India vende compresas ecol¨®gicas y asequibles para 336 millones de mujeres
El nuevo producto se une a la reciente eliminaci¨®n de los impuestos a art¨ªculos de higiene ¨ªntima femenina y revoluciona este mercado en un pa¨ªs con una gesti¨®n de residuos deficiente y alta pobreza
¡°Solo cinco compradoras han preguntado por ellas¡±, confirma el dependiente de la farmacia junto al Hospital Seva Sangh de Ghatkopar, en Bombay, una de las 3.200 boticas del pa¨ªs donde se comercializan las compresas Suvidha. Disponibles desde finales de mayo por solo 2,5 rupias (0,03 euros), el Ministerio de Productos Qu¨ªmicos y Fertilizantes anunci¨® que estas compresas ten¨ªan un aditivo especial que las hace 100% biodegradables al reaccionar con ox¨ªgeno. Ecol¨®gico y barato, el art¨ªculo ven¨ªa a revolucionar el mercado de la higiene ¨ªntima femenina en un pa¨ªs con una gesti¨®n de residuos deficiente y altos niveles de pobreza. Pero el desconocimiento entre la poblaci¨®n femenina de la ciudad m¨¢s poblada y educada de India ejemplifica la falta de promoci¨®n de un producto potencialmente beneficioso para millones ¨C solo el 48% de las mujeres en la India rural tiene acceso a compresas seg¨²n la encuesta gubernamental de higiene, mientras que estudios privados alertan de que el 70% no pueden coste¨¢rselas. Pero estos art¨ªculos suelen quedar ocultos por el estigma de la menstruaci¨®n ¨C el 10% de las mujeres cree que es una enfermedad.
Aunque desconocida, Suvidha ofrece una alternativa sostenible a la higiene menstrual en India; donde 336 millones de mujeres tienen el periodo y el 20% de las menores abandonan los estudios cuando empiezan a menstruar; conden¨¢ndolas a la dependencia econ¨®mica, los matrimonios forzados y el resto de males que asedian a la mujer en pa¨ªses en desarrollo. La encuesta del Gobierno indio indica que las compresas tienen una penetraci¨®n del 58% entre las mujeres de 15 a 24 a?os. Anualmente, 12.300 millones de compresas se desechan, seg¨²n datos de WaterAid India, creando 113.000 toneladas de residuos; de los que casi la mitad se vierten junto a basuras dom¨¦sticas comunes. En ciudades, se llevan a vertederos donde se queman. En el medio rural, acaban en r¨ªos y lagos o en basureros cerca de comunidades sin preparaci¨®n para su tratamiento.
Las compresas Suvidha son revolucionarias aunque su efectividad genera dudas. ¡°Es muy dif¨ªcil constatar las afirmaciones sobre biodegradabilidad [¡] No hay pa¨ªs alguno con est¨¢ndares que puedan certificarlo¡±, asegura Prathiba Singh, responsable de Agua, Saneamiento e Higiene (WASH) de UNICEF en India. Pero la especialista de la agencia de la ONU cree en la validez de Suvidha, al contrario que Arundati Muralidharan, tambi¨¦n encargada de pol¨ªticas WASH en WaterAid India: ¡°A¨²n estamos por ver una compresa 100% compostable. Ponerle un aditivo nuevo no las hace biodegradables. Ni siquiera sabemos si re¨²nen los criterios b¨¢sicos requeridos por la Oficina de Est¨¢ndares Indios (BIS)¡±.
Tanya D. Mahajan, coordinadora de Alianza para Salud Menstrual en India, ofrece un an¨¢lisis m¨¢s detallado: ¡°La l¨¢mina superior, la ¨²ltima capa antigoteo de pl¨¢stico y el adhesivo no son biodegradables...¡±. Tambi¨¦n co-fundadora de Zariya, una organizaci¨®n que ofrece servicios a comunidades desfavorecidas, la experta subraya que alcanzar la 'biodegradabilidad' supone mayor inversi¨®n econ¨®mica: ¡°Los productos compostables usan materias primas alternativas que son m¨¢s costosas y encarecen el producto final¡±. Dadas las circunstancias, sorprende el valor de 'Suvidha'; comercializadas por un precio entre 20 y 35 veces menor al de las compresas normales.
