinaria de ¨²ltima generaci¨®n. ¡°Solo para rematar esta pata hac¨ªan falta 12 pasos. Ahora tenemos un aparato que los re¨²ne todos¡±. Con la introducci¨®n en 2010 de nuevos materiales, como el termopol¨ªmero, esa inversi¨®n en maquinaria dio un salto exponencial. Hoy utilizan impresoras 3D para reproducir los dise?os y estudiar su viabilidad. Y deben adquirir o crear los moldes de las sillas, que suelen ser caros. ¡°El de la Sail, uno de nuestros ¨¦xitos, super¨® los 300.000 euros. Pero se rentabiliza a largo plazo, porque con ¨¦l haces tantas sillas como quieras¡±.
La fase final, la del tapizado, implica otro importante desembolso. ¡°Creamos m¨¢quinas espec¨ªficas que faciliten ciertas tareas, por ejemplo, de corte y confecci¨®n¡±, se?ala Tanco. En estos departamentos, cada detalle cuenta. Cuando el equipo de costura termina un patr¨®n, su coordinadora, Lorena Collado, lo lleva a la secci¨®n de tapicer¨ªa para comprobar que la funda encaja en la silla al mil¨ªmetro. Y repite esta acci¨®n con cada uno de los 500 patrones que producen a diario, tantos como sillas se montan. ¡°Aqu¨ª todo se prueba. Como en una sastrer¨ªa¡±.
Las colecciones de prestigiosos creadores, como Patricia Urquiola, refuerzan la imagen de marca de Andreu World
La etapa de dise?o tambi¨¦n se puede prolongar en el tiempo. Como ocurri¨® con una de sus ¨²ltimas piezas: la silla Nuez, de Patricia Urquiola. ¡°Todo un desaf¨ªo t¨¦cnico¡±, recuerda el director creativo. Parec¨ªa imposible fabricarla por el acabado rugoso que buscaban, pero encontraron una empresa italiana que les ayud¨® a desarrollar un nuevo sistema de inyecci¨®n para conseguirlo. Despu¨¦s de tres a?os de trabajo, la silla Nuez acaba de salir al mercado por 400 euros. ¡°Esa inversi¨®n de tiempo y dinero resulta imprescindible para mantenerse a la vanguardia¡±, resume Chismol. Por eso reinvierten el 100% de los beneficios. ¡°Ni siquiera se reparten dividendos a final de a?o¡±, destaca Jes¨²s Linares, consejero delegado de la empresa y ¨²nico accionista que no tiene el apellido Andreu. ¡°El 95% de la compa?¨ªa sigue siendo familiar, y la idea es que siga as¨ª¡±, explica Linares. Los dos hijos de Andreu forman parte del consejo de administraci¨®n, pero no del de gesti¨®n. Si quisieran hacerlo, tendr¨ªan que contar con cinco a?os de experiencia en otra empresa del sector. As¨ª lo dej¨® establecido su padre. ¡°Algunos nietos de Francisco se est¨¢n preparando para ello¡±.
Cuando en los a?os setenta Andreu decidi¨® convertir su f¨¢brica en una empresa de dise?o, no se conform¨® con tener su propio equipo creativo. Tambi¨¦n encarg¨® colecciones a dise?adores y arquitectos de referencia. Hoy, en las oficinas de Valencia cuelgan fotograf¨ªas de cada uno, de Jasper Morrison a Nancy Robbins. Su vinculaci¨®n con ellos ha reforzado la imagen de calidad que siempre busc¨® su fundador. En 2001, la compa?¨ªa ya se hab¨ªa consolidado en el mercado europeo, y Andreu quiso darle una estructura m¨¢s profesional. Contrat¨® entonces a Jes¨²s Linares como director general. El ingeniero puso en marcha medidas para incrementar el prestigio de la firma, como la creaci¨®n del Concurso Internacional de Dise?o Andreu World, considerado como uno de los cert¨¢menes con mayor proyecci¨®n internacional para j¨®venes talentos. Y ha llevado la firma a cada rinc¨®n del planeta. ¡°Qui¨¦n nos iba a decir a los que empezamos con Paco en el taller que nuestras sillas llegar¨ªan tan alto¡±, concluye Juan Tanco. ¡°Es un orgullo¡±.
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