De ni?a soldado a ni?a refugiada
Sud¨¢n del Sur ilustra los v¨ªnculos entre los conflictos y el desplazamiento forzoso
Desde el inicio del conflicto civil en 2013, m¨¢s de 4 millones de personas han huido de sus hogares; la mitad se encuentra desplazada dentro de Sud¨¢n del Sur mientras que otra la mitad ha huido a pa¨ªses vecinos como refugiados, principalmente a Uganda, donde actualmente hay m¨¢s de 1,3 millones de sudaneses del sur.
El gobierno de Uganda ha mantenido abiertas sus fronteras a pesar del grave d¨¦ficit de financiaci¨®n ya que las llegadas no cesan; se reciben m¨¢s de 100 personas cada d¨ªa. Los ni?os constituyen el 61% de los refugiados, ni?os en su mayor¨ªa no acompa?ados.
A menudo, los m¨¢s olvidados en cualquier crisis son los adolescentes y dentro de este sector localizamos a las ni?as como las m¨¢s vulnerables. Son las primeras en verse obligadas a retirarse de la escuela debido a la baja prioridad que se le da a la educaci¨®n de las ni?as. De hecho, en Sud¨¢n del Sur m¨¢s de la mitad se casar¨¢ por la fuerza antes de cumplir los 18 a?os. La brutalidad de esta crisis es tal que una de cada dos adolescentes sufrir¨¢ violencia sexual antes de los 25 a?os. De los 19.000 ni?os reclutados o asociados con grupos armados hasta el 40% son adolescentes y las ni?as son utilizadas como esclavas sexuales.
En enero de 2018, cientos de ni?os y ni?as soldados fueron liberados oficialmente de los grupos armados que operan en Sud¨¢n del Sur. Nosotros hemos estado apoyando la reunificaci¨®n familiar, la recuperaci¨®n psicol¨®gica y el proceso de reintegraci¨®n para estas ni?as y ni?os adolescentes. Fue una noticia muy impactante en su momento de la que muchos medios se hicieron eco; parec¨ªa el final de un problema, sin embargo, solo era el principio de un largo proceso de recuperaci¨®n.
Agnes ten¨ªa solo 13 a?os cuando fue secuestrada por uno de los grupos armados de Sud¨¢n del Sur y forzada a unirse al brutal conflicto del pa¨ªs.
"Me llevaron en 2014, cuando mi madre nos envi¨® a buscar agua. Inmediatamente salieron cuatro hombres del arbusto y nos metieron para dentro. Ataron nuestras manos y piernas y nos hicieron quedarnos quietas".
Agnes recuerda ser parte de grupos que atacaron veh¨ªculos, dispararon y robaron; agredieron sexualmente a pasajeros masculinos y femeninos. Fue testigo de las capturas de nuevas personas, principalmente ni?os para formar parte de las guerrillas. Vio c¨®mo se les dec¨ªa a las personas que mataran a su c¨®nyuge o a padres a quienes se les dec¨ªa que mataran a sus hijos. Aut¨¦nticas barbaridades imposibles de olvidar.
"Un hombre se neg¨® a matar a su esposa. Me hablaron y me dijeron que matara a ese hombre. Pero no hab¨ªa cometido ese pecado antes. Dijeron que si no mataba a ese hombre, me matar¨ªan. Me hicieron matar a ese hombre".
Tras su liberaci¨®n en febrero de 2018, despu¨¦s de 3 a?os como ni?a soldado, se sorprendi¨® con una nueva realidad. Hab¨ªa pasado a ser una ni?a refugiada.
"En este momento, no s¨¦ d¨®nde est¨¢ mi hermano y mi madre y mi padre fueron asesinados. Ahora no tengo ninguna familia. No elegimos esto. Mi esperanza es volver a la escuela".
La experiencia de Agnes y otras adolescentes reclutadas por la fuerza en Sud¨¢n del Sur es traumatizante. Las ni?as est¨¢n muy estigmatizadas, no solo como ex ni?os soldado, sino tambi¨¦n como v¨ªctimas de la violencia sexual y de g¨¦nero. No tienen familia ni hogar, su pasado como ni?a soldado es muy dif¨ªcil de superar y su futuro como adolescente refugiada no aporta mucha esperanza.
Agnes es una de las cientos de adolescentes a la que daremos asesoramiento, apoyo psicosocial, educaci¨®n y capacitaci¨®n. Los desaf¨ªos a los que se enfrentan las adolescentes en Sud¨¢n del Sur son abrumadores pero no podemos mirar hacia otro lado. La crisis de protecci¨®n de estos menores deber¨ªa ser prioritaria para la comunidad internacional junto con el aumento del hambre y la malnutrici¨®n en el pa¨ªs. Las tendencias siguen demostrando que la inseguridad alimentaria aumenta siempre que se producen conflictos violentos importantes y / o prolongados. Esto ha contribuido al agravamiento, difusi¨®n y aceleraci¨®n de la crisis, y al n¨²mero de ni?os afectados por ella.
Abordar la crisis actual requerir¨¢ de m¨¢s pensamiento innovador y nuevos enfoques por parte de todos los actores implicados, especialmente para quienes el objetivo ¨²ltimo sea la construcci¨®n de la paz en Sud¨¢n del Sur.
[Eloisa Molina es Coordinadora de Comunicaci¨®n de World Vision]
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