El calvario de un ghan¨¦s que quiere frenar la emigraci¨®n
Ousman Umar acaba de terminar un m¨¢ster tras sobrevivir a cinco a?os de traves¨ªa para llegar en patera a Espa?a, pero ahora busca disuadir a sus compatriotas de seguir sus pasos
Para muchos migrantes, Ousman Umar puede ser un referente: acaba de terminar un m¨¢ster tras sobrevivir a cinco a?os de traves¨ªa para llegar en patera a Espa?a. Pero ahora este ghan¨¦s busca disuadir a sus compatriotas de seguir sus pasos. "Yo soy solo un 0,01%. Un 95% muere en el camino y de los que llegamos, solo un 1% conseguimos integrarnos en la vida europea", asegura este treinta?ero durante una entrevista en el puerto de Badalona, justo al norte de Barcelona, su ciudad de acogida. "A m¨ª, que he pasado de ser casi analfabeto a cursar un m¨¢ster, me ha tocado la loter¨ªa", a?ade.
Seg¨²n el proyecto Missing Migrants de la Organizaci¨®n Internacional de las Migraciones, 11.220 personas han muerto en la ruta migratoria por el Mediterr¨¢neo entre 2014 y lo que va de 2018, aunque hay que tener en cuenta que esta es una estimaci¨®n a la baja porque solo se incluyen los datos documentados por Gobiernos, ONG y medios de comunicaci¨®n sobre los fallecidos cuyos cuerpos han sido encontrados y aquellos de los que se presume que han perdido la vida pero no se ha encontrado el cad¨¢ver.
Fundador de la oeneg¨¦ NASCO Feeding Minds, que fomenta la educaci¨®n de j¨®venes en Ghana, acaba de presentar un proyecto con la ONG de socorristas Proactiva Open Arms para evitar que emprendan tan peligroso viaje. Vestido con una americana, camisa blanca y mocasines negros, asegura que ahora no volver¨ªa a hacerlo. "Es demasiado duro", a?ade frente al mar Mediterr¨¢neo, cementerio de muchos africanos que compart¨ªan su sue?o.
Su rostro jovial se ensombrece cuando recuerda la traves¨ªa por el desierto del S¨¢hara, los malos tratos sufridos en Libia o Argelia o la muerte de su mejor amigo. "Esta es una mochila que siempre llevar¨¦. Por eso no quiero que nadie viva lo que he vivido yo", a?ade. La muerte, asegura, le persigue desde su nacimiento en Fiaso, una min¨²scula aldea en la selva tropical de Ghana. Su madre muri¨® en el parto y eso, en su cultura, significa que el ni?o es "maligno" y debe morir. Como su padre era el cham¨¢n de la zona sobrevivi¨® pero a los nueve a?os fue a vivir con un t¨ªo lejano, que le ense?¨® el oficio de soldador.
Cuando ten¨ªa unos 13 a?os ¡ªOusman no sabe a ciencia cierta cuando naci¨®, aunque calcula que fue en febrero de 1988¡ª, decidi¨® marchar a Europa. Contrat¨® a una mafia de tr¨¢fico de migrantes pero fue abandonado en medio del S¨¢hara junto a otros 45 compa?eros antes de llegar a Libia. Estuvo 21 d¨ªas andando, sin apenas agua, bebiendo su propia orina mientras sus acompa?antes fallec¨ªan por el camino. A Libia solo llegaron seis. "La fosa m¨¢s grande no es el mar, es el desierto", asegura.
La fosa m¨¢s grande no es el mar, es el desierto
En el pa¨ªs ¨¢rabe trabaj¨® varios a?os para pagarse el viaje hasta Mauritania, desde donde tom¨® una patera para desembarcar en el archipi¨¦lago espa?ol de las Canarias. En una patera abarrotada, Ousman lleg¨® a su "tierra prometida", la isla de Fuerteventura. Pero en el camino perdi¨® a su amigo Musa, cuya embarcaci¨®n naufrag¨®. "Me promet¨ª que nunca m¨¢s volver¨ªa al agua. Fue una angustia total, no s¨¦ nadar y pensaba que pod¨ªa morir en cualquier momento", recuerda Ousman.
Tras un mes en un centro de inmigrantes, fue enviado a Barcelona, donde hab¨ªa decidido que vivir¨ªa cuando vio por primera vez una televisi¨®n en Ghana y retransmit¨ªan un partido del Bar?a. Tras un mes durmiendo en la calle, un matrimonio con otros tres hijos lo acogi¨® en su casa. "Ese d¨ªa volv¨ª a nacer", afirma 13 a?os despu¨¦s. Aprendi¨® espa?ol y catal¨¢n y se form¨® hasta terminar la semana anterior un m¨¢ster en Direcci¨®n de Cooperaci¨®n Internacional en la prestigiosa escuela de negocios ESADE. Todo ello trabajando en la reparaci¨®n de bicicletas para pagarse sus estudios y los de su hermano Banasco, que se qued¨® en Ghana y gestiona su ONG all¨ª.
Fundada en 2012, NASCO consigue equipos inform¨¢ticos y fomenta la formaci¨®n en nuevas tecnolog¨ªas en cinco escuelas rurales para que los chicos no tengan que emigrar. A partir de ahora, colaborar¨¢ con Proactiva Open Arms, que en tres a?os ha salvado a casi 60.000 migrantes naufragados en el Mediterr¨¢neo. Su proyecto prev¨¦ enviar a estas escuelas, por las que han pasado ya 11.000 alumnos, a compatriotas rescatados por la ONG espa?ola para que cuenten sus duras vivencias. "Queremos explicarles antes de que salgan qu¨¦ es lo que les espera en este largo viaje con personas de su tiera a las que hemos rescatado", explica el fundador de Proactiva, Oscar Camps. "Ousman dice que le ha tocado la loter¨ªa. Pero en la loter¨ªa, si no ganas, te quedas igual. Esto es m¨¢s bien una ruleta rusa", a?ade.
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