Los contratos fraudulentos a cient¨ªficos tambi¨¦n llegaron al laboratorio de la n¨²mero 2 de Pedro Duque
Los jueces han obligado a readmitir o a indemnizar a cientos de trabajadores de instituciones cient¨ªficas, incluyendo a una qu¨ªmica empleada por ?ngeles Heras
El Ministerio de Ciencia, Innovaci¨®n y Universidades de Pedro Duque tiene un enorme problema sobre la mesa: la precariedad de miles de trabajadores de la ciencia espa?ola. Son cient¨ªficos de alta cualificaci¨®n que encadenan contratos temporales fraudulentos, a veces durante m¨¢s de una d¨¦cada, para cubrir necesidades permanentes, incluso en los mejores organismos del pa¨ªs. Y la n¨²mero 2 del ministro, ?ngeles Heras, conoce muy bien este problema. La propia Heras, nueva secretaria de Estado de Universidades, Investigaci¨®n e Innovaci¨®n, fue directora de una de estas personas empleadas de manera fraudulenta, seg¨²n una sentencia a la que ha tenido acceso este diario.
Todo comenz¨® el 1 de mayo de 2013, cuando el grupo de investigaci¨®n que dirig¨ªa Heras en la Universidad Complutense de Madrid contrat¨® a una licenciada en Ciencias Qu¨ªmicas, N. H., con un salario de 1.142 euros al mes. El contrato, temporal a tiempo completo, estaba vinculado al proyecto ¡°Investigaci¨®n de helados de nueva generaci¨®n a partir de quitosanos¡±, dirigido por Heras. La hoy n¨²mero 2 de Pedro Duque est¨¢ especializada desde hace tres d¨¦cadas en los quitosanos, unas mol¨¦culas que se obtienen de las c¨¢scaras de las gambas y de otros crust¨¢ceos por sus propiedades en la industria. La misma Heras fund¨® en 2010 la empresa Infiqus, una spin off de la Complutense, dedicada a desarrollar productos a base de quitosanos, como cremas cosm¨¦ticas.
Los jueces han obligado a readmitir o a indemnizar a 242 trabajadores de los organismos p¨²blicos de investigaci¨®n entre 2013 y 2017
Entre 2013 y 2015, la afectada encaden¨® tres contratos temporales ¡ªya como doctora y como profesora visitante¡ª ligados a tres diferentes proyectos, todos ellos dirigidos por Heras en la Facultad de Farmacia. Finalmente, la universidad decidi¨® rescindir su contrato el 30 de septiembre de 2015 y la qu¨ªmica denunci¨® su situaci¨®n. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid considera acreditado que la trabajadora ¡°vino prestando servicios de forma habitual y simult¨¢nea tanto para los proyectos para los que fue contratada como en actividades permanentes de la UCM y de Infiqus¡±, ¡°siempre siguiendo las ¨®rdenes e instrucciones concretas de la directora¡±. La sentencia, firmada el 5 de marzo de 2018, sostiene que la contrataci¨®n devino ¡°fraudulenta¡± y ¡°el cese equivale a un despido que merece ser calificado de improcedente¡±. Los jueces condenaron a la Universidad Complutense a readmitir a la qu¨ªmica o a indemnizarla con 4.125 euros.
?ngeles Heras resta importancia al episodio. ¡°Pas¨® algo que, por desgracia, ha pasado en muchos grupos de investigaci¨®n¡±, explica. Heras achaca la contrataci¨®n fraudulenta a ¡°la situaci¨®n totalmente fr¨¢gil que han tenido tanto los grupos de investigaci¨®n como los j¨®venes investigadores¡±, con ¡°una ¨²nica figura normativa, que es la de la contrataci¨®n por obra y servicio¡±. En los laboratorios espa?oles, afirma, ¡°se desarroll¨® una colecci¨®n de personas j¨®venes, muy v¨¢lidas todas, pero no hab¨ªa otra forma de contratarlas y han acabado poniendo muchos recursos [judiciales]¡±.
