As¨ª negocian los j¨®venes el uso del cond¨®n
Un estudio muestra que si uno de los dos se niega a ponerse el preservativo al otro le cuesta negarse a tener relaciones
Casi la mitad de los j¨®venes espa?oles ha mantenido relaciones sexuales sin cond¨®n. Y una cuarta parte lo hace de forma frecuente. Cuando en una relaci¨®n sexual ambos participantes est¨¢n de acuerdo en prescindir del preservativo, es un riesgo compartido por voluntad propia. Pero, ?qu¨¦ pasa cuando una persona quiere y la otra no?
Una investigaci¨®n espa?ola que se present¨® en el Congreso de Salud Global de Oxford a finales de junio se centra precisamente en cu¨¢les son las estrategias que los j¨®venes consideran m¨¢s efectivas. Montserrat Planes y Mar¨ªa Eugenia Gras, del Instituto de Investigaci¨®n sobre la Calidad de Vida de la Universitat de Girona, concluyen que los argumentos que se usan, ya sea esgrimiendo temas de salud o bienestar, resultan ¨²tiles para convencer a la pareja de usar el preservativo. Pero en caso de no llegar a un acuerdo, no encuentran razonamientos efectivos para negarse a mantener la relaci¨®n.
En el estudio participaron 170 j¨®venes de grado, que valoraron con calificaciones superiores a ocho sobre 10 estrategias como pedir directamente el uso del preservativo, d¨¢rselo a la pareja, comentar que con ¨¦l se est¨¢ m¨¢s tranquilo y se puede disfrutar m¨¢s de la relaci¨®n, ponerlo de manera er¨®tica y seductora o argumentar que utilizarlo indica responsabilidad y respeto por la pareja, por este orden de preferencia. Tambi¨¦n superaron el ocho las que hacen referencia a la salud como (tambi¨¦n por orden), referirse al riesgo de un embarazo no deseado, aludir a los riesgos generales y a la protecci¨®n que proporciona ante las infecciones de transmisi¨®n sexual.
Califican por debajo (una media de 6,3) los argumentos negativos: decir claramente a la pareja que si no se utiliza el preservativo no habr¨¢ sexo, chantaje emocional (del tipo: ¡°si me quieres, respetar¨¢s que use un preservativo¡±) o esgrimir que es necesario usarlo por no ser a¨²n una pareja estable.
Lo que comprobamos es que cuanto m¨¢s hace falta avanzar en la negociaci¨®n, los j¨®venes encuentran menos estrategias ¨²tiles
¡°Lo que comprobamos es que cuanto m¨¢s hace falta avanzar en la negociaci¨®n, los j¨®venes encuentran menos estrategias ¨²tiles. Y quiz¨¢s habr¨ªa que buscar una para negarse si la pareja no acepta las razones. Al decir no, la gente se siente timorata¡±, explica Planes.
Uno de los objetivos del estudio es, precisamente, encontrar cu¨¢les son las t¨¢cticas que mejor perciben los j¨®venes y las situaciones en las que se sienten m¨¢s inc¨®modos para tratar de resolverlas y que se puedan dise?ar campa?as o formaciones teni¨¦ndolas en cuenta.
Las calificaciones son muy parecidas tanto para chicos como para chicas. En estudios anteriores, las dos investigadoras hab¨ªan concluido que el preservativo es el m¨¦todo que se considera m¨¢s ventajoso en todos los casos excepto en lo referido al incremento de las sensaciones de placer. ¡°En cuanto a las ventajas relacionadas con la protecci¨®n de la salud sexual (evita la transmisi¨®n del virus del sida y las infecciones de transmisi¨®n sexual, no provoca efectos secundarios y muestra inter¨¦s por proteger la salud de la pareja) el preservativo obtiene puntuaciones destacadamente m¨¢s elevadas en comparaci¨®n con los otros m¨¦todos. Tambi¨¦n es muy valorado en cuanto a la accesibilidad econ¨®mica¡±, asegura otra investigaci¨®n con estudiantes.
Sin embargo, datos como del bar¨®metro 2017 del ProyectoScopio, realizado por el Centro Reina Sof¨ªa sobre Adolescencia y Juventud de la Fundaci¨®n de Ayuda contra la Drogadicci¨®n (FAD), muestran que el 45% de los j¨®venes entre 15 y 29 a?os ha practicado sexo sin protecci¨®n, a pesar de que en su mayor¨ªa conocen los riesgos. Un 25% dice hacerlo de forma habitual y un 15% confiesa que le compensa aunque exista la posibilidad de contraer enfermedades sexuales o de provocar embarazos no deseados.
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