Jaime Lerner: ¡°El coche es el cigarrillo del futuro. Pr¨¢cticamente va a desaparecer¡±
Con poco dinero y grandes ideas, este arquitecto transform¨® el transporte p¨²blico de Curitiba (Brasil). Su ¡°metro sobre ruedas¡± ha sido imitado por todo el mundo, de Bogot¨¢ a Se¨²l, pasando por Los ?ngeles o Estambul.
EL ¡°METRO sobre ruedas¡±, la escolarizaci¨®n a cambio de un cesto de comida para la familia o la expropiaci¨®n de parte de los bosques han sido algunas de las propuestas revolucionarias que sanearon Curitiba (Brasil) sin apenas inversi¨®n. Pionero de la soste?nibilidad y experto en lograr grandes cambios con pocos medios, el arquitecto brasile?o Jaime Lerner, de 80 a?os, entr¨® en pol¨ªtica, dice, por responsabilidad. ¡°El alcalde estaba destrozando la ciudad¡±. Y dej¨® escrito su ideario en el libro Acupuntura urbana (2003).
Llega al sal¨®n del hotel cojeando. Hace seis meses que lo operaron de la columna. Pero ha venido hasta Pamplona para dialogar ¡ªen el congreso Menos arquitectura, m¨¢s ciudad¡ª con el otro gran defensor de la peatonalizaci¨®n: el dan¨¦s Jan Gehl. Pide agua, pero a las cinco de la tarde el bar del hotel Tres Reyes est¨¢ cerrado. ¡°Tendr¨ªan que esperar a las siete¡±, aclaran en recepci¨®n. La ?asistente del fot¨®grafo le ofrece su botella de agua. ¡°Eddie Murphy siempre pregunta: ¡®?D¨®nde van cargando todo el d¨ªa esas botellas de agua? ?Al desierto?¡±. Suelta una ?carcajada y se bebe el agua.
¡°El coche es el cigarrillo del futuro. Pr¨¢cticamente va a desaparecer. Ser¨¢ solo para viajes y ocio, no para la ciudad¡±
Lerner se meti¨® en pol¨ªtica porque el alcalde de Curitiba hab¨ªa ampliado las calzadas para que pasaran m¨¢s coches. ¡°Cuando se ampl¨ªan las calzadas se estrecha la mentalidad. Y se destruye la historia¡±, sostiene.
Corr¨ªa 1964, era todav¨ªa estudiante cuando, con varios compa?eros, ide¨® el Plan de Circulaci¨®n de su ciudad. En 1971 fue elegido alcalde a dedo, por la dictadura militar¡ ?Lo nombraron los militares y se puso en contra de su pol¨ªtica? ¡°El r¨¦gimen no quer¨ªa protestas. Por eso encauzaron las quejas en las ciudades. Me pod¨ªan echar en cualquier momento, igual que me hab¨ªan nombrado. Mi equipo estaba formado por j¨®venes comunistas. Sab¨ªamos que ten¨ªamos poco tiempo. Por eso los advert¨ª: ¡®Tenemos que trabajar r¨¢pido¡±. Su primera idea fue convencer a la gente de que el coche no era importante. ¡°Es el cigarrillo del futuro. Va a desaparecer de casi todas partes. Si hay que seguir fabric¨¢ndolos para crear empleo, ser¨¢n para viajes y ocio, no para la ciudad. No hay futuro urbano si el transporte depende de veh¨ªculos particulares¡±, sentencia.
En 1971, Curitiba ten¨ªa 700.000 habitantes. Era la t¨ªpica ciudad extendida, ¡°brasile?a¡±, apostilla Lerner. Costaba horas llegar de las afueras al centro. Por entonces se dec¨ªa que cualquier urbe con un mill¨®n de habitantes ten¨ªa que tener un metro. Pero ellos no dispon¨ªan de dinero para construirlo. Se plantearon hacer uno en la superficie, ¡°un troleb¨²s, pero en barato: autobuses con pocas paradas y en un carril exclusivo¡±. Y crearon tubos en las paradas para hacer posible el embarque r¨¢pido por varias puertas, como en el metro. ¡°Funcion¨®. La gente no ten¨ªa que esperar m¨¢s de un minuto¡±.
Los autobuses prepararon la expulsi¨®n de los coches de Curitiba. Y, solucionada la movilidad, la con?secuencia inmediata fue la mejora de las ¨¢reas verdes. Pasaron de medio metro cuadrado por habitante a 50. ¡°Hoy estamos en 60 metros cuadrados, uno de los ¨ªndices m¨¢s altos del mundo¡±, precisa.