La situaci¨®n, efectivamente, es generalizada. Solo entre 2013 y 2017, los organismos p¨²blicos de investigaci¨®n ¡ªcomo el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) y el Instituto de Salud Carlos III¡ª recibieron 469 denuncias por irregularidades laborales, seg¨²n detall¨® el Gobierno de Mariano Rajoy en abril tras una pregunta parlamentaria de Ciudadanos. En esos cinco a?os, los jueces obligaron a readmitir o a indemnizar a 242 trabajadores de estas instituciones. En el CSIC se presentaron demandas en casi el 3% de los casos de contratos temporales vinculados a investigaciones. En el Instituto Espa?ol de Oceanograf¨ªa (IEO) y en el Instituto Nacional de Investigaci¨®n y Tecnolog¨ªa Agraria y Alimentaria (INIA) la cifra rond¨® el 5%. Y antes de 2013 hubo otros cientos de casos. Todav¨ªa no hay datos de lo que ocurre en las universidades, seg¨²n Heras.
El Ministerio de Ciencia prev¨¦ estabilizar a 1.500 personas que han estado empleadas de forma temporal e interrumpida en I+D en los ¨²ltimos tres a?os
Los sindicatos UGT y CCOO denuncian que los centros p¨²blicos de investigaci¨®n han tenido restringida la contrataci¨®n indefinida desde 2012. ¡°Cuando son puestos estructurales, hay que reconocer que son puestos estructurales. Queremos que acabe esta precariedad laboral de los trabajadores de la ciencia¡±, sentencia Rosal¨ªa Villoria, de UGT.
¡°Yo no s¨¦ todav¨ªa c¨®mo lo vamos a resolver, pero lo tenemos que resolver de alguna manera. Hasta ahora, con la legislaci¨®n que hab¨ªa, tanto organismos como investigadores hemos ido adapt¨¢ndonos de la manera m¨¢s factible para que la investigaci¨®n siguiera funcionando y los investigadores j¨®venes siguieran tambi¨¦n cobrando, porque los investigadores j¨®venes pagan hipoteca y yo soy muy consciente de eso¡±, apunta la secretaria de Estado.
¡°Para este Ministerio, tanto para el ministro como para m¨ª, es uno de los asuntos a los que hay que dedicar m¨¢s atenci¨®n, desde ya, para tratar de encontrar una contrataci¨®n que se adecue a las caracter¨ªsticas de la carrera investigadora¡±, afirma Heras.
Fuentes del Ministerio de Ciencia afirman que este a?o, si finalmente se aprueban los Presupuestos Generales del Estado de 2018, se prev¨¦ estabilizar a 100 trabajadores declarados indefinidos no fijos por sentencia judicial y a otras 1.500 personas que han estado empleadas de forma temporal e interrumpida en los ¨²ltimos tres a?os.
Fuentes de la Complutense creen que las denuncias van a aumentar en el futuro por el "boca a boca" entre los trabajadores
La secretaria de Estado da su versi¨®n sobre los trabajos que, seg¨²n la sentencia, hizo N. H. para su empresa Infiqus. ¡°Tuve que hacer una ampliaci¨®n de capital. Yo no ten¨ªa dinero, porque no soy rica de familia, as¨ª que hipotequ¨¦ mi piso para poner 90.000 euros. Y la Complutense no invirti¨® dinero; tiene un 10% [de las acciones de Infiqus], pero realiz¨® una aportaci¨®n no dineraria: me dejaba estar en las instalaciones de la universidad, por 10 a?os¡±, relata. Seg¨²n Heras, los estudios b¨¢sicos sobre los quitosanos se realizaban a trav¨¦s de su grupo de investigaci¨®n en la universidad, mientras que las aplicaciones se desarrollaban a trav¨¦s de Infiqus. N. H., asegura, ¡°no trabajaba en Infiqus, sino dentro del grupo de investigaci¨®n que hab¨ªa creado Infiqus; lo que hizo fue siempre ciencia b¨¢sica¡±. La demandante, enfrascada en unas oposiciones, ha declinado comentar su situaci¨®n por el momento.
Fuentes de la Universidad Complutense creen que el de N. H. es "un caso de libro" de un fen¨®meno que "va a ir a m¨¢s" por el "boca a boca" entre los trabajadores. Seg¨²n estas fuentes, los juzgados de lo social est¨¢n haciendo "una interpretaci¨®n demasiado restrictiva" de la legislaci¨®n laboral, sin tener en cuenta las peculiaridades de la carrera cient¨ªfica. El rectorado de la universidad ha dado "instrucciones claras en los ¨²ltimos meses" para que las personas con un contrato ligado a un proyecto cient¨ªfico solo trabajen para ese proyecto, sin ni siquiera impartir alguna clase en su facultad, algo que antes era habitual. "Esta situaci¨®n es mala para todo el mundo", remachan las mismas fuentes.
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