Agenda 2030, ?ret¨®rica o cambio real?
La Estrategia de Desarrollo Sostenible que elabore Espa?a definir¨¢ qu¨¦ tipo de pa¨ªs queremos en el futuro
¡°Hemos llegado a un momento decisivo de la humanidad¡±. Cuando Ban Ki Moon, secretario general de Naciones Unidas en 2015, pronunci¨® estas palabras en la Asamblea General que aprob¨® la nueva agenda global del desarrollo sostenible ¡ªla Agenda 2030¡ª, seguramente no era el primero en hacerlo. Cu¨¢ntos momentos decisivos se han sucedido en el ONU sin demasiadas consecuencias reales. Sin embargo, nunca antes 193 estados hab¨ªan consensuado una acci¨®n global concertada para resolver los grandes desaf¨ªos sociales, econ¨®micos, pol¨ªticos y ambientales, que interpelase a todos ellos de igual manera ¨Crompiendo la tradicional l¨®gica de recetas desde el Norte hacia el Sur¨C y les comprometiese a trabajar conjuntamente para alcanzar objetivos comunes.
Si el alcance de los retos globales a los que pretende dar respuesta ¨Cniveles galopantes y al alza de desigualdad, desborde de los l¨ªmites biof¨ªsicos del planeta, persistencia de niveles inadmisibles de hambre y pobreza, por mencionar algunos¨C no tiene precedentes, tampoco lo tiene una apuesta internacional como la agenda de desarrollo sostenible. Lo que desde algunas tribunas se ha calificado como el nuevo contrato social de la humanidad nac¨ªa como nuevo proyecto pol¨ªtico a escala mundial, tan ilusionante como susceptible de defraudar si fracasaba: probablemente sea el ¨²ltimo cartucho para poner al planeta en la ¨®rbita de la sostenibilidad.
Hoy se cumplen tres a?os de su aprobaci¨®n y, como en todo aniversario, toca hacer balance. Aunque es una buena se?al que buena parte de los pa¨ªses hayan presentado ya sus avances y desaf¨ªos ante Naciones Unidas (111 hasta 2018, y 42 lo har¨¢n en 2019), el nivel de apropiaci¨®n es muy desigual. El car¨¢cter voluntario de su aplicaci¨®n y la debilidad de los mecanismos de revisi¨®n y seguimiento est¨¢n lejos de asegurar los niveles de compromiso y eficacia necesarios.
En nuestro pa¨ªs el nuevo Ejecutivo ha manifestado la voluntad de articular su programa de gobierno en torno a la Agenda 2030 y ha recogido algunas de las demandas de los distintos actores sociales y pol¨ªticos que han visto en esta agenda una oportunidad para resolver los principales problemas del pa¨ªs (entre ellos un sector amplio de la sociedad civil organizada a trav¨¦s de la plataforma Futuro en Com¨²n). As¨ª, el Plan de Acci¨®n presentado por el Gobierno en Naciones Unidas el pasado mes de julio apunta a la elaboraci¨®n de una Estrategia de Desarrollo Sostenible y apuesta por una buena gobernanza de la Agenda, incorporando entre otros avances la creaci¨®n de un Consejo de Desarrollo Sostenible en el que se representen los distintos actores y territorios, la implicaci¨®n del Parlamento y el nombramiento de la Alta Comisionada para la Agenda 2030, dependiente de Presidencia.
Para que la Agenda 2030 ejerza su impulso transformador, hace falta avanzar hacia un nivel de coherencia de pol¨ªticas p¨²blicas sin precedentes en nuestro pa¨ªs
Todo este andamiaje que comienza a estructurarse (habi¨¦ndose ya consumido la quinta parte del tiempo disponible) es condici¨®n necesaria pero no suficiente. A nadie se le escapa que por s¨ª mismo no provocar¨¢ cambio alguno. Para que la Agenda 2030 ejerza su impulso transformador y reoriente nuestras pol¨ªticas de desarrollo hacia la justicia y la sostenibilidad, hace falta avanzar hacia un nivel de coherencia de pol¨ªticas p¨²blicas sin precedentes en nuestro pa¨ªs. Si no, habremos ca¨ªdo en la tentaci¨®n de una implementaci¨®n m¨¢s cosm¨¦tica que transformadora, sin impacto rese?able.
