Por qu¨¦ un m¨¦dico chino puede llegar a ser atacado con un sable
China reforma su sistema de seguridad social para acercarse a la universalidad. Pero los retos para proporcionar sanidad a 1.300 millones de personas son innumerables
Ir al m¨¦dico en China suele ser una experiencia poco grata. Debido a la gran diferencia en la calidad del servicio y en el personal existente entre ambulatorios y hospitales, una gran parte de la poblaci¨®n prefiere acudir a los segundos, aunque eso suponga pagar m¨¢s de su bolsillo. As¨ª, en los principales centros sanitarios del pa¨ªs ¡ªclasificados como AAA¡ª, las colas ante los mostradores de registro pueden alcanzar proporciones b¨ªblicas. Es el primer paso de un proceso tan r¨¢pido (sin apenas listas de espera) como frustrante: los pacientes, que rara vez tienen asignado un m¨¦dico de cabecera, deben decidir a qu¨¦ especialista quieren ver, pagar de antemano por la cita, y esperar su turno durante unas horas para recibir asistencia durante unos minutos.
¡°Estamos desbordados, as¨ª que no podemos dedicar mucho tiempo a cada persona¡±, reconoce un oftalm¨®logo del Hospital Ruijin de Shangh¨¢i, uno de los mejores del pa¨ªs, que pide mantenerse en el anonimato. Las consultas son r¨¢pidas y estresantes: los sanitarios tienen que lidiar con una gran carga de trabajo y con pacientes que no tienen reparo en abrir la puerta y entrar, aunque este se encuentre pasando consulta con otra persona, para mostrarles el resultado de pruebas o hacer preguntas. Y muchos se quedan en el umbral escuchando lo que el doctor dice. En los centros sanitarios chinos, la intimidad todav¨ªa es un concepto for¨¢neo.
Los m¨¦dicos apenas dedican unos minutos a cada enfermo. Y, en la mayor¨ªa de ocasiones, el seguimiento en visitas futuras se hace por otros compa?eros que no conocen el historial, as¨ª que el paciente se ve obligado a repetir una y otra vez los s¨ªntomas de lo que le sucede. En ocasiones, como le ha ocurrido a quien escribe estas l¨ªneas, se entregan diferentes diagn¨®sticos que no tienen nada que ver el uno con el otro. Como reconocen muchos, los errores abundan.
En esta coyuntura, la violencia contra el personal sanitario ha aumentado de forma alarmante. En 2016, un 59,8% hab¨ªa sufrido amenazas e insultos, mientras que el 13,1% aseguraba haber sido agredido f¨ªsicamente. No faltan casos en los que han sido atacados con cuchillos, hachas, e incluso sables. ¡°La situaci¨®n es extremadamente compleja. La desidia de gran parte del personal m¨¦dico y la extraordinaria exigencia de inmediatez del p¨²blico crean un c¨®ctel explosivo que se ve agudizado por la estrategia de hospitales y m¨¦dicos para hacer negocio de forma poco ¨¦tica y por la escasa cobertura del sistema nacional de salud¡±, explica un especialista alem¨¢n que tampoco quiere revelar su identidad.
La inversi¨®n en Sanidad de China todav¨ªa es escasa [en torno al 5,4% del PIB] y resulta imprescindible aumentarla
Todo ciudadano chino tiene derecho a sanidad b¨¢sica. Eso es lo que estipula la ley. Sin embargo, la diferencia entre la teor¨ªa y la realidad es bastante significativa. Actualmente, m¨¢s de 1.000 millones de ciudadanos chinos est¨¢n cubiertos por alguno de los dos tipos de seguridad social: el sistema urbano ¡ªen el que se han fusionado el seguro de trabajadores y el de residentes¡ª, y el sistema cooperativo rural, creado en 2003 y que abarca ya al 90% de la poblaci¨®n fuera de las zonas urbanas. No obstante, eso no quiere decir que una enfermedad no pueda arruinarlos, ya que ambos modelos combinan sistemas de copago y de reembolso, con m¨¢ximos determinados por cada provincia o ciudad, que rara vez cubren el total de las facturas m¨¦dicas. Actualmente, el subsidio m¨¦dico p¨²blico por persona est¨¢ en 490 yuanes (65 euros) al a?o, mientras que el gasto en sanidad per c¨¢pita asciende a casi 550 euros.
