Juegos de mesa en el aula: jugar para aprender
Docentes y psic¨®logos ven un gran potencial educativo en los juegos de mesa, no s¨®lo en cuanto al curr¨ªculum sino a nivel f¨ªsico y social y apuestan por su integraci¨®n en el aula
Jugamos por diversi¨®n y por puro placer, pero cuando jugamos tambi¨¦n aprendemos y socializamos. ¡°Jugamos para ser humanos y reencontrarnos con nosotros mismos¡±, que dec¨ªa en una entrevista Andr¨¦s Paya, fundador del Observatorio del Juego Infantil (OJI). Si bien el juego no es una actividad exclusiva de la infancia, es en esta etapa en la que el acto l¨²dico se transforma en un motor fundamental para el desarrollo. De ah¨ª que muchos docentes, psic¨®logos y pedagogos reivindiquen el juego como herramienta educativa tambi¨¦n en la escuela.
Docentes como Manu S¨¢nchez, conocido como El maestro Manu, que ha incorporado a sus clases de Educaci¨®n Primaria en el colegio p¨²blico Maestra ?ngeles Cuesta de Marchena (Sevilla) la utilizaci¨®n de actividades con juegos cl¨¢sicos y modernos, de mesa o de actividad f¨ªsica, juegos de rol, proyectos de gamificaci¨®n e incluso escape roms educativos. Comenz¨® hace ya cuatro a?os partiendo de la idea de la cantidad de buenos recuerdos que atesoramos de adultos de aquellos momentos de juego compartidos con primos, abuelos, o padres alrededor de una mesa. ¡°Estoy seguro de que es un buen recuerdo y por esto mismo pienso que debemos dar la oportunidad de jugar con la familia o entre iguales a nuestro alumnado. Son estas experiencias las que me llevaron a introducir el juego en el aula y gracias a las cuales descubr¨ª el potencial educativo directo que tienen los juegos de mesa¡±, explica.
No hay cifras oficiales de los centros educativos que han incorporado el juego de mesa al aula pero como Manu, muchos otros docentes comienzan a mostrar inter¨¦s por esta herramienta educativa. Tambi¨¦n las instituciones p¨²blicas, que han empezado a ofertar cursos en centros de profesorado y universidades. Lo ha visto N¨²ria Guzm¨¢n Sanjaume, psic¨®loga y formadora en neuroeducaci¨®n y juego en Afim21, que desde 2015 ha realizado formaciones relacionadas con el juego, justificado desde el ¨¢mbito de la Neurociencia y la Neuropsicolog¨ªa, en m¨¢s de 100 centros educativos en las provincias de Madrid, Castilla-Le¨®n, Barcelona, Almer¨ªa, Granada y M¨¢laga. Hoy gestiona junto a Manu S¨¢nchez el grupo de Telegram Juego en el aula, que cuenta con m¨¢s de 500 profesores atra¨ªdos por este recurso educativo y recibe infinidad de correos electr¨®nicos de consultas de docentes, no solamente de Espa?a sino tambi¨¦n de Latinoam¨¦rica.
Por el momento, seg¨²n N¨²ria Guzm¨¢n, ¡°lo m¨¢s habitual es que el profesorado use juego de forma puntual¡± y son a¨²n excepcionales los colegios que lo implementan como un proyecto del centro. Pone como ejemplo el caso de la implantaci¨®n del juego de mesa en el aula que realizaron en cuatro centros de Almer¨ªa: m¨¢s de 600 alumnos accedieron a este recurso durante una hora a la semana dentro del horario lectivo, y el proyecto lleg¨® a ser finalista de Innovaci¨®n Social en los premios que otorga La Caixa todos los a?os. ¡°El alumnado es muy receptivo a este tipo de iniciativas, muestra inter¨¦s y curiosidad, y el profesorado conecta m¨¢s f¨¢cilmente con ellos generando un entorno id¨®neo para el aprendizaje¡±, cuenta.
Beneficios de incluir los juegos de mesa en el aula
?Por qu¨¦ educar jugando? Mientras que algunos expertos educativos como la ensayista y profesora sueca Inger Enkvist defienden la necesidad de volver a una escuela m¨¢s tradicional, ¡°donde primen la disciplina, el esfuerzo y la autoridad del maestro¡±, otros como Francisco Mora Teruel, referente en Neuroeducaci¨®n, encuentran que la educaci¨®n debe transformarse para hacer el aprendizaje m¨¢s efectivo. Y es ah¨ª, en los nuevos recursos pedag¨®gicos basados en la neurociencia y en la neuropsicolog¨ªa, donde muchos encuentran la puerta para poner fin a un modelo que consideran agotado.