Por ejemplo, las compresa Anandi Eco+, etiquetada como la primera 100% compostable en India, se vende a 0,5 euros cada paquete de ocho debido a la inversi¨®n extra en materiales alternativos. ¡°Se ponen en una fosa de compost con otros desechos org¨¢nicos y se descomponen en 180 d¨ªas [¡] No da?a la naturaleza porque no tiene pl¨¢sticos ni productos qu¨ªmicos¡±, dice Jaydeep Mandal, directora de Aakar, la empresa social creadora. Pero los biodegradables tambi¨¦n requieren m¨¦todos de segregaci¨®n. ¡°Compostar desperdicios sanitarios es pedir mucho cuando la gente es reacia a hacerlo con residuos comunes. Los ayuntamientos deber¨ªan disponer de espacios para ello¡±, expone Sindhu Naik, miembro de Green the Red, grupo l¨ªder en educaci¨®n menstrual al sur de India. Su reflexi¨®n subraya la urgencia de pol¨ªticas transversales para la higiene ¨ªntima femenina, donde convergen necesidad, sanidad y medioambiente; en vez de inventos o medidas coyunturales.
Anualmente, 12.300 millones de compresas se desechan, creando 113.000 toneladas de residuos
En 2011, el Gobierno indio inici¨® el programa Freedays para subvencionar compresas en ¨¢reas rurales desfavorecidas. A las quejas de falta de calidad e inconsistencia en el suministro se uni¨® la demanda de un sistema de gesti¨®n de la basura generada. Entonces, las agencias gubernamentales promovieron el uso de incineradores para los restos. Ni estos pod¨ªan operar a 800 grados, como recomienda la Organizaci¨®n Mundial de la Salud para la quema de residuos sanitarios. Ni la soluci¨®n tuvo en cuenta los efectos a ra¨ªz de la liberaci¨®n de dioxinas nocivas y gas metano a la atm¨®sfera. La directora en India de la ONG internacional WASH United, Nirmala Nair, subraya la falta de control sobre dichas t¨®xinas: ¡°Unos expertos que dicen que no hay compresas completamente biodegradables y otros que las que se desintegran en part¨ªculas menores pueden causar muchos da?os. Esto nos lleva al quid de la cuesti¨®n: no hay estandarizaci¨®n de los productos en India¡±. La experta concluye: ¡°Ya sean compresas desechables, reutilizables o biodegradables, el Gobierno debe establecer criterios de calidad y salud que ayuden a los usuarios a entender los productos que utilizan¡±.
Econom¨ªa, salud y medioambiente
Las expertas coinciden en que el encarecimiento de la higiene ¨ªntima femenina ecol¨®gica hace que las consumidoras no aprecien el valor de las compresas biodegradables, m¨¢s caras que las de los competidores. Recientemente, la batalla por hacer que estos art¨ªculos fuesen econ¨®micamente asequibles tuvo un punto de inflexi¨®n. A finales de julio, el Gobierno de India elimin¨® la tasa sobre compresas y tampones, que gravaba estos productos con un 12% del impuesto sobre bienes y servicios. Aunque la decisi¨®n fue bien recibida, activistas y empresarias critican que el Gobierno elimine el impuesto sobre la comercializaci¨®n mientras que su producci¨®n sigue sujeta a un fuerte gravamen, de hasta el 28%. Una carga que no solo consideran sexista sino tambi¨¦n una forma de desincentivar la participaci¨®n en un mercado ya monopolizado.
¡°Hay que analizar los impuestos de las compresas desde la perspectiva de las consumidoras. ?Tendr¨¢n m¨¢s opciones de compra? Tambi¨¦n hay que preguntarse si otros emprendedores podr¨¢n entrar en el mercado¡±, explica Arundati Muralidharan, que concluye: ¡°Se deben establecer 'impuestos relativos' o incentivos a los materiales primarios ecol¨®gicos adem¨¢s de aplicar mayor gravamen a los no compostables¡±. Seg¨²n la experta de WaterAid, esto ayudar¨ªa a otros emprendedores a entrar en un mercado donde solo los grandes fabricantes pueden ofrecer compresas a 2 rupias (25 c¨¦ntimos de euro) ya que se benefician de la econom¨ªa de gran escala.
