Una barrera casera para detener toneladas de basura

La arena desapareci¨® sepultada por miles de botellas de pl¨¢stico y otros residuos s¨®lidos, incluido material m¨¦dico. Ni rastro de ba?istas en la playa del Quetzalito, situada en Punta de Manabique, al norte de Guatemala. Este paradis¨ªaco lugar, que fue declarado una reserva natural protegida en 2005, comenz¨® a convertirse en un enorme basurero en 2014. Los desechos llegan incluso hasta la costa caribe?a del Golfo de Honduras.

Desde el cielo se divisa una l¨ªnea blanca de pl¨¢sticos que recorre los ocho kil¨®metros de la playa a la que cada d¨ªa llegan toneladas de basura que provienen de la desembocadura del R¨ªo Motagua, el m¨¢s extenso y caudaloso de Guatemala (486 kil¨®metros). A ¨¦l van a parar los residuos de cerca de un centenar de poblaciones que carecen de un sistema de tratamiento de basura, incluida Ciudad de Guatemala.

Este problema hubiese sido local si la basura no hubiera alcanzado la costa del pa¨ªs vecino. Ello provoc¨® que el Gobierno de Juan Orlando Hern¨¢ndez expresara en 2014 la primera protesta a su hom¨®logo de Guatemala. De hecho, el alcalde del principal municipio afectado, Ricardo Alvarado, amenaz¨® dos a?os despu¨¦s con denunciar al Estado guatemalteco por los residuos que llegaban a la playa de localidad.

La fuente principal del problema es el afluente Las Vacas, que recibe cantidades ingentes de desperdicios provenientes del mayor basurero de todo Centroam¨¦rica, con 44 hect¨¢reas. Situado desde 1953 a escasos kil¨®metros del centro de la capital, llegan cada d¨ªa a este lugar medio millar de camiones que depositan entre 1.000 y 1.500 toneladas de residuos. Esta es la principal fuente del problema, denuncia el presidente de la Asociaci¨®n Guatemalteca de Organizaciones Ambientalistas, Marco Vinicio Cerezo. El Ministerio de Medio Ambiente ya ha solicitado a la Municipalidad su ¡°cierre t¨¦cnico¡±.

La soluci¨®n que se puso en marcha en septiembre de 2016 fue combatir el pl¨¢stico con su propia medicina: las biobardas. Se trata de un proyecto artesanal, elaborado con botellas de este material, un lazo y una malla, que hace la funci¨®n de barrera para todos los desechos s¨®lidos que flotan en la superficie del agua. De este modo se evita que sigan el curso del r¨ªo hasta desembocar en el mar y contaminar el pa¨ªs vecino. Previamente, el Ej¨¦rcito guatemalteco invirti¨® cuatro meses en limpiar el r¨ªo.

Alfonso Alonzo es el ministro de Medio Ambiente de Guatemala: ¡°Se ha logrado detener el 90% de los desechos que van sobre la superficie del agua". ¡°?Podr¨ªa su pa¨ªs aprender de Guatemala?¡±, pregunta el Banco Mundial, impulsor de esta iniciativa en un v¨ªdeo sobre la misma.

Buena idea, ?mala ejecuci¨®n?

No todo son luces: en el momento de la visita a la aldea El Quetzalito, ubicada a 4,5 kil¨®metros de la desembocadura del R¨ªo Motagua, solo funciona una de las biobardas. En el interior del r¨ªo, se encuentran dos hombres, quienes rastrillo en mano y sin ning¨²n tipo de vestimenta especial para este trabajo, van apartando con m¨¢s de medio cuerpo sumergido en el agua, los kilos de basura que han quedado atrapados en la malla. En peque?os cestos, introducen las botellas y envases de pl¨¢stico, calzado y troncos que flotan en la superficie y que impiden pr¨¢cticamente ver el agua.

Rastrillo en mano y sin ning¨²n tipo de vestimenta especial, los trabajadores van apartando con m¨¢s de medio cuerpo sumergido en el agua, los kilos de basura que han quedado atrapados en la malla

Solo 15 trabajadores, como reconoce el propio Ministro de Medio Ambiente, se afanan de lunes a viernes, en retirar cinco toneladas de basura del R¨ªo Motagua que quedan acumuladas en la ¨²nica biobarda que funciona. Despu¨¦s, trasladan los residuos a una bodega construida gracias al Gobierno de Taiw¨¢n, que destin¨® 741.000 quetzales (89.000 euros). All¨ª compactan en dos m¨¢quinas la basura y se selecciona la que puede ser reciclada para introducirla en una trituradora, de forma que los beneficios econ¨®micos que se pretenden lograr de la venta de este material repercutan en la comunidad. Mientras, los tapones, el pl¨¢stico duro y todo lo que no puede ser reutilizado son trasladados a la empresa Cementos Progreso para incinerarlos. ¡°Las 15 personas que nos dedicamos a recolectar la basura hacemos lo humanamente posible para sacar el trabajo d¨ªa tras d¨ªa¡±, asegura Emanuel Portillo, minutos despu¨¦s de salir del agua donde ¨²nicamente protege sus pies con unas botas. ¡°El ministro nos dijo que nos va a ayudar con unos trajes impermeables para realizar el trabajo adecuadamente, pero de momento solo utilizamos las botas¡±, se?ala.

