El alcohol est¨¢ pasado de moda. As¨ª es el nuevo ¡®botell¨®n¡¯
Beber est¨¢ ligado a la vida emocional y social, pero de las generaciones anteriores
Primero los llamaron Generation Yawn ¡ª"generaci¨®n bostezo"¡ª, denunciando que los nuevos veitea?eros pasaban del alcohol y las drogas para centrarse en su carrera profesional, con Taylor Swift o Ed Sheeran entre sus representantes. "Los 20 son los nuevos 40", proclamaban algunos titulares. En alg¨²n momento, las generaciones previas a estos yawn decidieron erigirse en estandartes de una vida poco saludable que identifican con talentos creativos y la quintaesencia del molar. Pero he aqu¨ª una verdad: beber alcohol ya no se lleva, no abre puertas y sigue siendo tan malo como siempre.
En su lugar, movimientos multitudinarios se abren camino en ciudades como Londres y Nueva York, donde desde hace ya cinco a?os cientos de personas se congregan al alba, convocadas a trav¨¦s de las redes sociales, para una clase de yoga antes del trabajo, comer fruta y escuchar m¨²sica electr¨®nica. Un c¨®ctel revitalizante como pocos y the place to be ¡ªel lugar donde hay que estar¡ª si quiere estar al tanto de las tendencias sociales.
Son eventos caracterizados por la b¨²squeda de la plena consciencia
Morning Gloryville o Daybreaker son dos de las organizaciones pioneras en este movimiento. Desde 2013 movilizan muchedumbres que "buscan activar su d¨ªa de una forma diferente", seg¨²n explica?Matthew Brimer, cofundador de Daybreaker junto a Radha Agrawal: "Estar en el aqu¨ª y ahora, rodeados de gente chula, m¨²sica y muy buenas vibraciones. Se trata de bailar y desconectar antes de ir al trabajo y de sentirse tremendamente sanos y vitales horas antes de iniciar la jornada laboral". Y todo, con plena conciencia.
Es precisamente la b¨²squeda de la plena conciencia ¡ªlo que en ingl¨¦s se conoce con un t¨¦rmino muy de moda: mindfulness¡ª, que caracteriza a este evento, la que ha tra¨ªdo de la mano toda una corriente, el mindful drinking ¡ªbeber de forma consciente¡ª, que ha derivado en m¨²ltiples formas de ocio por todo el globo.
La hora de los 'pringados' del grupo que dicen "no"
En 2015, Laura Willoughby, experta en comunicaci¨®n y trabajos sociales en Londres, dio un paso m¨¢s all¨¢ en la tendencia. Puso sus energ¨ªas en fomentar la diversi¨®n sin alcohol, la vida sin copas, y la organizaci¨®n de eventos culturales donde lo que se prima, principalmente, es estar cuanto m¨¢s sobrio, mejor.
Fue entonces cuando, junto a su socio, Jussi Tolvi, fund¨® el Club Soda. "Somos 15.000 personas seguidoras de la idea, adem¨¢s de pubs, bares, restaurantes e incluso marcas de bebidas asociadas. Todos juntos intentamos desarrollar programas que ayuden a la gente a cambiar sus h¨¢bitos de consumo de alcohol", explica la propia Willoughby.
Lo hacen a trav¨¦s de eventos que promueven el consumo moderado o nulo como algo normal y guay. ?Las razones de su iniciativa? "Crear un mundo donde nadie se sienta fuera de sitio por el hecho de no estar bebiendo una copa", dice. Por desgracia, el alcohol est¨¢ tan integrado en nuestra sociedad que, lamentablemente, no beber resulta absurdo y mal visto. "A muchos j¨®venes no les gusta tomarse una copa, pero les da verg¨¹enza convertirse en los pringados del grupo que dicen no", comenta Mar¨ªa Franco, directora de la Fundaci¨®n LoQueDeVerdadImporta, una instituci¨®n social cuyos congresos y conferencias inculcan valores positivos, como el de cero alcohol en el ocio.
Saber cu¨¢ndo parar para disfrutar con plena conciencia
En 2017, los responsables del Club Soda tuvieron la idea de organizar el Mindful Drinking Festival, un macrofestival de dos d¨ªas donde se pusieran en pr¨¢ctica estos valores y se comunicara a trav¨¦s de charlas, conferencias, juegos, din¨¢micas, talleres¡ En solo dos ediciones convocadas ¡ªagosto y noviembre¡ª consiguieron reunir a casi 13.000 personas, consolidando as¨ª lo que muchos se?alan como la nueva modernez social: el Mindful Drinking Movement.
"Podr¨ªamos definir el mindful drinking como tomar decisiones conscientes sobre lo que bebes y en qu¨¦ cantidad. Y, tambi¨¦n, saber cu¨¢ndo parar. Es decir, todo lo contrario a beber sin pensar", explica la periodista Rosamund Dean, autora del libro Mindful Drinking: How Cutting Down Can Change Your Life (Beber conscientemente: c¨®mo reducir el consumo [de alcohol] puede cambiar tu vida).
"Lo que intentamos ¡ªse?ala Willoughby cuando le preguntamos por el festival¡ª, es cambiar la mentalidad social para que por fin se entienda que una persona a la que no le apetece alterar su estado mental con sustancias t¨®xicas no es sin¨®nimo de alguien aburrido. Probablemente estemos ante alguien que disfruta mucho m¨¢s la vida. Con m¨¢s energ¨ªa, m¨¢s en su presente, y sobre todo, libre de h¨¢bitos sociales que adem¨¢s afectan a la salud". Un misi¨®n positiva, y por ahora, de ¨¦xito, aunque con un largo camino por recorrer del que la propia organizadora es consciente.