La hegemon¨ªa de pocas y poderosas empresas crea monopolios, pero tambi¨¦n previene una mayor y mejor informaci¨®n de las consumidoras sobre los materiales usados. ¡°Actualmente, no hay una gu¨ªa estricta para la manufactura y venta de compresas, por lo que los fabricantes no tienen que dar a conocer los materiales y productos qu¨ªmicos usados¡±, explica Jaydeep Mandal. Ninguno de los elementos que componen el coctel qu¨ªmico usado en la fabricaci¨®n de compresas son revelados por su estatus de productos m¨¦dicos. Las activistas, al contrario de su mala publicidad, recomiendan los beneficios de los productos reusables para la higiene ¨ªntima femenina.
Las alternativas reusables
¡°Las compresas de tela reusables son la mejor alternativa en India. No hay que convencer a las mujeres de su uso ya que est¨¢n acostumbradas a los pa?os como absorbentes menstruales¡±, explica Nirmala Nair. Su gran ventaja es que duran hasta 75 lavados (equivalente a 75 desechables) y ofrecen una alternativa no agresiva y no residual; siempre y cuando las usuarias tengan acceso a la luz solar y agua limpia para su mantenimiento. El principal obst¨¢culo, seg¨²n Nirmala, es la percepci¨®n generada acerca de este producto: ¡°El discurso de los ¨²ltimos a?os lleva a la conclusi¨®n err¨®nea de que las compresas industriales son higi¨¦nicas y las de tela no. Hay que educar en la importancia del lavado y secado de estas ¨²ltimas para su uso adecuado¡±.
El encarecimiento de la higiene ¨ªntima femenina ecol¨®gica hace que las consumidoras no aprecien el valor de las compresas biodegradables
Otra opci¨®n es la copa menstrual. Aunque supone un alto coste inicial en India (12,5 euros), duran una d¨¦cada; siendo una inversi¨®n rentable a partir del segundo a?o. ¡°Yo la uso desde 2014. No es la opci¨®n m¨¢s c¨®moda para quien tiene problemas con la inserci¨®n de artefactos y requiere entornos limpios para su vaciado cada 6-12 horas¡±, detalla Shradha Shreejaya, defensora de los reusables. La experta medioambiental del Foro Asia-Pac¨ªfico para Mujeres, Derecho y Desarrollo (APWLD), no obstante, previene de la existencia de copas baratas fabricadas en China que pueden ser t¨®xicas. El principal problema al que se enfrenta este producto es, como afirma Pratibha Singh, ¡°el uso min¨²sculo que tiene en India, lo que requerir¨ªa campa?as masivas de concienciaci¨®n para informar de sus beneficios¡±.
En un tema como la menstruaci¨®n, ocultado durante mucho tiempo por el tab¨² que representa en India, la implicaci¨®n de entes p¨²blicos y privados, incluido Bollywood, aumenta la competici¨®n en el mercado y augura un futuro esperanzador. ¡°Quiz¨¢, el aumento de la penetraci¨®n de mercado y la competitividad no solo ayude a reducir costes de producci¨®n, sino a impulsar la innovaci¨®n empresarial para cubrir los est¨¢ndares de salud, higiene y medioambientales demandados por los consumidores¡±, resume Arundati Muralidharan.
Pero las expertas piden un paso al frente del Gobierno, para que defienda a un sector de la poblaci¨®n largamente ignorado. ¡°Las campa?as educativas tienen que ser cohesivas y centradas en las usuarias. Es muy peligroso que la higiene menstrual se use de forma electoralista, como se ha hecho con programas p¨²blicos¡±, critica Narmila Nair. Mientras que Shradha Shreejaya exige un cambio de modelo: ¡°No queremos obsequios de planes temporales, sino un sistema p¨²blico de sanidad entorno a la menstruaci¨®n que facilite el acceso a instalaciones y productos sanitarios, as¨ª como medios para el uso y desecho de materiales¡±. La activista sentencia: ¡°No importa cu¨¢nto esfuerzo dedicamos a educaci¨®n y sensibilizaci¨®n, sino hay infraestructuras gubernamentales para ayudar a las mujeres ante un tema tan serio¡±. En India, la escasez de higiene menstrual causa el 70% de todas las enfermedades reproductivas, afectando tambi¨¦n a la mortalidad materna.
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