Los juegos de mesa son una herramienta educativa que, para Manu S¨¢nchez, pueden aportar muchos beneficios no s¨®lo a nivel curricular sino tambi¨¦n a nivel f¨ªsico y social. ¡°Utilizamos los juegos en el aula como recurso para hacer m¨¢s l¨²dico el proceso de ense?anza-aprendizaje, pero tambi¨¦n para mejorar las competencias clave de nuestro alumnado¡±, explica. Seg¨²n ¡°el maestro Manu¡± no s¨®lo podemos aprender matem¨¢ticas o geograf¨ªa jugando con un juego, sino que podemos desarrollar de una forma m¨¢s l¨²dica y creativa aspectos tan poco tratados o dif¨ªciles de tratar de forma completa en el aula como son las habilidades ling¨¹¨ªsticas o el aprender a aprender. ¡°Podr¨ªamos hablar de decenas de beneficios, desde algo tan b¨¢sico como la mejora de la motricidad fina (agarrar o coger alg¨²n objeto) a algo tan complejo de iniciar como es el pensamiento lateral, el buscar soluciones a los problemas que no siguen las pautas l¨®gicas¡±, a?ade.
Tanto S¨¢nchez como Guzm¨¢n defienden que la escuela debe educar adem¨¢s de ense?ar y es aqu¨ª donde la inclusi¨®n del juego puede ser interesante. ¡°Los juegos tienen mucha relaci¨®n con las competencias clave que hay que adquirir, pero adem¨¢s permite establecer metas, negociar, tomar decisiones, planificar, organizar¡ Son procesos cognitivos complejos que usamos posteriormente en nuestra vida laboral, de ah¨ª que sea un contexto id¨®neo que los prepara para su futuro profesional. El alumnado que juega se vuelve m¨¢s flexible, con mayor capacidad cr¨ªtica y de an¨¢lisis¡±, explica la experta en neuroeducaci¨®n. Insiste en que es un proceso que nunca se agota porque ¡°cada vez que jugamos a un nuevo juego debemos adaptarnos a un contexto diferentesy con unas reglas diferentes¡±; y cree que es precisamente este contexto de cambio el que hay que incorporar en el aula. ¡°Estamos en una sociedad que se modifica y transforma continuamente y debemos preparar a nuestro alumnado para que tenga una identidad flexible y capacidad emocional para que se ajusten al constante cambio social¡±, agrega Guzm¨¢n.
C¨®mo incluirlos en el proyecto educativo
Pese a que la percepci¨®n es que la orden de educaci¨®n ECD/65/2015, de 21 de enero, ha suprimido en muchos sentidos el juego, para Manu S¨¢nchez la realidad es que esa orden les da libertad a los docentes para ¡°trabajar con metodolog¨ªas activas que favorezcan la motivaci¨®n por aprender en los alumnos¡±. Es aqu¨ª donde entra el Aprendizaje Basado en Juegos (ABJ), una metodolog¨ªa que el maestro Manu recomienda introducir de forma escalonada: ¡°La forma m¨¢s f¨¢cil y directa es utilizarlos cuando queremos trabajar contenidos muy concretos. Por ejemplo, podemos llevar una baraja de cartas para trabajar el concepto de n¨²mero, c¨¢lculo mental, numeraci¨®n¡ o algunos dados con dibujos para desarrollar la creatividad literaria de una forma m¨¢s l¨²dica. Una vez que tenemos algo de experiencia en el uso de juegos en el aula podemos utilizarlos para desarrollar competencias clave adem¨¢s de contenidos. Podemos utilizar el juego como agente socializador o en un ¨²ltimo paso como n¨²cleo central de un Aprendizaje Basado en Proyectos¡±.
