La clave contra la corrupci¨®n: mantener vivos a los informantes
La plataforma PPAAF se dedica a garantizar la defensa de los denunciantes de casos corrupci¨®n en ?frica con el fin de animar a m¨¢s personas a desvelar asuntos turbios y mejorar la gobernanza
¡°En ?frica, los que denuncian la corrupci¨®n se enfrentan a un riesgo de muerte¡±, dice William Bourdon, abogado franc¨¦s experto en la lucha contra la corrupci¨®n. Tambi¨¦n es el fundador de PPLAAF, una organizaci¨®n dedicada a garantizar la seguridad de los denunciantes o lanzadores de alertas, como se les conoce en el entorno franc¨®fono. ¡°Un denunciante¡±, seg¨²n esta organizaci¨®n, ¡°es una persona que revela informaciones relativas a actos ilegales, il¨ªcitos o contrarios al inter¨¦s general, de los cuales ha sido testigo, fundamentalmente, en el marco de su trabajo. Los denunciantes son habitualmente amenazados o perseguidos por las personas o las organizaciones de las que hablan sus revelaciones¡±.
PPLAAF, la Plataforma de Protecci¨®n de los Lanzadores de Alertas de ?frica, ha desvelado tres esc¨¢ndalos de corrupci¨®n en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo y en Sud¨¢frica, y ha trabajado con denunciantes en otros pa¨ªses africanos. Los Gupta Leaks, los Lumumba Papers y los Banana Port Papers son las tres grandes historias desveladas. Los Gupta Leaks son un paquete de m¨¢s de medio mill¨®n documentos filtrados que ponen de manifiesto las redes de influencias de los Gupta, una familia de empresarios originarios de India, en el Gobierno sudafricano. Seg¨²n la denuncia, esta red de influencias incluye el pago de comisiones a personas pr¨®ximas al r¨¦gimen del antiguo presidente Jacob Zuma. Algunos analistas consideran que este esc¨¢ndalo fue uno de los que fue minando el prestigio de Zuma y que acabaron por desencadenar su ca¨ªda.
En RDC, los Lumumba Papers y los Banana Port Papers se?alan al entorno del presidente Kabila. En el primer caso, Jean Jacques Lumumba, un empleado del BGFI Bank, filtr¨® documentos con los que se denunciaron desv¨ªos de fondos desde cuentas de organismos p¨²blicos a personas del entorno m¨¢s pr¨®ximo a la familia del presidente y operaciones bancarias presuntamente fraudulentas. En el segundo caso, un informante an¨®nimo aport¨® documentos que desvelaban negociaciones secretas entre el Gobierno y uno de los mayores operadores portuarios del mundo, el Dubai Port World (DPW), en la construcci¨®n de un puerto en la desembocadura del r¨ªo Congo. El proyecto ascend¨ªa a m¨¢s de mil millones de d¨®lares, y la parte m¨¢s importante de la negociaci¨®n se centraba en el beneficio que obtendr¨ªan empresarios y pol¨ªticos.
Bourdon ha acabado convirti¨¦ndose en el azote de los dictadores y los s¨¢trapas africanos. Su iniciativa Operation Bien mal acquis (Operaci¨®n Bienes Ileg¨ªtimos) ha puesto contra las cuerdas a personajes como Teodoro Nguema Obiang Mangue, Teodor¨ªn, vicepresidente de Guinea Ecuatorial e hijo del longevo presidente; al entorno del presidente de la Rep¨²blica del Congo, Denis Sassou-Nguesso; o a la familia de los Bongo, gobernante en Gab¨®n. Lo ha hecho al estilo del proceso contra Al Capone: a trav¨¦s de la persecuci¨®n en Francia de los bienes procedentes de la corrupci¨®n, como blanqueo de capitales.
"El periodista es el aliado tradicional del denunciante¡±, confiesa Thulliez
PPLAAF es el resultado del roce constante con los denunciantes y de la necesidad de generar un espacio de seguridad para que se decidan a compartir su informaci¨®n. En este ¨²ltimo proyecto, Bourdon se ha cruzado con Henri Thulliez, otro letrado curtido en ?frica. Ambos explican su fijaci¨®n por el continente. La debilidad del estado de derecho que ¡°permite todos los manejos y clientelismos¡± o la ausencia, hasta ahora, de ¡°una sociedad civil que enarbole la bandera de la protecci¨®n del inter¨¦s com¨²n¡±, adem¨¢s del ¡°riesgo de muerte¡± de los informantes, forman el diagn¨®stico de Bourdon. Thulliez a?ade ¡°la exigencia de estado de derecho por parte de los ciudadanos, cansados de ser manipulados¡± y advierte que ¡°el proceso de toma de conciencia¡± va de la mano de ¡°una clase media con ganas de acabar con la opacidad¡±.