"En esta sociedad, que podr¨ªamos definir como alcoholc¨¦ntrica, dice, el alcohol est¨¢ bastante ligado al paisaje emocional y social, y eso hace que cuando alguien decide cambiar sus h¨¢bitos como bebedor, resulte dif¨ªcil". Efectivamente, est¨¢ tan integrado que irse de vinos es algo tan normal como apuntarse al gimnasio. "Lo hacemos sin pensar y esto se traduce en tomar un vino despu¨¦s del trabajo, abrir una botella en casa para cenar o beber m¨¢s de lo que de verdad te apetece cuando sales con los amigos", se?ala Rosamund Dean.
La explosi¨®n de las bebidas sin alcohol
En Reino Unido este movimiento se ha convertido en algo m¨¢s que una tendencia. "El mindful drinking es parte de un cambio social y cultural para evitar el consumo excesivo de alcohol", afirma Dean.
"Las generaciones m¨¢s j¨®venes, al menos aqu¨ª, beben mucho menos que en cualquier otra ¨¦poca; se organiza el Mindful Drinking Festival en Londres y cada vez se ven m¨¢s bares y restaurantes que no sirven alcohol; en el mercado, adem¨¢s, se ha producido una explosi¨®n de bebidas deliciosas, alternativas al alcohol: diferentes tipos de soda, el kombucha, las bebidas de hierbas, las cervezas sin alcohol, las t¨®nicas bot¨¢nicas e incluso licores destilados sin alcohol como Seedlip con los que hacer combinados", describe la periodista. Sin embargo, "este movimiento todav¨ªa no ha calado en Espa?a", dice Mar¨ªa Franco.
Un 7,1% de los varones entre 25 y 34 a?os, y un 3,8% de las mujeres de la misma edad confiesan ser bebedores intensivos
De hecho, seg¨²n cifras del Ministerio de Sanidad, Pol¨ªtica Social e Igualdad, el 75,1% de los adolescentes de entre 14 y 18 a?os ha consumido alcohol en alg¨²n momento; seis de cada 10 adolescentes se han emborrachado alguna vez en su vida, y uno de cada tres lo ha hecho en los ¨²ltimos 30 d¨ªas.
Con respecto a los adultos, hay cifras que tambi¨¦n hacen pensar. La Encuesta Europea de Salud en Espa?a 2014 indica, por ejemplo, que un 23,3% de los hombres y un 7,2% de las mujeres afirman beber alcohol todos los d¨ªas. Y un 7,1% de los varones entre 25 y 34 a?os, y un 3,8% de las mujeres de la misma edad confiesan ser bebedores intensivos (consumiendo m¨¢s de 50 gramos de alcohol puro en unas 4 a 6 horas, o lo que es lo mismo el equivalente a unas cinco ca?as) al menos tres d¨ªas a la semana.
"Es una realidad que el alcohol est¨¢ en nuestras vidas y en la de los j¨®venes. Lo utilizan, al igual que otras sustancias, para perder la verg¨¹enza y conseguir 'superpoderes'", ratifica Franco. "Por eso hay que informarles para que sepan sus consecuencias ¡ªaccidentes de tr¨¢fico, relaciones sexuales no consentidas, dependencia, etc¨¦tera¡ª y fomentar otras maneras de relacionarse y de reforzar su personalidad para saber decir 'no' sin sentirse los raros del grupo".
Ni es extremista ni radical: basta con beber poco
Lo bueno de este Mindful Drinking Movement es que no es extremista ni radical. Ni Laura ni Jussi lo pensaron para quienes solo quieren apostar por convertirse en abstemios totales. Aqu¨ª hay cabida para los que quieren aprender a beber con moderaci¨®n, o practicar, voluntariamente, periodos puntuales de abstinencia, como el famoso 'Dry January' (enero seco), un ayuno total de alcohol durante el primer mes del a?o con el que resarcirse de los excesos realizados en las fiestas navide?as.
"Hay generaciones que han crecido en una sociedad donde el alcohol era elemento necesario para cualquier situaci¨®n; para celebrar algo, para relacionarnos, relajarnos e incluso para aliviar el estr¨¦s", dice Rosamund Dean. Lo importante es que sea cual sea la meta de cada uno, la gente aprenda a cambiar su mentalidad, y se atreva a poner en pr¨¢ctica nuevos h¨¢bitos m¨¢s saludables y comedidos. Porque la diversi¨®n y el ¨¦xito social sin copas s¨ª son posible aunque, por diferentes razones, para algunos resulte un cambio m¨¢s arduo que para otros.
De forma particular, por poner un ejemplo, comenta Dean, "las mujeres que entraron en la edad adulta en la d¨¦cada de los 90, o las que fueron seguidoras de Carrie Bradshaw en Sexo en Nueva York, o de Bridget Jones, vieron c¨®mo el alcohol era habitual en la vida de una mujer como la de aquellas. Much¨ªsimo m¨¢s de que lo que han visto las nuevas generaciones actuales, cuyos iconos son abstemios totales como las Kardashian, o gur¨²s del yoga y el wellness a los que siguen en Instagram".
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