¡°Casi todas las c¨¦lulas de nuestro cuerpo emplean el calcio de alguna manera. El sistema nervioso, los m¨²sculos, el coraz¨®n y los huesos son algunas de las ¨¢reas que necesitan calcio para funcionar¡±. Lo afirma el Departamento de Medicina de la Universidad de Wisconsin en su informe sobre el calcio. Y a¨²n dice m¨¢s: ¡°A medida que envejecemos, absorbemos menos y menos calcio de nuestra dieta, haciendo que nuestros cuerpos tomen m¨¢s y m¨¢s calcio de nuestros huesos. Con el tiempo, este proceso de envejecimiento puede causar o contribuir a la osteopenia u osteoporosis¡±. Esta es la raz¨®n por la que la cantidad de calcio que necesitamos es diferente seg¨²n la edad.
Y por la que se insiste tanto en que la ingesta debe aumentar hasta cierta edad y, de nuevo, a partir de otro momento. Precisamente esos cambios pueden llevar a cierta confusi¨®n en los consumidores. Para salir de dudas, lo mejor es recurrir a las calculadoras de calcio diario necesario que hay en Internet. Esta es una de ellas. Su utilizaci¨®n es muy sencilla. Basta con rellenar los datos que pide y hacer click sobre la pesta?a Calcular.
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Los resultados que proporciona esta calculadora est¨¢n basados en las tablas de la composici¨®n de los alimentos, de la Dra. Ortega et al (Universidad Complutense, 2004); y en las recomendaciones alimentarias recogidas en Ingestas diarias recomendadas de energ¨ªa y nutrientes para la poblaci¨®n espa?ola. Tabla de composici¨®n de alimentos. Gu¨ªa de pr¨¢cticas, de Moreiras et al. (Ediciones Pir¨¢mide, 2016).
Sin embargo, esas cantidades que se recomiendan no se cumplen habitualmente. Lo indica este estudio del Departamento de Nutrici¨®n de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense. El 78% de los participantes no cumpli¨® con la ingesta de referencia diet¨¦tica para calcio. Concluye: ¡°La ingesta de calcio fue inadecuada en esta muestra de la poblaci¨®n adulta espa?ola¡±.
Calcio, asignatura pendiente en nuestra alimentaci¨®n
Las consecuencias de este d¨¦ficit son muchas y pueden llegar a ser graves. Ram¨®n de Cangas, miembro de la Academia Espa?ola de la Nutrici¨®n y Diet¨¦tica, expone una de ellas: ¡°Entre otras cosas, el calcio ingerido en cantidades deficientes, junto a la baja ingesta de vitamina D, vitamina K... y poca actividad f¨ªsica puede favorecer una baja densidad ¨®sea¡±. Pero adem¨¢s, las ventajas son muchas. Algunas las cita la Escuela de Salud P¨²blica T. H. Chan de Harvard: ¡°El consumo de calcio y productos l¨¢cteos tiene beneficios que van m¨¢s all¨¢ de la salud ¨®sea, como la posibilidad de reducir el riesgo de hipertensi¨®n arterial y c¨¢ncer de colon¡±.
Queda claro que el calcio es muy importante. Ya solo queda saber c¨®mo conseguimos llegar al consumo adecuado y en este sentido parece que la leche y los productos l¨¢cteos son la clave para una correcta ingesta de calcio. ¡°Los l¨¢cteos, aunque no imprescindibles, son un grupo de alimentos muy interesantes y su consumo diario puede suponer una serie de ventajas fisiol¨®gicas. En cuanto al calcio, los l¨¢cteos aportan m¨¢s del 50% del calcio ingerido en nuestro pa¨ªs¡±, comenta Ram¨®n de Cangas. Los responsables del estudio de la Complutense est¨¢n de acuerdo y ampl¨ªan el espectro de alimentos: ¡°Un aumento en el consumo de productos l¨¢cteos, as¨ª como de cereales, vegetales y alimentos enriquecidos con calcio parece ser necesario para lograr una ingesta adecuada de este elemento y prevenir enfermedades causadas por su deficiencia¡±.
Saber c¨®mo alcanzar esa ingesta es f¨¢cil si se cuenta con una tabla del valor nutricional de leche y l¨¢cteos como la publicada en el libro Leche, l¨¢cteos y salud, de la Editorial M¨¦dica Panamericana. Se puede echar un vistazo a la tabla aqu¨ª. Porque es cierto que hay m¨¢s alimentos que contienen calcio, pero los l¨¢cteos aportan calcio en mayor cantidad y calidad por raci¨®n, favoreciendo adem¨¢s su absorci¨®n m¨¢s que ning¨²n otro.
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