¡°La alteraci¨®n del sue?o y de los ritmos circadianos puede da?ar la salud¡±
El premio Nobel de Medicina advierte sobre los riesgos de ignorar los relojes biol¨®gicos del cuerpo
La vida en la Tierra no es constante a lo largo del d¨ªa. Los animales, las plantas, incluso las bacterias var¨ªan su actividad con un ritmo adaptado a las rotaciones de 24 horas del planeta. Cada c¨¦lula porta un reloj bioqu¨ªmico interno que, gracias a la acumulaci¨®n nocturna de ciertas prote¨ªnas y a la degradaci¨®n de las mismas durante el d¨ªa, asegura la periodicidad de procesos tan importantes como el sue?o o el hambre, en el caso de los animales. Michael W. Young (Miami, 1949) es uno de los cient¨ªficos que descubri¨® c¨®mo funciona el reloj. Junto con Jeffrey C. Hall y Michael Rosbash recibi¨® el Premio Nobel de Medicina el a?o pasado por describir el sistema de autorregulaci¨®n de estas prote¨ªnas que gobierna los ritmos circadianos (del lat¨ªn circa, alrededor, y dies, d¨ªa).
Young empez¨® sus experimentos con moscas del vinagre, pero los cient¨ªficos saben que estos relojes est¨¢n presentes en todos los organismos multicelulares y tambi¨¦n en microbios de una sola c¨¦lula. Ahora, el genetista de la Universidad de Rockefeller est¨¢ centrado en descubrir qu¨¦ papel juegan los relojes circadianos en la regulaci¨®n del sue?o humano. ¡°Qu¨¦ agradable ha sido, poder empezar con la mosca y 40 a?os m¨¢s tarde estar descifrando el mismo problema en los humanos¡±, dec¨ªa Young la pasada semana durante un acto en Madrid, al que acudi¨® para recibir el premio de la Fundaci¨®n Fern¨¢ndez-Cruz.
Pregunta: ?Sabemos para qu¨¦ sirve el sue?o?
Respuesta: No lo sabemos todav¨ªa. Hay muchas sugerencias, suposiciones, hip¨®tesis. Estamos afrontando este problema buscando mutaciones que var¨ªan la cantidad de sue?o. Nos interesan especialmente las mutaciones que reducen el sue?o: ?qu¨¦ pasa cuando una mosca de laboratorio duerme mucho menos que una mosca normal? Hemos identificado mutaciones que afectan a distintos genes y reducen en un 30% o 40% la cantidad de sue?o. Las moscas afectadas siempre viven menos. El resultado final es menos longevidad, pero queremos saber por qu¨¦.
P: Usted investiga cambios gen¨¦ticos que causan trastornos de sue?o en las personas. ?Son comunes estas mutaciones?
R: Es dif¨ªcil de adivinar. Solo hemos mirado un trastorno por ahora, el s¨ªndrome de la fase del sue?o retrasada. Los afectados son noct¨¢mbulos cr¨®nicos. Son personas que no pueden levantarse por la ma?ana y no se duermen hasta bien pasada la medianoche. Es un trastorno bastante com¨²n. El 5% de la poblaci¨®n de EE UU viene a la cl¨ªnica quej¨¢ndose de algo as¨ª. Lo que hemos encontrado es que un 20% de esos casos tiene un cambio gen¨¦tico.
Ah¨ª hay un impacto muy claro del cambio gen¨¦tico en el trastorno, pero apenas hemos empezado a abordar estas preguntas. La forma de afrontarlas es buscando en bases de datos gen¨¦ticas. Buscamos variaciones que existen en la poblaci¨®n humana y tratamos de relacionar los genes conocidos por afectar a los patrones de sue?o y vigilia para averiguar si las mutaciones que hemos encontrado se asocian con trastornos del sue?o. Le damos la vuelta un poco a la pregunta: primero encontramos un cambio gen¨¦tico en un gen que podr¨ªa afectar al sue?o, y luego vemos si realmente lo hace.
P: Aparte de reducir el sue?o, la mutaci¨®n de un reloj biol¨®gico puede manifestarse en cualquier ¨®rgano del cuerpo. ?Podr¨ªa tener otras consecuencias para la salud?
