Hacia una calle m¨¢s habitable: nuevas tecnolog¨ªas y movilidad sostenible

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Las nuevas tecnolog¨ªas est¨¢n transformando r¨¢pidamente nuestra sociedad y aunque no lo percibamos tanto, tambi¨¦n nuestras ciudades y la forma de movernos en ellas. Muchos enfoques, m¨¦todos, instrumentos y tecnolog¨ªas de an¨¢lisis urbano, y de divulgaci¨®n p¨²blica utilizados por empresas privadas superan los utilizados por las administraciones. Existen por ejemplo plataformas digitales de libre acceso que realizan mapas interactivos de an¨¢lisis urbano multicriterio de las ciudades, que funcionan como una suerte de inmobiliarias en l¨ªnea de alcance internacional (Walk Score). Sin embargo, el planeamiento y la gesti¨®n de la ciudad a¨²n se desarrollan bajo enfoques estrictamente formales, funcionalistas y desde compartimentos disciplinares estancos: los proyectos desde la arquitectura se conf¨ªan a la intuici¨®n y al buen dise?o; la calle como infraestructura y las redes urbanas son planificadas como una red tuber¨ªa sin entender sus sinergias; y el planeamiento sigue basado en un zoning, est¨¢tico en el tiempo y generalista en su definici¨®n. Hace falta introducir formas de trabajo interdisciplinar y aprovechar las nuevas tecnolog¨ªas en el proyecto y la planificaci¨®n del espacio-calle y de los barrios, atendiendo a la mejora de la movilidad y de la habitabilidad urbana.

En el urbanismo actual el concepto de "caminabilidad", "ciudad paseable", "walkable city" o "Vision Zero", es sin¨®nimo de calidad urbana. Esta forma de abordar el espacio-calle, por as¨ª denominarlo con una connotaci¨®n amplia y relacional, representa una oportunidad para impulsar y fomentar de manera m¨¢s abierta y colaborativa el uso de las nuevas tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y comunicaci¨®n (datos, plataformas, aplicaciones, sistemas de informaci¨®n geogr¨¢fica, sensores, realidad virtual o aumentada, etc.) como una forma de crear proximidad y complicidad entre la administraci¨®n y los ciudadanos.

La calle toma mucha importancia como espacio objeto de reflexi¨®n, sobre todo cuando se hace patente la necesidad de hacer una revisi¨®n del modelo "cochecentrista", que condiciona la forma de entender y concebir la vida urbana desde una visi¨®n que privilegia este medio de transporte. El espacio-calle conforma la principal red urbana de la ciudad, tanto por sus funciones de distribuci¨®n y acceso, de configuraci¨®n de lugares, de distribuci¨®n, usos y de centralidad, y tambi¨¦n de canal de flujos de personas, bienes e informaci¨®n. La calle, exige nuevas miradas, con nuevos enfoques e instrumentos.

Lo que se plantea es un tema de discusi¨®n amplio, y tiene que ver con las pol¨ªticas de peatonalizaci¨®n de ejes y zonas centrales, y con la implantaci¨®n de ¨¢reas de prioridad invertida; con la propuesta de pacificaci¨®n de v¨ªas r¨¢pidas; con las pol¨ªticas de mitigaci¨®n de los impactos; con las mejoras en el transporte p¨²blico; con los planes de movilidad sostenible o con las supermanzanas. Por mencionar solamente algunos ejemplos que conforman un conjunto de propuestas, que con mayor o menor incidencia, responden al objetivo de humanizar el espacio urbano, reducir las externalidades negativas de las infraestructuras sobre la vida de los barrios, o tambi¨¦n, combatir la contaminaci¨®n, favorecer la libertad y seguridad de desplazamiento de los colectivos vulnerables, promover la cohesi¨®n social, la identidad de barrio y proteger al vecindario de la gentrificaci¨®n.

Hacer unas ciudades y calles m¨¢s habitables en t¨¦rminos ambientales, es cada vez m¨¢s urgente. Como tambi¨¦n es urgente promover soluciones pol¨ªticas, econ¨®micas, sociales y a la vez t¨¦cnicas que combatan la desigualdad socioespacial urbana. En otros t¨¦rminos, se trata de tender hacia cambios para una ciudad m¨¢s justa, en la que los ciudadanos satisfagan el derecho a la centralidad y a una mejor y difundida calidad de vida urbana, a trav¨¦s de mejoras en las condiciones de los barrios, la accesibilidad, la movilidad y el dise?o urbano para conseguir un espacio-calle morfol¨®gicamente, funcional y socialmente m¨¢s equitativo.