C¨¦sar Augusto Dub¨®n tambi¨¦n trabaja en el proyecto. De ocho de la ma?ana, a las cuatro de la tarde, se mantiene en el agua extrayendo los residuos y sin miedo de contraer ninguna enfermedad: ¡°Hasta el momento no hemos sentido ninguna dolencia, ni infecci¨®n y, adem¨¢s, tenemos acceso al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social¡±. S¨ª se queja de que no pueden con la carga de trabajo: ¡°Aqu¨ª deber¨ªa haber por lo menos unas 30 personas m¨¢s¡±. El Ministro de Medio Ambiente reconoce: ¡°ya no damos abasto, puesto que es un trabajo tit¨¢nico para tan poca gente¡±.

A pesar de las dificultades, el ministro promete que en un a?o ya no habr¨¢ basura en la playa, gracias a la construcci¨®n de una barrera industrial de retenci¨®n de residuos, con un presupuesto de 1,4 millones de euros, que sustituir¨¢ a las biobardas artesanales que muchas veces se rompen en ¨¦poca de lluvias. ¡°Ahora estamos?poniendo una curita en una operaci¨®n de coraz¨®n abierto ¡±, apunta, al tiempo que anuncia que la siguiente fase ser¨¢ la construcci¨®n, antes de que finalice el a?o, de una incineradora en la aldea El Quetzalito.

Para todos estos proyectos, el Fondo Mundial para el Medio Ambiente, administrado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha destinado 5,2 millones de d¨®lares a Guatemala y Honduras, con el fin de controlar la contaminaci¨®n en la cuenca del R¨ªo Motagua y la Bah¨ªa de Omoa. Las actuaciones principales se han desarrollado en El Quetzalito, pero en otros municipios cercanos contin¨²a habiendo una gran acumulaci¨®n de basura en la orilla del mar.

Hay voces discordantes. Para el tambi¨¦n Director General de la Fundaci¨®n para el Ecodesarrollo y la Conservaci¨®n (Fundaeco), Marco Vinicio Cerezo, las biobardas son ¨²nicamente un ¡°paliativo para un problema gigantesco¡±, por lo que, a su juicio, ¡°no se acerca ni siquiera de lejos a ser una verdadera soluci¨®n¡± al hecho de que las poblaciones arrojen basura al r¨ªo. Para ¨¦l, es necesaria una soluci¨®n estructural: ¡°No hay una ley nacional de gesti¨®n de desechos s¨®lidos, ni tenemos regulaci¨®n municipal adecuada que instruya a la poblaci¨®n a separar y manejar sus residuos¡±.

No hay una ley nacional de gesti¨®n de desechos s¨®lidos, ni tenemos regulaci¨®n municipal adecuada que instruyan a la poblaci¨®n a separar y manejar sus residuos

Uno de los puntos clave son las reformas legislativas. El Congreso de Guatemala est¨¢ debatiendo desde julio de 2017 una iniciativa de ley para aprobar un protocolo relativo al convenio sobre la prevenci¨®n de la contaminaci¨®n del mar por vertimiento de desechos. Una vez aprobada, el pa¨ªs centroamericano se comprometer¨¢ a prohibir arrojar residuos al mar. Otra ley obligar¨¢ a 340 municipios a implantar antes del 6 de mayo de 2019 una planta de tratamiento de aguas residuales. Desde el 2014 est¨¢ pendiente en el Congreso de aprobarse la ley para la creaci¨®n de la autoridad para el manejo sustentable de la cuenca del r¨ªo Motagua, con el fin de coordinar las acciones dirigidas a eliminar la contaminaci¨®n y mejorar la calidad del agua.

El objetivo, seg¨²n recalca Cerezo, debe ser que Guatemala contribuya a evitar que se cumpla la previsi¨®n del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, que calcula que en el 2050 habr¨¢ m¨¢s pl¨¢stico que peces en el oc¨¦ano. De momento, y antes de que se cumplan estas catastr¨®ficas cifras, Marvin Enr¨ªquez, vecino de Quetzalito, constata que la pesca ha desaparecido pr¨¢cticamente en su municipio: ¡°Lo t¨®xico provoca que los peces huyan y se vayan lej¨ªsimos".

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