Este marco del desarrollo nos ofrece la oportunidad de repensarnos como pa¨ªs, analizar en qu¨¦ medida estamos en la buena senda para alcanzar sus objetivos. Con altura de miras y horizonte en 2030 tenemos que definir nuestro futuro y nuestra forma de estar en el mundo.
?Queremos seguir siendo un pa¨ªs a la cabeza de pobreza infantil y paro juvenil en nuestro entorno, o virar hacia un modelo educativo inclusivo y corrector de desigualdades que inspire a otros pa¨ªses vecinos? ?Queremos seguir siendo el pa¨ªs que vulnera los l¨ªmites comprometidos de emisiones contaminantes o el que transform¨® su modelo energ¨¦tico optimizando su potencial renovable? ?Queremos un pa¨ªs con una brecha salarial de g¨¦nero vergonzante que no reconoce el ingente valor social y econ¨®mico que aportan las prestadoras de los cuidados que todas y todos necesitamos, o encarar de una vez por todas las causas estructurales de la desigualdad entre hombres y mujeres como regalo para las pr¨®ximas generaciones? ?El pa¨ªs de los recortes en pol¨ªticas p¨²blicas estrat¨¦gicas para la protecci¨®n social, o el que reform¨® su sistema fiscal para hacerlo m¨¢s justo, progresivo y redistributivo permitiendo aumentar los recursos disponibles para erradicar la pobreza y la desigualdad? ?Preferimos el pa¨ªs que ningunea su pol¨ªtica de cooperaci¨®n o un pa¨ªs que ejerza un liderazgo internacional coherente con los derechos humanos en asuntos globales como las migraciones, el comercio de armas, el cambio clim¨¢tico, la actividad empresarial en el exterior o la fiscalidad?
Casos como el de la venta de armas a Arabia Saud¨ª ponen sobre la mesa el tipo de conflictos a los que recurrentemente se enfrenta cualquier gobierno
La Agenda 2030, en su lectura m¨¢s transformadora, puede ser un instrumento orientador del cambio que necesitamos, y su aterrizaje a nuestro contexto, el proyecto colectivo de pa¨ªs por el que todo el mundo se quiera arremangar. Para ello, su adecuaci¨®n a nuestra realidad deber¨¢ plasmarse en una Estrategia de Desarrollo Sostenible ambiciosa, elaborada junto con todos los territorios y actores pol¨ªticos, econ¨®micos y sociales ¡ªincluida la sociedad civil¡ª, que con recursos y objetivos concretos establezca una clara hoja de ruta para la transformaci¨®n hacia una sociedad m¨¢s justa, m¨¢s igualitaria y m¨¢s sostenible que mejore su huella social, pol¨ªtica, econ¨®mica y ambiental en el mundo.
Y tan importante como la puesta en marcha de medidas y pol¨ªticas concretas que nos conduzcan a ello (como las propuestas de acci¨®n pol¨ªtica planteadas por Futuro en Com¨²n), ser¨¢ establecer mecanismos de coherencia para asegurar que toda iniciativa parlamentaria y gubernamental se circunscriba a esta hoja de ruta que deber¨¢ marcar la Estrategia de Desarrollo Sostenible y los principios que lo rigen.
Casos como el de la venta de armas a Arabia Saud¨ª ponen sobre la mesa el tipo de conflictos a los que recurrentemente se enfrenta cualquier gobierno. C¨®mo se posicionen ante ellos es lo que marcar¨¢ la diferencia. Como dijo Ant¨®nio Guterres al cierre del Foro Pol¨ªtico de Alto Nivel el pasado mes de julio, ¡°Plasmen la esencia de la Agenda 2030 en todo lo que hagan¡±.
Mar¨ªa Gonz¨¢lez L¨®pez es miembro del Observatorio ODS de Futuro en Com¨²n.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.