Varios estudios identifican la edad exacta en la que hombres y mujeres somos infieles
Suele coincidir con los siete a?os de matrimonio, cuando las cosas empiezan a torcerse. O a enderezarse, seg¨²n se mire
Hemos contado qu¨¦ empuja a las personas a la infidelidad y qu¨¦, por el contrario, les hace resistir la tentaci¨®n¡ Nos faltaba por saber cu¨¢ndo son m¨¢s infieles. A qu¨¦ edad o en qu¨¦ etapa de la vida el ser humano es m¨¢s propenso a buscar sexo fuera de casa. Ahora tambi¨¦n lo sabemos. Dos encuestas realizadas por p¨¢ginas web de citas desvelan las edades a las que los hombres y las mujeres son m¨¢s propensos a enga?ar a sus parejas. Y tienen algo en com¨²n: (casi) siempre acaban en nueve.
La primera, realizada por la p¨¢gina de relaciones extramatrimoniales Ashley Madison, revel¨® que los hombres suelen ser infieles cuando se acerca el final de una d¨¦cada (o el principio de la siguiente). Es decir, a los 39, 49 y 59. Lo mismo ocurre con las mujeres, que, seg¨²n la web de citas Victoria Milan, tienen su primer affaire fuera del matrimonio a los 39,1 a?os. Aunque en este caso se trata solo de las espa?olas y hay diferencias con otras nacionalidades: las brasile?as esperan hasta los 33,4 a?os, de media, mientras que las h¨²ngaras hasta los 44,5 a?os para enga?ar a sus maridos.
La crisis de los 39
El hecho de que en muchas ocasiones coincida con el final de una d¨¦cada no es balad¨ª. El libro ?Cu¨¢ndo? La ciencia de encontrar el momento preciso, de Daniel H. Pink, que recoge distintos estudios cient¨ªficos para explicar los distintos momentos en los que debemos realizar distintas actividades (como por ejemplo cu¨¢l la mejor hora del d¨ªa para hacer ejercicio seg¨²n nuestro objetivo), explica que "la aproximaci¨®n a una nueva d¨¦cada representa una frontera destacada entre las etapas vitales y funciona como marcador del progreso a lo largo de la vida". Se trata de un momento de autoevaluaci¨®n en el que aparecen preocupaciones como la de envejecer o la b¨²squeda de un sentido de la vida, apunta citando un estudio realizado por expertos de la Universidad de Nueva York.
Pero el dato de la encuesta realizada por la web Victoria Milan no solo revela la edad a la que las mujeres espa?olas son m¨¢s propensas a enga?ar a sus parejas, sino tambi¨¦n cu¨¢nto tiempo ha durado la relaci¨®n hasta llegar a ese momento. El resultado es una media de 6,8 a?os. Una cifra que se sit¨²a en la media internacional. O lo que es lo mismo: aproximadamente siete a?os es el tiempo que, en general, transcurre antes de que una mujer casada decida tener una aventura.
El 'seven-year itch' o ?el momento en el que acaba el amor?
La cifra, con todo, no causa sorpresa a los psic¨®logos, que desde hace a?os manejan un concepto llamado seven-year itch (algo as¨ª como el picor o el cosquilleo de los siete a?os) para explicar el momento en que disminuye la felicidad en una pareja. Lo saben los psic¨®logos y lo sab¨ªa hasta Billy Wilder, que en 1955 film¨® la memorable Seven year itch (estrenada en Espa?a como La tentaci¨®n vive arriba), en la que Tom Ewell encarna a un ejecutivo de mediana edad que se queda de rodr¨ªguez y Marilyn Monroe, la nueva y dicharachera vecina por la que perder¨¢ la cabeza.
Helen Fisher, bi¨®loga de la Universidad de Rutgers (Nueva Jersey, EE UU), alega una justificaci¨®n antropol¨®gica: "Tanto los mam¨ªferos mon¨®gamos (solo un 3%) como las aves (un 90%), permanecen juntos solo el tiempo suficiente para criar a sus v¨¢stagos. Cuando los petirrojos j¨®venes vuelan lejos del nido o los zorros que maduran abandonan la madriguera por ¨²ltima vez, sus padres tambi¨¦n se separan".
Por tanto, a?ade, "los humanos conservan rastros de este patr¨®n reproductivo natural. En sociedades de cazadores-recolectores m¨¢s contempor¨¢neos, las mujeres tienden a parir a sus hijos cada cuatro a?os. Adem¨¢s, en esas sociedades, despu¨¦s de que el ni?o sea destetado alrededor de los cuatro a?os, a menudo se une a un colectivo de ni?os o es cuidado por hermanos mayores y parientes. Esta estructura de cuidado permite que las parejas infelices se desintegren y encuentren un compa?ero m¨¢s adecuado para tener m¨¢s hijos".
La primera bofetada de realidad, a los cuatro a?os de relaci¨®n
Tambi¨¦n se ha constatado que en la primera d¨¦cada de matrimonio se producen no uno sino dos grandes bajones. Partiendo del hecho de que casi la mitad de los matrimonios terminan en divorcio, el profesor Larry A. Kurdek, de la Universidad Estatal de Wright (Ohio, EE UU), encuest¨® a 522 esposos y esposas una vez al a?o durante sus primeros 10 a?os de vida en com¨²n, a fin de medir la progresi¨®n de su felicidad conyugal. Descubri¨® que a los cuatro a?os se produc¨ªa una ca¨ªda de la misma bastante abrupta, y otra despu¨¦s de los siete. Esto les ocurr¨ªa tanto a ellos como a ellas, y de forma m¨¢s acusada si ten¨ªan hijos.
La crisis de los cuatro a?os ser¨ªa como la primera bofetada de realidad. Cuando el hecho de que tu pareja deje tirados los calcetines en cualquier sitio deja de parecer encantador para causar irritaci¨®n. "La segunda ca¨ªda es m¨¢s dif¨ªcil de explicar", declar¨® este investigador a The New York Times. "Puede ser el resultado de estar metido en algo mucho tiempo. Comienzas a reexaminar. Tal vez sea la curiosidad natural, una especie de reflexi¨®n acerca de qu¨¦ m¨¢s hay por ah¨ª".
Es al cabo de esos siete a?os (que coinciden con los 39, de media, de las espa?olas) cuando las mujeres se han liberado de la parte m¨¢s dura de la crianza, y se abre ante ellas una nueva realidad. "Es la edad a la que una mujer ha dejado de criar hijos, porque ya son mayores, y vuelve a encontrase consigo misma como mujer digna de ser amada", afirma la psic¨®loga Mara Cuadrado.
Para Miren Larraz¨¢bal, psic¨®loga cl¨ªnica, sex¨®loga y coordinadora del Grupo de Psicolog¨ªa y Sexolog¨ªa del Colegio Oficial de Psic¨®logos de Madrid, "ese pico de los siete a?os coincide con una ¨¦poca en la que ya ha quedado muy atr¨¢s la etapa del enamoramiento (que suele durar alrededor de dos)". Incluso que los ni?os a¨²n sean peque?os puede erosionar la relaci¨®n de pareja. "Es el momento de centrarse en ellos, cuya demanda es tremenda, en la carrera profesional¡ En muchas ocasiones, las parejas suelen tener crisis entonces precisamente porque dedican poco tiempo a su relaci¨®n", describe. Por supuesto, todo lo que has le¨ªdo aqu¨ª les ocurre a otros (codo, codo, gui?o, gui?o).
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