De nuevo sin dinero, en lugar de construir plazas lo que hicieron fue cuidar mejor los bosques existentes. ¡°Si una familia ten¨ªa un ¨¢rea de 100.000 metros cuadrados, expropi¨¢bamos 80.000. Los propietarios se quedaban con 20.000 para siempre, libres de impuestos, a cambio de que la venta fuera econ¨®mica para la Administraci¨®n. Y el apellido de la familia ¡ªBarigui, Tangu¨¢¡¡ª daba nombre al parque. Fue una soluci¨®n ganadora. Partimos de nada y multiplicamos el espacio p¨²blico. La creatividad empieza cuando quitas un cero al presupuesto. El exceso de medios conduce al despilfarro¡±.
Lerner es tajante al no defender la participaci¨®n ciudadana. ¡°Es poco eficaz. Para que las cosas funcionen tienes que preparar un escenario que la gran mayor¨ªa entienda como deseable: frecuencia de autobuses, agua m¨¢s limpia, profesores m¨¢s motivados, ni?os escolarizados¡ Ah¨ª triunfas seguro¡±, asegura. Tambi¨¦n sostiene que ¡°lo smart es tonto. Si quieres resolver la movilidad tienes que lograr que la gente viva y trabaje en distancias cortas. La vida de barrio salvar¨¢ la ciudad. El colegio, el deporte y las compras tienen que estar cerca. La cultura, el teatro o los museos pueden estar en el centro¡±.
El modelo Curitiba llev¨® a este arquitecto a dar clases de urbanismo a la Universidad de Berkeley (California). Al regresar, volvi¨® a ser alcalde en 1979. Y una d¨¦cada despu¨¦s se alz¨® vencedor por tercera vez present¨¢ndose solo 12 d¨ªas antes de las elecciones. ¡°Toda mi familia estaba en contra. Pero ser alcalde fue la mejor ¨¦poca de mi vida. Uno ve cambiar las cosas. Eso es maravilloso¡±.
¡°La creatividad empieza cuando quitas un cero al presupuesto. El exceso de medios conduce
al despilfarro¡±
Su metro sobre ruedas empez¨® trasladando a 50.000 pasajeros al d¨ªa. ¡°Hoy transporta 2.600.000 personas, casi las mismas que el metro de Londres, que mueve tres millones¡±. Explica que el sistema es hoy el mismo que hace casi medio siglo, aunque se va mejorando: aumenta la frecuencia y el gas¨®leo deber¨¢ sustituirse por electricidad.
M¨¢s all¨¢ del transporte, Unicef premi¨® su proyecto Da rua para a escola. ¡°Un m¨¦rito de mi esposa, que era profesora¡±. En su etapa de gobernador de Paran¨¢, entre 1995 y 2002, ve¨ªa que en todas las ciudades hab¨ªa ni?os por la calle, as¨ª que iniciaron un programa con una medida populista: cada familia que llevara un ni?o al colegio recibir¨ªa una cesta de comida semanal. ¡°Fue otra manera de conseguir mucho con poco¡±.
Cuenta que habl¨® una vez con el actor Jeremy Irons porque quer¨ªa hacer una pel¨ªcula sobre la contaminaci¨®n de los pl¨¢sticos en los oc¨¦anos. ¡°Le expliqu¨¦ nuestro acuerdo con los pescadores. Si pescaban peces, se los quedaban. Si pescaban basura, se la compr¨¢bamos. Cuanta m¨¢s basura consegu¨ªan, m¨¢s dinero les d¨¢bamos. Fue otra situaci¨®n en la que no puedes perder. Por eso tuvo ¨¦xito¡±.
Algo parecido les sucedi¨® con el reciclaje. ¡°Vimos que eran los ni?os los que ten¨ªan que educar a los padres. Los formamos. Ellos luego son dur¨ªsimos. Conseguimos a la vez profesores y polic¨ªas en las casas. Y la gente se acostumbr¨® a reciclar¡±.
Siendo gobernador, lleg¨® a la conclusi¨®n de que el problema esencial de la educaci¨®n era la formaci¨®n de los profesores. Y decidi¨® reunirse con los maestros. Llegaban de todas las partes del Estado de Paran¨¢. Y hablaban. Conviv¨ªan de cuatro en cuatro en una casa. ¡°Busc¨¢bamos apertura mental¡±, rememora. Les hac¨ªan escuchar a personas creativas: m¨²sicos, escritores¡ ¡°Los artistas son gente con la piel m¨¢s fina, por eso ven las cosas antes. Si puedo trabajar con personas que anticipan el futuro, ?por qu¨¦ voy a trabajar con las que solo ven el pasado?¡±.
Insiste en que Curitiba no es un modelo: ¡°Es una referencia de simplicidad y de imperfecci¨®n. Tambi¨¦n de trabajar con pocos medios. Mi ?intenci¨®n no ha sido nunca salvar el mundo, sino promover el deseo de cambiar las cosas. Creo que eso es posible¡±.?
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