El restaurante mejor dise?ado de Europa est¨¢ en Madrid y lleva cuatro meses cerrado
El interior del R¨®mola, dise?ado por el arquitecto Andr¨¦s Jaque, acaba de recibir el prestigioso Restaurant & Bar Design Awards. El jurado no se ha percatado de un detalle: hace tiempo que sus due?os echaron el cierre definitivo
Cuando uno se acerca a la esquina de las calles Hermosilla con Marqu¨¦s de Zurgena, en el barrio Salamanca de Madrid, se encuentra un local en estado de semiabandono. La fachada y los contundentes ventanales del que fue el restaurante R¨®mola parecen detenidos en el tiempo. El umbral de m¨¢rmol se ha desnivelado y, si uno acierta a mirar por alguna de las rendijas que quedan entre los marcos y la pintura blanca que ahora recubre los cristales, accede a un panorama desolador: las elegantes butacas neomodernistas de piel verde se apilan encima de las mesas, cajas de pl¨¢stico con botellas vac¨ªas se desperdigan por el suelo de m¨¢rmol y una p¨¢tina de polvo cubre todo.
El restaurante R¨®mola ahora est¨¢ cerrado, pese a que cuando abri¨®, a finales de 2017, atrajo a hordas de j¨®venes ep¨ªgonos de la modernidad y llen¨® p¨¢ginas de revistas de todo el mundo gracias al dise?o del estudio del arquitecto espa?ol Andr¨¦s Jaque. Aunque tiene el cierre bajado, el pasado 8 de octubre, recibi¨® el Restaurant & Bar Design Awards, el galard¨®n m¨¢s importante de arquitectura hostelera. El jurado lo calific¨® como "el restaurante m¨¢s bonito de Europa", pero si sus miembros se pasearan ahora por el n¨²mero 4 de la calle Hermosilla, se les caer¨ªa el alma a los pies.
El dise?o interior de Andr¨¦s Jaque (Madrid, 1971), el arquitecto espa?ol que ha expuesto en el PS1 MoMA de Nueva York y fue ganador del Le¨®n de Plata de la Bienal de Arquitectura de Venecia en 2014, r¨¢pido capt¨® la atenci¨®n de archilovers de todo el mundo y de la cr¨ªtica especializada. La gu¨ªa Lonely Planet defini¨® este espacio como "el sue?o de los instagramers", un restaurante en el que se pod¨ªan comer platos saludables de diferentes maneras, en mesas altas, bajas o incluso sentado frente a los fuegos de la cocina, rodeado de incrustaciones de m¨¢rmol y cromados.
En cuanto a los motivos del cierre, proveedores y propietaros se encuentran inmersos en un conflicto empresarial y, en el momento de escribir este art¨ªculo, no quisieron hacer ninguna declaraci¨®n al respecto.
El dise?o de interiores por parte del equipo de Jaque, y salirse de lo establecido en la est¨¦tica, es lo que hace que a¨²n hoy se siga hablando maravillas de R¨®mola. "Quer¨ªamos apartarnos de una corriente que existe ahora, de grandes franquicias que est¨¢n desarrollando locales hosteleros que priorizan el puro beneficio, generan empleo precario e igualan las culturas de ciudades muy diferentes", explica el arquitecto. "Trabajamos mucho en Londres y en Par¨ªs, y ves los mismos locales hosteleros que tenemos en Malasa?a. Han generalizado el lenguaje de maderas lavadas y envejecidas, paredes despojadas de su revestimiento con los ladrillos a la vista. Es un caso de apropiaci¨®n cultural, en el que grandes conglomerados empresariales, montan el mismo local en Malasa?a que en el aeropuerto de Barajas".
Para huir de esa homogeneizaci¨®n, el estudio de Jaque decidi¨® dise?ar su propio mobiliario, desde cero: "Quisimos trabajar con gente alternativa a este mundo. Y los m¨¢s alternativos, curiosamente, no eran j¨®venes urbanos con tatuajes y anillos. Sino personas de 60 y 70 a?os que llevaban toda su vida trabajando con el cuero, haciendo panelados de m¨¢rmol, barnizados con gomalaca en la madera... Eran los que llevaban el mantenimiento de las cafeter¨ªas de antes de Madrid, y se hab¨ªan quedado sin trabajo porque estaban desapareciendo y dejando lugar a las franquicias. Y nuestra sorpresa fue que, adem¨¢s, sal¨ªa m¨¢s barato encargar que te hicieran los muebles que comprar otros en Internet. Pero no quer¨ªamos que fuera retro, sino contempor¨¢neo. Quer¨ªamos renovar el trabajo de todos estos artesanos para ponerlo en valor a trav¨¦s del dise?o".
Pero el hecho de que el futuro del local del R¨®mola, propiedad de NH, se haya vuelto a encomendar a Jaque, es un motivo para el optimismo. "A m¨ª me encantar¨ªa que, aprovechando sus ventanales, se convirtiera en una librer¨ªa", dice el arquitecto, al tel¨¦fono desde su estudio de Nueva York. "O en un local nocturno, y que todos esos bancos, butacas y muebles empezaran a utilizarse de otra manera. ?Y por qu¨¦ no en un gimnasio, o un centro de danza? O un centro de salud, donde poder recibir tratamiento m¨¦dico rodeado de esa arquitectura acogedora. Por c¨®mo est¨¢ dise?ado, perfectamente se puede adaptar", fantasea Jaque que, por el momento, sigue en conversaciones con el grupo hotelero para decidir qu¨¦ uso darle al local. "Tengo buenas sensaciones, porque esta empresa siempre ha sido muy sensible a la arquitectura de los edificios cl¨¢sicos que adquiere, como este, que dise?¨® el gran Guti¨¦rrez Soto".
La historia fallida de lo que queda del R¨®mola bien podr¨ªa ser la de la ic¨®nica antigua tienda de velas Retti, de Viena: cerr¨® un a?o despu¨¦s de su apertura, en 1967, justo cuando su arquitecto, Hans Hollein, recib¨ªa el prestigioso Reynolds Memorial Award. Los due?os de la joyer¨ªa que ocup¨® su lugar respetaron el espacio, y hoy es un foco de atracci¨®n tur¨ªstica.
R¨®mola ha desaparecido, pero posiblemente, su interior perdure. El urbanista italiano Aldo Rossi lo llamaba "la autonom¨ªa de la arquitectura". Jaque opina, en esa l¨ªnea: "Cuando un arquitecto recibe un encargo, debe pensar en lo que quiere el cliente, pero tambi¨¦n en la ciudan¨ªa. Porque est¨¢ creando un espacio p¨²blico, de encuentro". Y zanja: "Por eso deber¨ªa trascender los ¨¦xitos o fracasos empresariales".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.