Tres d¨ªas en las barricadas de Nicaragua
Un estudiante espa?ol graba el epicentro de las protestas contra Daniel Ortega en Masaya
Diego Alonso Subi?as naci¨® en Bilbao hace 24 a?os, pero la vida lo llev¨® hace tres a Nicaragua. All¨ª retom¨® sus estudios y se matricul¨® en Filosof¨ªa en la Universidad Centroamericana, un centro privado fundado por los jesuitas hace casi seis d¨¦cadas en la capital del pa¨ªs, Managua. En el ¨²ltimo d¨ªa de curso, el joven espa?ol particip¨® en una sentada de estudiantes que fue disuelta a palos por grupos afines al presidente Daniel Ortega en presencia de la polic¨ªa. Alonso cuenta por tel¨¦fono desde su casa en Mungia (Bizkaia), donde lleg¨® hace dos semanas, que cuando llevaba un mes participando en las protestas antigubernamentales ¨C¡°realizando labores humanitarias¡±- sinti¨® la necesidad de coger una c¨¢mara para grabar testimonios y documentar lo que estaba pasando. Lo hizo, asegura, porque no estaba dispuesto a coger un arma y por un impulso que siempre hab¨ªa sentido. ¡°Desde peque?o yo le dec¨ªa a todo el mundo que quer¨ªa ser corresponsal de guerra y de repente, sin comerlo ni beberlo, estall¨® lo que estall¨® en Nicaragua¡±, relata el joven.
Su participaci¨®n en la Brigada de Ayuda y Rescate, un grupo que presta asistencia en las protestas, le llev¨® en mayo a cargar su coche de suministros. Acompa?ado de una doctora, recorri¨® los 30 kil¨®metros que separan la catedral de Managua, desde donde se organizaba la log¨ªstica, hasta Masaya, la ciudad que se ha convertido en el epicentro de la resistencia contra Daniel Ortega. Al llegar se encontr¨® con una ciudad sembrada de barricadas que resist¨ªa la entrada de las fuerzas paramilitares afines al presidente. Una pelea calle a calle donde vivi¨® uno de los momentos m¨¢s duros. A pocos metros de ¨¦l muri¨® Jorge Ren¨¦ Zepeda, un nicarag¨¹ense de 33 a?os cuya muerte se atribuy¨® a francotiradores. ¡°Yo estaba grabando la barricada en la pared y jurar¨ªa que estaba protegido, este chaval estaba a mi izquierda, un puesto m¨¢s adelante¡±, recuerda. ¡°Mientras yo grababa le pegaron dos tiros, uno en el cuello y otro en la sien, y as¨ª se lo llevaron¡±. El v¨ªdeo de arriba muestra lo que pas¨® en Masaya en esas intensas jornadas de junio.
100 d¨ªas despu¨¦s del estallido de unos enfrentamientos que se han cobrado m¨¢s de tres centenares de muertos, Alonso sigue con inquietud su evoluci¨®n. Le preocupan sus ¡°hermanos¡±, como se refiere a quienes ha conocido durante las protestas, y no se considera un activista: ¡°Nunca he sido partidario de banderas, soy pro Derechos Humanos y esta situaci¨®n viola todo lo violable¡±. Asegura que su angustia por lo que les pueda pasar a muchos de seres queridos que siguen en Nicaragua es diaria: ¡°Estoy sintiendo en carne propia lo que mis padres han vivido los ¨²ltimos tres meses¡±.
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