Hay una ¨²ltima pieza del puzzle para Thulliez: ¡°?frica es el continente m¨¢s pobre, pero el que m¨¢s recursos tiene. Y en ese contexto hay multinacionales, no solo occidentales, sino tambi¨¦n chinas y rusas, que est¨¢n participando en la evaporaci¨®n de recursos¡±. Y Bourdon apunta: ¡°En ?frica compiten y se disputan la soberan¨ªa con los estados¡±.
PPLAAF ofrece la posibilidad de denunciar con seguridad a trav¨¦s de un entorno digital protegido en el que las comunicaciones est¨¢n encriptadas y garantiza que los informantes no se pongan en riesgo. Despu¨¦s de esa primera comunicaci¨®n, empieza el trabajo de acompa?amiento: desde el asesoramiento jur¨ªdico hasta el contacto con los medios de comunicaci¨®n para favorecer la protecci¨®n. ¡°El periodista es el aliado tradicional del denunciante¡±, confiesa Thulliez.
Aunque se guarda los detalles, Thulliez tiene fresca una complicada operaci¨®n para trasladar a un lugar seguro a un informante y a su familia. ¡°La responsabilidad es mayor porque los riesgos son mayores¡±, explica, ¡°pero cuando alguien ha decidido lanzar la denuncia, nada le va a detener¡±. ¡°Antes de enviar el email definitivo al periodista¡±, cuenta Thulliez, ¡°siempre les preguntamos '?Est¨¢s seguro? A¨²n se puede anular todo'. Y siempre dicen 'vamos¡±.
A pesar de todo, hay un instante de tremenda presi¨®n, como explica Henri Thulliez: ¡°Cuando pulsas enviar, contienes el aliento y haces una especie de repaso mental de lista de tareas: si he tomado tal medida, si todo lo que he enviado puede pasar en caso de un proceso por difamaci¨®n, si los denunciantes est¨¢n a salvo, si su familia est¨¢ segura, si hemos informado a tal o cual periodista. Env¨ªas y durante una hora no pasa nada y te preguntas si lo has hecho todo bien. Despu¨¦s, empiezan a llegar respuestas y propuestas, todo empieza a avanzar y a crecer¡±.
Para Thulliez, los informantes son ¡°la parte humana de las consecuencias de la corrupci¨®n"
Para Thulliez, los informantes son ¡°la parte humana de las consecuencias de la corrupci¨®n¡±. ¡°Sus? mecanismos, c¨®mo se desv¨ªan los fondos p¨²blicos, c¨®mo funcionan las sociedades offshore... son dif¨ªciles de explicar, pero las consecuencias que sufre un informante son f¨¢ciles de entender. Por ejemplo, las revelaciones de Jean Jacques Lumumba son dif¨ªciles de comprender, pero las represalias que ha sufrido y su historia nos permite entender todo el sistema de intimidaci¨®n, de manipulaci¨®n del poder, de oscuridad... Las historias de los denunciantes nos ofrecen un relato comprensible de la corrupci¨®n¡±, sentencia el letrado franc¨¦s.
Bourdon tambi¨¦n tiene su debilidad por los denunciantes, porque ¡°representan el fin de la resignaci¨®n¡±. ¡°En ?frica¡±, comenta el veterano jurista, ¡°era especialmente patente una especie de fatalismo en relaci¨®n con la corrupci¨®n: la sensaci¨®n de que pasaba y no se pod¨ªa hacer nada. Para salir de la oscuridad hacen falta los denunciantes. Puedes tener leyes anticorrupci¨®n ejemplares, pero seguir¨¢ habiendo mecanismos de desv¨ªo tambi¨¦n ejemplares. Siempre habr¨¢ agujeros negros y siempre ser¨¢ necesario proteger a los que se atreven a denunciar¡±.
¡°Las revelaciones tienen un impacto en ?frica¡±, se?ala Bourdon, ¡°y en todo el mundo. Porque la corrupci¨®n se apoya sobre un sistema global de complicidades y de ingenier¨ªa financiera, bancaria, fiscal y contable¡±. PPLAAF se centra en denuncias relacionadas con ?frica. Y el jurista recuerda esa internacionalidad de la corrupci¨®n: ¡°No cerrar¨ªamos la puerta a denunciantes espa?oles o italianos, por ejemplo, que revelasen un esc¨¢ndalo de la administraci¨®n o de una empresa espa?ola o italiana en ?frica. Lanzo una llamada a todos los denunciantes espa?oles¡±.
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