Un gol a la desigualdad
La Fundaci¨®n Oscar educa en barriadas pobres de India mediante el deporte. Su ejemplo ha inspirado al espa?ol Juan Mata a fundar 'Common Goal', para que futbolistas profesionales e instituciones cedan parte de sus salarios
¡°La vida no es sino un partido de f¨²tbol¡±, dej¨® escrito el brit¨¢nico Walter Scott. En el barrio marginal de Ambedkar Nagar, en el viejo Bombay, los espacios se achican como la l¨ªnea defensiva del rival en los minutos finales. Los c¨¢ntaros sobre las cabezas driblan hileras de coloridos trapos. Sus portadoras amagan y aceleran, sorteando con juegos de cintura a los encuclillados que defienden las esquinas. Ni?os semidesnudos regatean con gallinas desorientadas que intentan zafarse de sus marcadores. Mientras, las ratas persiguen el efluvio de los laterales, por donde zigzaguean las aguas del monz¨®n arrastrando al contragolpe desechos y enfermedades. Esto es lo que vio el futbolista espa?ol Juan Mata.
¡°El f¨²tbol es mi vida¡±, resume Atisha Saini, de 18 a?os; una de las ni?as que aprendieron a jugar en el slum y que han encontrado en los valores de este deporte la v¨¢lvula de escape para sus peque?as miserias y grandes sue?os. ¡°Quiero ser una profesional¡±, dice la delantera y fan de Messi. ¡°Las ni?as tambi¨¦n podemos llevar pantalones cortos y saltar al campo. La mentalidad de nuestras familias y de la comunidad entera ha cambiado gracias a [la Fundaci¨®n] Oscar¡±, explica, elocuente. Esta organizaci¨®n desarrolla un programa en la barriada que utiliza el f¨²tbol para educar y formar a los chavales, para darles una oportunidad de salir de las calles. El impacto de este proyecto llev¨® a Mata a intentar revolucionar el reparto de los recursos econ¨®micos generados por el deporte rey.
Tras su visita a la Fundaci¨®n Oscar de Bombay el verano pasado, el internacional espa?ol del Manchester United cristaliz¨® una idea: que los futbolistas profesionales e instituciones de este deporte donasen el 1% de sus millonarios ingresos a causas sociales. Para asegurar el impacto directo de esta iniciativa en comunidades desfavorecidas de todo el mundo, el mediapunta se uni¨® a StreetFootbalWorld. Esta red de m¨¢s de 120 organizaciones en decenas de pa¨ªses trabaja desde hace m¨¢s de una d¨¦cada en entornos de precariedad econ¨®mica, donde el f¨²tbol no solo canaliza los valores del deporte, sino que tambi¨¦n educa a los j¨®venes en convivencia interreligiosa, igualdad de g¨¦nero o sida. Naci¨® as¨ª Common Goal (Objetivo Com¨²n). ¡°Un peque?o compromiso para nosotros que genera un gran cambio para ellos¡±, en palabras del propio Juan Mata.
Desde su creaci¨®n, ha recaudado alrededor de medio mill¨®n de euros gracias a una plantilla de unas 60 personalidades del f¨²tbol y jugadores, como los defensas Chiellini (Juventus) y Mats Hummels (Bayern Munich), o las campeonas del mundo estadounidenses Megan Rapinoe y Alex Morgan. Incluso el presidente de la UEFA, Aleksander ?eferin, se comprometi¨® a donar el 1% de su salario el pasado noviembre. La selecci¨®n internacional de este proyecto est¨¢ convocada a su cita m¨¢s importante esta semana, con el comienzo de la Copa del Mundo de F¨²tbol de Rusia. ¡°Vamos a dar a conocer el proyecto al mundo y abriremos la iniciativa a la afici¨®n mediante la nueva web¡±, explica por tel¨¦fono J¨¹rgen Griesbeck, fundador de StreetFootballWorld y mano derecha de Juan Mata en su aventura. Desde este lunes y hasta el final de la competici¨®n, deportistas de ¨¦lite promocionan la iniciativa en Facebook.
Las ni?as tambi¨¦n podemos llevar pantalones cortos y saltar al campo. La mentalidad de nuestras familias y de la comunidad entera ha cambiado
Cuando ayer ech¨® a rodar el bal¨®n del mundial, en Rusia tambi¨¦n comenz¨® un torneo paralelo con 48 delegaciones de ni?os de los grupos vinculados a StreetFootballWorld. ¡°Esta convivencia facilita el intercambio de ideas entre chicos de diferentes culturas y fortalece nuestra red global¡±, cuenta J¨¹rgen, cuya organizaci¨®n lleva realizando este encuentro desde 2010 como evento oficial de la cita mundialista.
