?Qui¨¦n responder¨¢ por estas muertes?

En abril de 2012 el Gobierno de Espa?a volatiliz¨® la universalidad del sistema nacional de salud. La aprobaci¨®n del Real Decreto-Ley 16/2012 exclu¨ªa casi completamente del sistema a los inmigrantes en situaci¨®n irregular y condicionaba el derecho a la sanidad del resto de los ciudadanos a su situaci¨®n laboral. Nueve comunidades aut¨®nomas ¨Cincluyendo alguna del propio Partido Popular¨C se negaron en aquel momento a aplicar el conjunto de estas restricciones y en marzo de 2015 el Gobierno rectific¨® parcialmente devolviendo a los inmigrantes el derecho a la atenci¨®n primaria ¡°para no saturar las urgencias¡±, por ¡°cuestiones de salud p¨²blica¡± y porque ¡°es m¨¢s pr¨¢ctico¡±. Todo muy veterinario.

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La mortalidad entre sin papeles sube un 15% desde la reforma sanitaria

Miles de personas, sin embargo, han acabado convirti¨¦ndose en monumentos estad¨ªsticos a una reforma cuyas consecuencias pueden ser generacionales. Las razones est¨¢n explicadas de forma contundente en esta pieza de Lola Hierro para nuestro primo-hermano Migrados: en ella comenta un trabajo publicado hace pocas semanas por tres investigadores espa?oles (Arnau Juanmarti, Guillem L¨®pez y Judit Vall) donde se calcula que la restricci¨®n del acceso a la sanidad increment¨® en un 15% la mortalidad de los inmigrantes sin papeles a lo largo de tres a?os.

Aunque sus conclusiones son consistentes con otros estudios que han comenzado a documentar los efectos de estos recortes, el enfoque elegido resulta especialmente demoledor: los n¨²meros que se aprecian en el gr¨¢fico adjunto no solo muestran un brusco cambio de tendencia en la evoluci¨®n de la mortalidad entre inmigrantes irregulares, sino que, a partir de la reforma, sus niveles medios est¨¢n por encima de una poblaci¨®n nativa o regular considerablemente m¨¢s envejecida.

Ni el Gobierno, ni el Partido Popular, ni Ciudadanos han dado explicaci¨®n alguna por este desaguisado ¨¦tico y pr¨¢ctico.

Cada uno de estos datos pone negro sobre blanco la irresponsabilidad de unas medidas que fueron tomadas sin ofrecer una justificaci¨®n razonada o un debate p¨²blico informado sobre sus implicaciones sanitarias, econ¨®micas y sociales. La pregunta ahora es si alguien va a ofrecer explicaciones por este desaguisado. No las han dado el Gobierno ni el Partido Popular, pese a que este ¨²ltimo ha ido reculando discretamente en alguno de sus fortines, como Madrid. Tampoco lo ha hecho Ciudadanos, que apoy¨® sin matices una reforma en donde se mezclaron groseramente conceptos enga?osos (como el supuesto ¡°turismo sanitario¡± de los inmigrantes) y se omitieron datos esenciales (como el n¨²mero real de individuos en situaci¨®n irregular).

No es un asunto menor. La reforma cruz¨® un punto de no retorno en el que un derecho fundamental como el de la salud queda sujeto a una condici¨®n circunstancial como el pasaporte de un individuo. El hecho de que solo otros cinco pa¨ªses de la UE garanticen el acceso universal a la sanidad de todos los miembros de una sociedad, con independencia de su situaci¨®n legal, no deber¨ªa constituir una excusa para ir hacia atr¨¢s, sino todo lo contrario. Estamos tan orgullosos de un sistema sanitario justo e igualitario, adem¨¢s de excelente, que nos gustar¨ªa recuperarlo. Es lo que un breve pero contundente editorial the The Lancet acaba de describir como "aflojar la soga" que se coloc¨® en el cuello de los espa?oles. Ese es hoy el compromiso de todos los grupos parlamentarios de la oposici¨®n (con excepci¨®n de Ciudadanos, claro est¨¢) y la realidad en las comunidades aut¨®nomas donde el Partido Popular ha perdido el poder, como Valencia.

No hay posibilidad alguna de cumplir el ODS 3 sobre salud sin corregir una medida que vulnera la idea misma de Cobertura Universal de Salud.

Y algo m¨¢s: cuando se pregunten para qu¨¦ sirve el artificio ret¨®rico y pol¨ªtico de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, piensen en este asunto. Porque la Agenda 2030 fue concebida para forzar a los pa¨ªses a corregir precisamente este tipo de distorsiones. Lamentablemente, nada de todo esto aparece reflejado en el borrador del Plan Nacional para su implementaci¨®n, cuyos contenidos comentamos en este blog recientemente. Como cualquier otro tema que le incomode, el Gobierno ha optado por esconderlo debajo de la alfombra. Por eso conviene ser claros: no hay posibilidad alguna de cumplir el ODS3 sobre salud sin corregir esta aberraci¨®n ¨¦tica y pr¨¢ctica que vulnera la idea misma de Cobertura Universal de Salud. Y todos, empezando por sus pares en la ONU, deber¨ªamos exig¨ªrselo.