La arrogancia y supremac¨ªa del coche sobre el espacio urbano han relegado a un segundo plano los otros medios de transporte m¨¢s sostenibles, que ahora hay que volver a priorizar. Pero un cambio de modelo de ciudad, desde uno que entroniza al coche por uno que prioriza al peat¨®n, tambi¨¦n exige renovar enfoques y m¨¦todos del trabajo urban¨ªstico. Antes de intervenir en cada calle y en su ¨¢mbito espec¨ªfico, bien vale la pena preguntarse por quienes la usan, como la usan, d¨®nde se localizan, con qu¨¦ medio se mueven, por d¨®nde y c¨®mo pasean o cruzan las calles, y por qu¨¦ motivos.

Con este prop¨®sito, se ha realizado el estudio Proc¨¦s de reflexi¨® participada sobre els eixos transversals a la Meridiana (M. Mayorga, X. Abad¨ªa, M. Ramos, T. L¨®pez, M. P. Fontana y G. Clavera), para el Ayuntamiento de Barcelona.

Este estudio est¨¢ basado en nuevos enfoques, m¨¦todos e instrumentos y pretende complementar el proyecto de Transformaci¨®n de la Avenida Meridiana. A este proyecto de pacificaci¨®n de la avenida, que responde a una hist¨®rica reivindicaci¨®n vecinal, se le suma la idea de fortalecer las relaciones transversales y "coser los barrios". Se pretende as¨ª promover la identidad urbana en los cruces y esquinas de la ciudad y garantizar la continuidad y legibilidad urbana a partir de los movimientos peatonales cotidianos de los vecinos. Se trata de repensar esta autopista urbana existente, dentro de un nuevo modelo de ciudad, basado en la movilidad sostenible y en la recuperaci¨®n del espacio-calle como espacio p¨²blico, haciendo ¨¦nfasis en la mejora de las condiciones de los barrios y de las conexiones transversales.

El proceso de reflexi¨®n y la propuesta de estrategia urbana para el estudio de la Meridiana, son una verificaci¨®n t¨¦cnica, y a la vez participativa (que mezcla lo morfol¨®gico, con lo estad¨ªstico, con lo testimonial y perceptivo), que identifica patrones de la vida urbana de los barrios, para luego definir un sistema de ejes c¨ªvicos urbanos transversales y un sistema de cruces-plaza. Todo esto se realiz¨® mediante una radiograf¨ªa del espacio-calle y de los barrios, a trav¨¦s de un atlas cartogr¨¢fico elaborado mediante un Sistema de Informaci¨®n Geogr¨¢fica (SIG) con el cual se pueden visualizar, generar modelos y analizar ¡ªen interacci¨®n y en conjunto¡ª mediante par¨¢metros e indicadores, los patrones y tendencias sobre: c¨®mo viven la ciudad los distintos colectivos sociales; cu¨¢les son las condiciones de movilidad y accesibilidad; cu¨¢l es la calidad del espacio p¨²blico; cu¨¢les son las actividades y caracter¨ªsticas socioecon¨®micas e incluso cu¨¢l es el grado de la vulnerabilidad frente a los procesos de gentrificaci¨®n. Una radiograf¨ªa que conforma una base de an¨¢lisis ¨²til para finalmente proponer criterios y posibles soluciones de intervenci¨®n a lo largo de esa amplia franja urbana de calles y barrios.

Es necesario un urbanismo m¨¢s ¨¢gil y estrat¨¦gico, de barrios y de calles, que haga un uso democr¨¢tico de las nuevas tecnolog¨ªas, y que a su vez evite los riesgos de la corporativizaci¨®n, de la tecnocracia y del control "pan¨®ptico" de la ciudad; que tienda a ser m¨¢s din¨¢mico y atento a los cambios, a los acontecimientos, a las permanencias y a los procesos; a lo necesario y a lo superfluo, a lo cierto y a lo incierto, a lo singular y lo plural. Un urbanismo t¨¦cnico, de proyectos urbanos y de pol¨ªticas urbanas, intuitivo pero verificable, informado y documentado, socialmente comunicable y realmente participado, que cree proximidades y complicidades sociales dentro del consenso y del inevitable conflicto. Con un urbanismo mejor informado se podr¨¢n tomar mejores decisiones para tender hacia una movilidad y una ciudad m¨¢s sostenible.

Miguel Mayorga C¨¢rdenas, es Doctor arquitecto y profesor de Urbanismo de la Universitat Polit¨¨cnica de Catalunya UPC.

Maria P¨ªa Fontana, es Doctora arquitecta y profesora de proyectos de la Universitat de Girona UdG.

Ambos son profesores colaboradores del M¨¢ster oficial de Ciudad y urbanismo de la UOC.