Las cifras del desperdicio de comida

Educar las preferencias de los consumidores es vital para mejorar la nutrici¨®n. Pero, ?qu¨¦ hay de las cantidades? ?Sabemos comprar? Ya hemos mencionado en otros cap¨ªtulos la escandalosa cifra de la p¨¦rdida y el desperdicio mundial de alimentos: seg¨²n la FAO cada a?o 1.300 millones de toneladas de comida acaban en la basura, un tercio de la producci¨®n total. Ning¨²n pa¨ªs es capaz de no desperdiciar alimentos, todos lo hacemos en proporciones similares. Sin embargo, dependiendo de los ingresos de cada pa¨ªs, la p¨¦rdida y el desperdicio de alimentos se produce en unos puntos de la cadena alimentaria o en otros.

En Europa, los Estados Unidos, el Jap¨®n, China y Australia el mayor desperdicio de alimentos ocurre durante la distribuci¨®n y en el ¨²ltimo eslab¨®n de la cadena, el consumidor ¨Ccompramos m¨¢s de lo que podemos comer y a menudo dejamos que la comida caduque en nuestra nevera-. Tambi¨¦n regulaciones a menudo creadas para resolver otros problemas provocan fuertes desperdicios ¨Cpor ejemplo, las subvenciones a la producci¨®n de algunos productos que favorecen un excedente que no llega ni siquiera a recolectarse¨C.

En cambio, en los pa¨ªses de ingresos bajos la p¨¦rdida de alimentos se produce en pr¨¢cticamente todos los eslabones de la cadena alimentaria, desde la producci¨®n al almacenamiento o el transporte. La raz¨®n suele estar relacionada con infraestructuras deficientes, tecnolog¨ªas obsoletas y falta de recursos para invertir en la producci¨®n. Tambi¨¦n se producen grandes p¨¦rdidas debido a la meteorolog¨ªa y a la incertidumbre de los mercados. En ?frica, por ejemplo, se pierden anualmente 13 millones de toneladas de cereales durante las operaciones posteriores a la cosecha, el 15% de su producci¨®n total.

Las p¨¦rdidas se definen como ¡°la disminuci¨®n de la cantidad o calidad de los alimentos¡±. En concreto son los productos agr¨ªcolas o pesqueros destinados al consumo humano que no llegan a consumirse o que han perdido calidad, algo que se refleja en su valor nutricional, econ¨®mico e inocuidad alimentaria. Una parte importante de esas p¨¦rdidas de alimentos es el desperdicio, es decir, son alimentos inicialmente destinados al consumo y que son desechados o utilizados de forma alternativa (no alimentaria) ¨Cya sea por elecci¨®n o porque se haya dejado que se estropeen o caduquen por negligencia¨C.

Las estimaciones indican que la energ¨ªa desperdiciada durante estas p¨¦rdidas y desperdicios de alimentos representar¨ªa m¨¢s del 10% del total de la energ¨ªa consumida a nivel mundial en la producci¨®n de alimentos. A esto habr¨ªa que sumar la huella ambiental por la generaci¨®n de emisiones de gases de efecto invernadero y el desperdicio de los recursos naturales utilizados durante su producci¨®n. En definitiva, la p¨¦rdida de alimentos es uno de los eslabones negros que dificultan la transformaci¨®n de las cadenas de valor alimentarias en sostenibles.

Esta infograf¨ªa y el texto que la acompa?a son extractos del quinto libro de la colecci¨®n El estado del planeta, editada conjuntamente por la FAO y EL PA?S. Cada domingo se puede conseguir en quioscos y, adem¨¢s, por correo electr¨®nico y aqu¨ª en EL PA?S.

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