Una pasarela sin rastro de los agentes del cambio
Abandonar caducos estereotipos femeninos, conquistar nuevas posiciones y salir de la zona de confort, una misi¨®n imposible en la tercera jornada de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid
Llenar el enmoquetado grader¨ªo del Pabell¨®n 14 de Ifema. Identificar a los compradores internacionales (poco m¨¢s de una veintena) invitados por la organizaci¨®n. Celebrar que el dise?o espa?ol tenga al fin su consideraci¨®n en el mapa internacional del vestir. Espantar el tedio. A pesar de las buenas intenciones, cualquier acci¨®n a emprender en la tercera jornada de la semana de la moda madrile?a ¡ªsegunda, si nos atenemos a la oficialidad ferial¡ª se antoja una misi¨®n imposible. Por eso cuando suenan los primeros compases de la tonada compuesta por Lalo Schifrin para aquella serie de televisi¨®n devenida franquicia cinematogr¨¢fica a mayor gloria de Tom Cruise (su sexta entrega, Fallout, se estrena dos semanas), es como si tocaran a zafarrancho en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.
La inmortal melod¨ªa con la que echaba a andar la propuesta de Andr¨¦s Sard¨¢ ayud¨® a poner en situaci¨®n: qu¨¦ dif¨ªcil lo sigue teniendo la mujer actual para que la industria indumentaria deje de dirigirse a ella ¡ªde representarla, esto es¡ª como un clich¨¦. Cierto que el terreno en el que se mueve la veterana firma catalana, la lencer¨ªa y el ba?o, puede resultar pantanoso en t¨¦rminos iconogr¨¢ficos/simb¨®licos, pero la escenificaci¨®n de su colecci¨®n para este oto?o/invierno, fue ir cuesta abajo y sin freno hacia el abismo del lugar com¨²n. Lo peor no es que los coordinados de sujetador y bragas, bodies y dem¨¢s piezas ¨ªntimas ¡ªimpecables, por descontado¡ª quedaran sepultados bajo un estilismo excesivo y absurdo, sino que la imagen femenina que proyectaba el conjunto rayara el sexismo. Por suerte, el obsoleto estereotipo de femme fatale parece no trascender la fantas¨ªa del desfile (que abri¨® y cerr¨® en plan estelar Rosanna Zanetti, flamante esposa de David Bisbal), porque sobre el papel ¡ªen el cat¨¢logo, esto es¡ª el nuevo alarde lencero de Nuria Sard¨¢, directora creativa de la ense?a, resulta bastante m¨¢s natural. (Por si se lo preguntan: no, las piezas de pr¨ºt-¨¤-porter, remedo de cierta imaginer¨ªa fetichista ochentera a lo Thierry Mugler, no tendr¨¢n vida comercial).
Lo sucedido a continuaci¨®n confirm¨® que, al menos en esta jornada, los agentes del cambio ¡ªcreativo, ya no digamos social o cultural¡ª ni iban a estar ni se les pod¨ªa esperar. The Second Skin Co. volv¨ªa a insistir en sus veleidades semicostura, esta vez retrocediendo hasta aquellos delirantes a?os ochenta de siluetas voluminosas y brillantes y tonos enjoyados. M¨¢s all¨¢ de esas mangas jam¨®n y corola ¨¤ la Saint Laurent y de la rigidez de ciertos tejidos, el maximalismo que invocan Antonio Burillo y Juan Carlos Fern¨¢ndez en The Garden, su propuesta para la primavera/verano 2019, resulta en realidad muy manejable, bien en formato minivestido, bien en versi¨®n pantalones de cintura alta y marcada acompa?ados por bustieres. Los estampados y preciosistas bordados florales incid¨ªan en esa visi¨®n almibarada de la feminidad marca de la casa, invariablemente envuelta para regalo con una gran lazada.
Roberto Torretta tuvo la oportunidad de deshacer el nudo de la cursiler¨ªa con su exaltaci¨®n habitual de la amazona urbana, que apareci¨® invocada para la ocasi¨®n en la figura de Anita Pallenberg, L¨¢stima que, sobre la pasarela, cualquier parecido con la realidad est¨¦tica de la que fuera modelo del swinging London, dise?adora y musa de los Rolling Stones (fallecida el a?o pasado) resultara pura coincidencia. Los juegos de asimetr¨ªas, los vol¨²menes fluidos y los (breves) apuntes de sastrer¨ªa masculina remit¨ªan a esos a?os noventa en los que el dise?ador de origen argentino parece haberse apoltronado a perpetuidad. Era la hora de la siesta en el Pabell¨®n 14 de Ifema, claro.
Salir de la modorra fue cosa de Custo Barcelona. El estridente show de la marca que comanda ese Custo Dalmau inasequible al desaliento tuvo, al fin, algo de revelador: que para una ense?a espa?ola tambi¨¦n es posible despertar al momento actual que vive la moda, convertida en producto de merchandising. Basta con fijarse en los referentes for¨¢neos adecuados, que no son pocos. Al menos, la vibraci¨®n rave de Custo, toda extravagancia en destellos met¨¢licos y tejidos hologr¨¢ficos (la versi¨®n completa de lo que se vio en su presunto desfile crucero durante el Mercedes-Benz Fashion Weekend Ibiza, a finales del pasado mayo), se siente en consonancia con su tiempo. Y eso, en este escenario, ya es mucho decir.
?Alerta, clientes!
Compradores internacionales en la pasarela madrile?a los hay. Y, esta edici¨®n, m¨¢s que nunca. La organizaci¨®n se ha tomado a pecho su compromiso de convertir el certamen en un escaparate de negocio real para los creadores espa?oles, tanto que por fin les ha propiciado un lugar de encuentro. Responde por Showroom de Compradores, un ¨¢rea espec¨ªfica dentro del Cibelespacio en la que los interesados (representantes comerciales de una decena de pa¨ªses, de Estados Unidos a China, pasando por L¨ªbano, Reino Unido e Italia) pueden acceder a las colecciones que acaban de desfilar, diseccionarlas con calma y, llegado el caso, hacer sus pedidos. Y, s¨ª, parece que la proximidad de las fechas con las presentaciones de hombre en Mil¨¢n y Par¨ªs y de la alta costura han jugado en favor de la iniciativa, seg¨²n reconoce Alexandra Pisco, responsable de poner en contacto a compradores y creadores. Una labor que le ha valido su incorporaci¨®n al actual comit¨¦ de moda de la cita madrile?a.
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