En animales, cuando no funciona el reloj biol¨®gico del p¨¢ncreas, se da una respuesta como la diabetes. Sospecho que pasar¨ªa lo mismo si perdemos los relojes biol¨®gicos de nuestro p¨¢ncreas
R: S¨ª, los efectos de las mutaciones que alteran el sue?o o los ritmos circadianos pueden tener consecuencias de salud importantes. En animales sabemos que cuando no funciona el reloj biol¨®gico, por ejemplo en el p¨¢ncreas, se da una respuesta como la diabetes. Sospecho que pasar¨ªa lo mismo si perdemos los relojes biol¨®gicos de nuestro p¨¢ncreas, tendr¨ªamos un problema similar. Desde luego nos sentimos mal cuando nuestros relojes internos se desincronizan tras un viaje a trav¨¦s de zonas horarias. Creo que ese es un buen punto de partida para pensar en lo que puede pasar cuando alteras varios relojes, cuando no tienes un complemento completo de oscilaciones sincronizadas en el cuerpo.
P: ?Considera que hay desinformaci¨®n, entre el p¨²blico y los profesionales de la medicina, acerca del funcionamiento de los ritmos circadianos?
R: Pues tengo un compa?ero que ha estudiado los receptores de los f¨¢rmacos m¨¢s comunes, como las estatinas o la aspirina, y algo as¨ª como la mitad de los receptores m¨¢s comunes oscilan por un reloj circadiano. Tienen un ritmo, lo cual sugiere que habr¨¢ momentos del d¨ªa ¨®ptimos para administrar la medicina. Y no siempre ser¨¢ la misma: cada f¨¢rmaco ser¨¢ a una hora. Tambi¨¦n sabemos, por ejemplo en la quimioterapia, que la toxicidad del tratamiento var¨ªa mucho en funci¨®n de la hora del d¨ªa. As¨ª que incluso los efectos secundarios de las drogas pueden ser importantes en ese sentido.
En la quimioterapia, la toxicidad del tratamiento var¨ªa mucho en funci¨®n de la hora del d¨ªa.
M¨¢s all¨¢ de las terapias y del tratamiento de la enfermedad, en la sociedad ahora tenemos luces el¨¦ctricas, y la habilidad de comer a cualquier hora, del d¨ªa o de la noche. Si sucumbimos a la falta de rutina, va a haber un conflicto con lo que intenta hacer nuestro cuerpo. Porque nuestro cuerpo se basa en los relojes. Cada c¨¦lula del cuerpo lleva un reloj que atiende a cu¨¢ndo comemos, cu¨¢ndo vemos la luz solar, una variedad enorme de se?ales del entorno. Realmente estamos dise?ados para que haya coherencia entre todos esos relojes, que corran al tiempo y concuerden en la hora del d¨ªa.
P: Entonces, ?puede ser distinto el funcionamiento del reloj en cada ¨®rgano?
R: S¨ª. De hecho los relojes biol¨®gicos, incluso dentro de un solo cuerpo, pueden tener acci¨®n independiente. Por ejemplo, si solo comes por la noche, si te despiertas en medio de la noche y comes, y luego te vuelves a dormir, y luego est¨¢s por ah¨ª todo el d¨ªa pero no comes, vas a tener cambios muy profundos en cada reloj. La zona horaria de tu h¨ªgado o de tus pulmones ser¨¢ distinta a la de tu cabeza. Puedes existir en varias zonas horarias a la vez si no prestas atenci¨®n a la sincronizaci¨®n de estos relojes.
P: ?C¨®mo podemos ajustar nuestros ritmos circadianos, por ejemplo despu¨¦s de un viaje en avi¨®n?
Hay que pensar en d¨®nde estar¨ªamos antes de la invenci¨®n de la luz el¨¦ctrica. Ese es el entorno en el que evolucionaron estos relojes
R: Hemos aprendido que hay varios aspectos muy importantes y cosas que podemos hacer para tener el sistema circadiano m¨¢s consistente posible. Esto incluye el horario de las comidas, algo que sabemos gracias a muchos estudios en animales que reflejan lo que se conoce del reloj biol¨®gico humano. Es importante comer solo durante per¨ªodos de actividad del d¨ªa, comer en medio de la noche no es bueno. Eso ser¨ªa una se?al para nuestro h¨ªgado y nuestros pulmones, y para nuestros m¨²sculos esquel¨¦ticos de que estamos en otra zona horaria. La luz tambi¨¦n es muy importante. La exposici¨®n a la luz solar tiene un efecto tremendo sobre los relojes del cerebro que controlan nuestros ciclos de actividad.
Hay que pensar en d¨®nde estar¨ªamos antes de la invenci¨®n de la luz el¨¦ctrica. Evolucionamos en un entorno con ciclos de temperatura muy fuertes, ciclos de luz y oscuridad muy marcados. No nos despert¨¢bamos para comer; com¨ªamos cuando est¨¢bamos activos, durante el d¨ªa. Ese es el entorno en el que evolucionaron estos relojes, y est¨¢n dise?ados para correr al un¨ªsono bajo estas condiciones. Eso es a lo que hay que prestar atenci¨®n.
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