De esta forma, incluso quien est¨¦ asegurado puede terminar en bancarrota si tiene la desgracia de sufrir una enfermedad grave como el c¨¢ncer, la m¨¢s temida entre los chinos. ¡°Las coberturas var¨ªan much¨ªsimo entre provincias, ciudades, e incluso pueblos, y son insuficientes para la poblaci¨®n m¨¢s desfavorecida¡±, apunta Snow Zhou, vicedecano de la China-Europe International Business School (CEIBS), que el pasado 12 de mayo organiz¨® el XIV Foro Anual sobre el Sistema Sanitario Chino. Un evento en el que se dieron cita expertos, tanto del Gobierno como del sector privado, para debatir sobre los problemas que lastran al modelo chino y tratar de buscar soluciones.
¡°No es f¨¢cil¡±, reconoci¨® Wu Jinglei, director de la Comisi¨®n Municipal de Sanidad y Planificaci¨®n Familiar de Shangh¨¢i. ¡°La inversi¨®n en Sanidad en el pa¨ªs todav¨ªa es escasa [en torno al 5,4% del PIB] y resulta imprescindible aumentarla para ofrecer una cobertura b¨¢sica universal y adecentar la infraestructura m¨¦dica en zonas desfavorecidas. Tambi¨¦n hay que mejorar la gesti¨®n de los hospitales, el equipamiento, y, sobre todo, el capital humano en los centros sanitarios m¨¢s peque?os¡±, enumer¨® Wu.
El principal problema, coinciden los expertos, es que el sistema hace que los mejores hospitales est¨¦n saturados mientras los ambulatorios y las cl¨ªnicas permanecen vac¨ªos. ¡°La poblaci¨®n no tiene confianza en los m¨¦dicos y en la tecnolog¨ªa de estos centros primarios, y los propios sanitarios tampoco est¨¢n incentivados para buscar empleo en ellos. As¨ª, nos encontramos con pacientes que van a un hospital Triple-A para tratar una gripe, aunque el seguro no se lo cubra. Por el contrario, si fuesen al ambulatorio podr¨ªan reembolsar hasta el 95% del coste¡±, apunt¨® Wu. Muchos incluso viajan lejos de su lugar de origen para recibir asistencia sanitaria que se ofrece en su zona: el 17% de ellos la busca en Shangh¨¢i, el principal destino m¨¦dico de la ciudadan¨ªa china.
En parte, la desconfianza de la poblaci¨®n est¨¢ relacionada con la forma en la que se financian buena parte de los centros m¨¦dicos. El 47% de los ingresos por parte de pacientes externos y el 37% de los que permanecen ingresados procede de la venta de medicamentos, una v¨ªa que tambi¨¦n ha servido para determinar parte de la remuneraci¨®n de los doctores, eso explica que los centros propicien el exceso de medicaci¨®n ¡ªChina se encuentra entre los pa¨ªses que m¨¢s antibi¨®ticos consume¡ª y la realizaci¨®n de pruebas m¨¦dicas innecesarias. ¡°La reforma sanitaria tiene que estar centrada en los intereses de la poblaci¨®n, no en las necesidades econ¨®micas de los hospitales¡±, sentencia Wu.
¡°Adem¨¢s, las reformas tienen que responder a los grandes retos derivados del r¨¢pido envejecimiento de la poblaci¨®n (el 9,6% ya tiene m¨¢s de 65 a?os), del aumento de las enfermedades cr¨®nicas y de afecciones antes poco habituales (el 7% de la poblaci¨®n es obesa y el 26% fuma), y de la falta de financiaci¨®n p¨²blica, que crece por debajo de lo esperado¡±, a?adi¨® un miembro del Departamento de Investigaciones sobre el Desarrollo Social del Consejo de Estado, que pidi¨® no ser nombrado. ¡°Tambi¨¦n es necesario reducir el crecimiento del precio de los tratamientos, que en los hospitales crece al 9%, por encima del PIB. Eso no es sostenible¡±, apostill¨®.