Los docentes que recurren a este tipo de recursos utilizan juegos de mesa contempor¨¢neos que aporten; evitando aquellos en los que no se d¨¦ mucha importancia el azar, que sean de muy larga duraci¨®n o que premien al conocimiento de lo jugadores. En Afim21 han seleccionado m¨¢s de 500 juegos que pueden adaptarse al contexto educativo. ¡°Los que m¨¢s utilizamos son juegos abstractos que facilitan el desarrollo del razonamiento l¨®gico; eurogames, juegos que tienen una duraci¨®n controlada y no eliminan a jugadores; fillers, juegos sencillos que desarrollan habilidades muy concretas como velocidad de procesamiento y atenci¨®n, de breve duraci¨®n y reglas sencillas; Juegos tipo party, ideales para socializar, generar cohesi¨®n grupal y que pueden tener una gran relaci¨®n con el contenido curricular en ocasiones¡±, explica N¨²ria Guzm¨¢n, para quien lo ideal no es buscar el objetivo final, que para muchos es el aprendizaje de contenidos curriculares, sino elegir juegos que hayan sido dise?ados para divertir. ¡°Jugar por jugar, sin m¨¢s objetivo que ese, dado que es en ese entorno de diversi¨®n, en el que tanto ni?os y ni?as como mayores se sumergen en un plano donde hay libertad de acci¨®n, donde el pensamiento no tiene l¨ªmites, donde no importan los errores, donde se aprende de ellos, donde la experimentaci¨®n es libre y el disfrute genera una mayor actividad, en un plano de motivaci¨®n y emoci¨®n, un entorno verdaderamente estimulante para nuestro cerebro¡±.
?Es importante que todos los docentes del centro remen en la misma direcci¨®n o es suficiente con integrarlos en una o algunas asignaturas o extraescolares? S¨¢nchez responde que el trabajo en equipo es muy importante en educaci¨®n y que ¡°aunque al principio puede resultar algo extra?o jugar en clase, en cuanto los resultados salen a la luz muchos compa?eros preguntan por estos recursos educativos¡±. Compa?eros de centro pero tambi¨¦n los que forman parte de lo que denominan el ¡°claustro virtual¡±, docentes con la misma forma de entender la educaci¨®n que comparten experiencias y recursos a trav¨¦s de las redes sociales y plataformas educativas para sacar el m¨¢ximo rendimiento a este tipo de metodolog¨ªas.
Se?ala N¨²ria Guzm¨¢n el inter¨¦s creciente en esta nueva metodolog¨ªa por parte de centros de profesorado, universidades y centros educativos. En la mayor¨ªa de los cursos que imparten para el profesorado, cuando ¨¦stos se han inscrito por voluntad propia la reacci¨®n habitual ha sido de mucha ilusi¨®n, ganas de incorporar estos recursos y motivaci¨®n. Reconoce tambi¨¦n que, cuando la iniciativa ha partido del propio centro, algunos profesores se han mostrado reacios o incr¨¦dulos al principio. ¡°Muchos cambian el ¡°chip¡±, cuando ven la relaci¨®n directa con el aprendizaje, justificado desde el marco de la neurociencia. Este tipo de metodolog¨ªas, no solamente inyecta emoci¨®n y participaci¨®n activa del alumnado, sino que impulsa al profesorado a implantarlo dado que enseguida se aprecian cambios dentro del contexto del aula¡±.
Incluso los propios alumnos acaban demandando este tipo de actividades dentro del centro escolar si saben que en algunas aulas se utilizan. ¡°Aunque est¨¦s trabajando con un serious game (juegos dise?ados para un fin did¨¢ctico), que son bastante aburridos a mi parecer, los alumnos reaccionan con entusiasmo. Cuando sacamos un juego en el aula los alumnos est¨¢n receptivos al 100%, no hace falta motivarlos ya que conocen por experiencias anteriores que van a divertirse. Ellos no ven el juego como un medio para aprender, lo ven como algo que quieren hacer, algo que les gusta compartir con sus compa?eros y su maestro¡±, admite el maestro Manu.
El juego deja huella al alumnado y al mismo tiempo permite desarrollar capacidades y contenidos curriculares que de otra forma es m¨¢s dif¨ªcil alcanzar. ?Qu¨¦ conclusiones saca Manu S¨¢nchez de estos cuatro a?os de recorrido? ¡°Me quedo sobre todo con la motivaci¨®n del alumnado y del profesorado. A todos nos gusta cambiar y experimentar. Voy ilusionado al centro sabiendo que ese d¨ªa probaremos o jugaremos a un nuevo juego de mesa o realizaremos una actividad l¨²dica distinta a la anterior que nos har¨¢ estar m¨¢s unidos como grupo y nos ayudar¨¢ a superar el dif¨ªcil reto de educar en la sociedad actual. Tengo la suerte de poder trasladar las experiencias que hacemos en el aula y en cursos y talleres en centros del profesorado y universidades de toda Espa?a y es un placer observar en estos a?os como las ludotecas escolares nacen en cualquier lugar para ayudar en nuestra labor docente¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.