La lente de Einstein
La teor¨ªa de la relatividad general, fundamento de la cosmolog¨ªa moderna, recibe su confirmaci¨®n m¨¢s exigente hasta la fecha
Hay gente nihilista. Desde el siglo XX, eso implica negar que existan valores, rechazar la posibilidad del conocimiento, renunciar a la comunicaci¨®n y resignarse al hecho brutal de que el mundo carece de sentido. Por m¨¢s que uno se sienta atra¨ªdo por esas ideas, sin embargo, la ciencia plantea un argumento devastador contra ellas. Las explicaciones cient¨ªficas deber¨ªan ser, seg¨²n el nihilismo, meras construcciones fabricadas por nuestro deseo demente de entender el mundo, invenciones de nuestra imaginaci¨®n, ant¨ªdotos contra la locura de un universo que nos ignora. Pero es evidente que no es as¨ª, porque una teor¨ªa cient¨ªfica construida para explicar un fen¨®meno suele predecir otros fen¨®menos distintos que ni se le hab¨ªan ocurrido a su formulador. Esto es imposible de explicar a menos que exista una realidad comprensible ah¨ª fuera, y a menos que nuestros talentos sean capaces de ara?arla, de profundizar en ella y de entender sus principios.
Seguramente no hay mejor ejemplo que la teor¨ªa de la gravedad de Einstein, la relatividad general. Einstein la formul¨® para resolver una contradicci¨®n fundamental entre la teor¨ªa gravitatoria de Newton, que implicaba una fuerza de la gravedad instant¨¢nea que atra¨ªa a los cuerpos por muy lejos que estuvieran uno del otro, y su propia teor¨ªa de la relatividad especial, que sosten¨ªa que no pod¨ªa haber fuerzas instant¨¢neas, pues nada pod¨ªa viajar m¨¢s deprisa que la luz. Y, sin embargo, la relatividad general predice tambi¨¦n los extra?os movimientos (precesi¨®n) de la ¨®rbita de Mercurio, los agujeros negros, la dilataci¨®n del tiempo en la vecindad de un planeta masivo, las ondas gravitatorias que se descubrieron hace unos pocos a?os, la evoluci¨®n del cosmos¡ y las lentes gravitatorias, como puedes leer en Materia. Para m¨ª, esto es una refutaci¨®n del nihilismo tan abrumadora como lo pueda ser una obra del ser humano.
El proceso creativo de Einstein es tan interesante como la misma teor¨ªa que acab¨® pariendo. El annus mirabilis de Einstein fue 1905, cuando demostr¨® la existencia del ¨¢tomo, explic¨® cuantitativamente el efecto fotoel¨¦ctrico (por el que la luz arranca electrones de un metal) y produjo la relatividad especial. Dos a?os despu¨¦s segu¨ªa trabajando en la oficina de patentes de Berna, cuando de pronto, seg¨²n sus propias palabras:
El mundo existe, y podemos entenderlo. Otra cosa es que queramos hacerlo
¡°Estaba sentado en la oficina de Berna. De repente me asalt¨® un pensamiento. Si una persona cae en ca¨ªda libre, no sentir¨¢ su peso. Me qued¨¦ perplejo. Este simple experimento mental me produjo una profunda impresi¨®n. Eso me condujo a una teor¨ªa de la gravedad¡±. Esa teor¨ªa es la relatividad general, fundamento de la cosmolog¨ªa moderna, y confirmada de nuevo esta semana por el efecto de lente gravitatoria que hace una galaxia sobre otra m¨¢s lejana y perfectamente alineada con ella.
El mundo existe, y podemos entenderlo. Otra cosa es que queramos hacerlo.
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