Seg¨²n las estad¨ªsticas ofrecidas por este investigador, en las provincias centrales y occidentales de China los pacientes todav¨ªa tienen que pagar de su bolsillo en torno al 50% de las facturas m¨¦dicas, lo cual hace que la poblaci¨®n con menor poder adquisitivo, que todav¨ªa no est¨¢ asegurada en un porcentaje importante, sea todav¨ªa m¨¢s vulnerable a las enfermedades. ¡°Adem¨¢s, el conflicto de intereses que existe entre los hospitales y los pacientes hace que las familias gasten mucho dinero incluso en casos en los que no hay ninguna esperanza de curaci¨®n. El gran vuelco que tiene que dar el sistema sanitario chino es pasar de uno que promociona el tratamiento para buscar beneficio econ¨®mico a otro que busca la prevenci¨®n para mejorar la salud de los ciudadanos¡±, afirm¨®.
Los centros propicien el exceso de medicaci¨®n por motivos econ¨®micos y China se encuentra entre los pa¨ªses que m¨¢s antibi¨®ticos consume
Yan Qinghui, subdirector del Departamento de Seguros M¨¦dicos del Ministerio de Seguridad Social y Recursos Humanos, tambi¨¦n propone otorgar al sector privado un papel m¨¢s relevante en el sistema sanitario chino. ¡°Es evidente que la cobertura b¨¢sica no es suficiente para satisfacer las necesidades de la poblaci¨®n, as¨ª que debemos buscar la forma de implicar a los seguros privados para completarla¡±, propuso en lo que, sin duda, parece una contradicci¨®n en un pa¨ªs liderado por el Partido Comunista.
A pesar de las grandes dificultades a las que se enfrenta, China es uno de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo con mejor sistema de salud. ¡°Hasta la d¨¦cada de 1980 no tuvimos recursos para ponerlo en marcha. Comenzamos con la construcci¨®n de peque?os centros sanitarios y fuimos avanzando con grandes inversiones hasta tener una infraestructura completa. En 1990, solo el 18% de los sanitarios chinos ten¨ªan una licenciatura, y su n¨²mero era de apenas 1,9 millones¡±, record¨® Zhang Zhongjiu, director general del Bur¨® de la Administraci¨®n M¨¦dica en la Comisi¨®n Nacional de Sanidad. ¡°Ahora, sin embargo, por cada 1.000 habitantes tenemos 1,9 m¨¦dicos, el 90% con estudios universitarios (el 10% restante son los m¨¢s mayores que no pudieron recibir una formaci¨®n reglada porque comenzaron en la era de la Revoluci¨®n Cultural) y 40 camas. As¨ª que, ahora, tenemos que centrarnos en lograr que la pr¨®xima revoluci¨®n sea cualitativa y no cuantitativa¡±.
Ramakrishna S. Velamur, profesor de Emprendimiento en CEIBS, sostiene que ¡°China es una excepci¨®n en el mundo en v¨ªas de desarrollo¡±, y las estad¨ªsticas le dan la raz¨®n. Por ejemplo, ha alcanzado una esperanza de vida similar a la de Estados Unidos con una renta per c¨¢pita muy inferior, y las tasas de supervivencia en pacientes de enfermedades graves han aumentado notablemente durante la ¨²ltima d¨¦cada y se van acercando a las del mundo desarrollado. No obstante, Wu sostiene que, si China quiere ser una potencia mundial, "su sistema sanitario debe estar a la altura", y para ello subraya la necesidad de "formar m¨¢s talento y alcanzar est¨¢ndares ¨¦ticos muy superiores a los actuales".
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