C¨®mo hacer de la ciencia una aliada fundamental del feminismo
La argentina Agostina Mileo, 'Barbie Cient¨ªfica' en las redes, se r¨ªe de los estereotipos en su primer libro
La argentina Agostina Mileo conoce bien el peso de los estereotipos en la ciencia. Su curr¨ªculum vitae dice que es licenciada en Ciencias Ambientales, mag¨ªster en Comunicaci¨®n Cient¨ªfica y doctoranda en Historia y Epistemolog¨ªa de la Ciencia, pero es rosa. ¡°?Acaso hay otro color?¡±, justifica ella. Lo dice con el mismo tono que le puso hace seis a?os a la Barbie cient¨ªfica, un personaje que cre¨® en las redes sociales para re¨ªrse de los prejuicios alrededor de su forma de ser: una mujer a la que le encanta comprar zapatos y transmitir qu¨¦ dicen los estudios en forma clara y simple. .
Mileo (Buenos Aires,?1987) acaba de publicar un libro, el primero que escribe. Se titula Que la ciencia te acompa?e (a luchar por tus derechos) y acaba de ser editado en Argentina por Penguin Random House Grupo Editorial. Le puso ese t¨ªtulo porque le gusta Star Wars, pero sobre todo porque cree que ese ¨¢mbito tambi¨¦n puede proporcionar herramientas para solucionar las desigualdades de g¨¦nero.
?Qu¨¦ dicen los estudios sobre los orgasmos femeninos? ?Por qu¨¦ no hay anticonceptivos para los varones? ?Cu¨¢les son las causas por las que millones de mujeres eligen determinadas dietas de moda? Para responder estas preguntas desde una perspectiva feminista, Mileo sac¨® a relucir bibliograf¨ªa cient¨ªfica, la analiz¨® y le agreg¨® algunas an¨¦cdotas propias como condimento. ¡°Mis ganas de acercar el conocimiento vienen de ponerle un piso a las discusiones. Mi lema es ¡®una opini¨®n no es un argumento¡¯. Entonces propongo empezar a pensar un poco c¨®mo discutir desde los argumentos y hacerlo bien¡±, dice. Para ella, eso es vital para que una persona tenga acceso a sus propias reflexiones y forme ideas para ¡°accionar sobre los elementos¡± que lo o la oprimen.
Ponerle brillo a los prejuicios
Mileo propone confiar en la ciencia a pesar de haber sufrido ella misma los sesgos de g¨¦nero que enumera en el libro. Estereotipos sobre lo que ¡°tiene que ser un cient¨ªfico¡± que han sido un obst¨¢culo para su carrera acad¨¦mica. ¡°Llegado el momento de empezar a conectar con la comunidad que me correspond¨ªa, los prejuicios fueron mucho m¨¢s fuertes que mi formaci¨®n. Siempre que dec¨ªa alguna idea me revoleaban los ojos¡±, recuerda.
La creaci¨®n de las cuentas en Facebook y Twitter de ¡°la Barbie cient¨ªfica¡± fue entonces una forma de decirlo ella misma, de mostrar que se re¨ªa de s¨ª misma y de ese encasillamiento. Lo hizo porque cre¨ªa que ser mujer y joven ten¨ªa un papel en en ese desprecio, pero tambi¨¦n de haberse dedicado a la comunicaci¨®n cient¨ªfica como ¨¢rea de especializaci¨®n. ¡°Tomar la palabra no es hist¨®ricamente sencillo para nosotras las mujeres. En Argentina, por ejemplo, no tenemos comunicadoras masivas que hayan llegado al espectro de lo popular. Son todos varones¡±, se?ala.
Tomar la palabra no es hist¨®ricamente sencillo para nosotras las mujeres. En Argentina, por ejemplo, no tenemos comunicadoras masivas que hayan llegado al espectro de lo popular. Son todos varones¡±
As¨ª empez¨® a analizar de forma sencilla las noticias cient¨ªficas que aparec¨ªan en los medios. Lo hizo a partir de una serie de preguntas que apuntaban a explicar qu¨¦ dec¨ªa un estudio, c¨®mo se hab¨ªa realizado, en qu¨¦ avanzaba y cu¨¢l era su utilidad. Ese estilo es el que retoma en el libro. ¡°La capacidad de las mujeres para producir ciencia y sus resultados son subestimados, especialmente si son gays y no blancas. ?Para qu¨¦ sirve? Para dejar de decir gansadas basadas en la experiencia personal de conocer a tres conferencistas afamadas. O peor, de haber googleado ¡®mujeres cient¨ªficas referentes¡¯ y ver que salen varias p¨¢ginas¡±, escribi¨®.?
Aborto, dietas, menstruaci¨®n
Mileo propone que la ciencia acompa?e a las mujeres a analizar con una mirada cr¨ªtica qu¨¦ pasa con la agenda de g¨¦nero actual. ¡°Hoy est¨¢ este viraje hacia la preocupaci¨®n por la salud, pero lleva al mismo resultado y a los mismos ideales de cuerpos. Me interesaba mostrar estas cuestiones que se van imponiendo. ?Qu¨¦ mensajes nos est¨¢n mandando? ?Qu¨¦ cosas est¨¢n flojas de papeles para ser afirmadas? Por ejemplo, ?por qu¨¦ creemos que dejar las harinas es saludable?¡±, se pregunta.
Tambi¨¦n repasa siete argumentos que utilizan las personas que est¨¢n en contra del aborto. Por ejemplo, uno que se escuch¨® mucho durante el debate en Argentina en torno a la legalizaci¨®n de la interrupci¨®n voluntaria del embarazo y que postula que esta ¡°puede convertirse en un m¨¦todo anticonceptivo¡±. Ah¨ª Mileo es tajante. ¡°No. Ning¨²n estudio comparativo a gran escala demuestra que si el aborto se legaliza, las mujeres se lanzan masivamente a utilizarlo como m¨¦todo anticonceptivo¡±, concluye.
Incluye tambi¨¦n mitos sobre la menstruaci¨®n, como la supuesta ¡°sincronizaci¨®n¡± entre mujeres. De eso algo sabe: es la coordinadora de la campa?a #MenstruAcci¨®n, que pretende visibilizar la desigualdad econ¨®mica generada por este proceso y que ya inspir¨® varios proyectos de ley en Argentina, incluidos dos que fueron presentados el a?o pasado en el Congreso.
Feminismo documentado
Uno de los objetivos del libro est¨¢ en l¨ªnea con toda una bibliograf¨ªa reciente que cuestiona la idea de que la ciencia es universal y objetiva. ¡°En la pr¨¢ctica, este sujeto universal, al que aplica todo lo que la ciencia conoce, es un var¨®n blanco heterosexual que se toma como modelo¡±, plantea ella.
Ese no es el modelo que Mileo quiere: hasta ahora, para su trabajo ha incluido todo el abanico de la diversidad sexual y la identidad de g¨¦nero. Por eso, espera que su libro ¡°sea ¨²til para sortear la angustia que generan las condiciones opresivas y desiguales de las mujeres y otras disidencias en esta sociedad¡±. Pero su idea principal es casi un legado. Quiere demostrar que el feminismo ¡°est¨¢ bien documentado¡±, que no es ¡°una idea surgida de la mera experiencias personales¡±, sino que la desigualdad es sist¨¦mica. En esa b¨²squeda, la ciencia no se vende por separado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.