¡°Cuando me dijeron que estaba seleccionado para ir al mundial de f¨²tbol no me lo pod¨ªa creer. Es un sue?o hecho realidad¡±, cuenta Akshay Chavan, de 18 a?os y uno de los seis j¨®venes indios de la Fundaci¨®n Oscar que asistir¨¢n al acontecimiento deportivo. Hijo de un pescador y de una limpiadora, los escasos 200 euros mensuales de sus padres apenas sirven para alimentarle a ¨¦l y a sus dos hermanos peque?os. De hecho, la falta de recursos hizo imposible costear la operaci¨®n de Akshay tras un accidente que le afect¨® a la espina dorsal hace diez a?os. ¡°Ni mi familia ni mis amigos cre¨ªan que podr¨ªa jugar al f¨²tbol, pero en Oscar me dec¨ªan que no hab¨ªa limitaci¨®n siempre que no me da?ase la espalda¡±, dice mientras se se?ala su deformaci¨®n bajo los omoplatos. Hoy, Akash no solo juega innumerables partidos sin lesionarse, sino que ha ganado confianza en sus capacidades, y ahora es uno de los 11 j¨®venes l¨ªderes de la Fundaci¨®n.
Cada fin de semana, en Oval Maiden, el parque m¨¢s grande del sur de Bombay, Akshay lidera un grupo de 75 ni?os a los que ense?a diferentes valores. ¡°Propongo ejercicios de regates con el bal¨®n con la higiene como tem¨¢tica. As¨ª aprenden la importancia de la limpieza para no contraer enfermedades¡±, explica. Este sistema mediante el que los adolescentes m¨¢s preparados ense?an a los nuevos, y m¨¢s j¨®venes, miembros de la fundaci¨®n es lo que hizo que el impacto de Oscar se multiplicase. Si en 2006 la fundaci¨®n contaba con solo 60 alumnos en Bombay, ahora son cerca de 1.800 los que se benefician del proyecto extendido por 14 barrios deprimidos de la megal¨®polis india. En total, unos 3.000 ni?os y ni?as de cuatro estados del pa¨ªs.
Cuando ayer ech¨® a rodar el bal¨®n del mundial, en Rusia tambi¨¦n empez¨® un torneo paralelo con 48 delegaciones de ni?os de los grupos vinculados a StreetFootballWorld
¡°La idea se me ocurri¨® cuando llegu¨¦ tarde al entrenamiento... Vi que los estudiantes m¨¢s veteranos estaban ense?ando a los novatos¡±, cuenta Ashok Rathod, el fundador y director de Oscar. Nacido y criado en el enjambre de callejuelas del barrio de chabolas de Ambedkar Nagar, Ashok creci¨® con la idea de que el f¨²tbol era una herramienta de transformaci¨®n social. El grupo de ni?os a los que ense?aba creci¨® en cuatro a?os hasta llegar a m¨¢s de 300 en 2010. Ashok confiesa que la mayor revoluci¨®n fue incorporar a chicas: ¡°He vivido en ese slum durante 30 a?os y las ni?as lavan ropa, cuidan de sus hermanos, ganan dinero... Hasta que alcanzan los 14, y las casan. Sin tiempo para jugar o para aprender¡±. En 2011, la fundaci¨®n Oscar convenci¨® a las familias, y ahora 1.400 ni?as futbolistas comparten canchas con 1.700 ni?os de toda India. Del total, los 1.000 que vienen de familias analfabetas reciben apoyo educativo profesional en matem¨¢ticas, inform¨¢tica e idiomas (hindi, ingl¨¦s y marathi).
¡°Al principio, los chicos se re¨ªan de nosotras. Pero les hemos demostrado que somos tan capaces como cualquiera de ellos y mejores que algunos¡±, dice Poonam Gautam, de 18 a?os, de la que todos resaltan su poder¨ªo como defensora central. ¡°Ella sol¨ªa decir que el f¨²tbol no es para ni?as¡±, dice se?alando a su madre, risue?a, desde su casa; una peque?a habitaci¨®n que hace de cocina y dormitorio para cuatro personas. ¡°Pero ahora se siente orgullosa de verme viajar sola sin abandonar mis estudios¡±. El mundial de f¨²tbol de Rusia es el pr¨®ximo destino de Poonam, quien ya ha goleado a la desigualdad.
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