Enmascarar la realidad
El empresario es emprendedor; el trabajador, clase media, y el capitalismo, econom¨ªa de mercado
Una cosa son las noticias falsas y otra la distorsi¨®n del lenguaje, aunque ambas pertenecen al mismo territorio de la posverdad (¡°distorsi¨®n deliberada de la realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opini¨®n p¨²blica y en actitudes sociales¡±). Los hechos alternativos y el enmascaramiento de la realidad reemplazan a los hechos genuinos y a los aut¨¦nticos significados de las palabras, y los sentimientos tienen m¨¢s peso que las evidencias palmarias. M¨¢s all¨¢ de las fake news, cuanto m¨¢s se manipula el lenguaje, mayor es el deterioro de la democracia, cuya fortaleza radica en la transparencia, la claridad y la verdad.
Existe una serie de conceptos a nuestro alrededor en el mundo de la pol¨ªtica, la econom¨ªa y lo p¨²blico que, siendo utilizados masivamente, contribuyen a esa manipulaci¨®n del lenguaje que debilita la calidad de la democracia y contribuyen a destruirla o a debilitarla. El ensayista Nicol¨¢s Sartorius ha escrito un breve diccionario de los enga?os (La manipulaci¨®n del lenguaje; Espasa) que explica ese hilo invisible entre las palabras y la movilizaci¨®n de las conciencias que puede originar los cambios, buenos o malos: quien controla la difusi¨®n, la transmisi¨®n o la comunicaci¨®n de las palabras adquiere un gran poder. ¡°Brotes verdes¡±, ¡°crecimiento negativo¡±, ¡°derecho a decidir¡±, ¡°Espa?a nos roba¡±, ¡°indemnizaci¨®n en diferido simulada¡±, ¡°reformas estructurales¡±, ¡°regularizaci¨®n fiscal¡±, ¡°riesgo moral¡±, ¡°vivir por encima de nuestras posibilidades¡±, etc¨¦tera, son algunas de esas nociones que tienen su propia densidad f¨ªsica y cuyo desarrollo, en uno u otro sentido (a veces se utilizan en contra del sentido com¨²n), puede ser beneficioso o catastr¨®fico. No es verdad que las palabras se las lleve el viento, sino que pueden provocar aludes o sostener distintas arquitecturas pol¨ªticas.
El capitalismo se ha esfumado y ha sido sustituido por la econom¨ªa de mercado; los capitalistas (los empresarios) desaparecen y son sustituidos por los emprendedores; los obreros, trabajadores o proletarios se han desintegrado y han sido sustituidos por las clases medias. La ingenier¨ªa ling¨¹¨ªstica ha hecho morir a la sociedad de clases.
Se externalizan determinadas funciones y se anula la fuerza de trabajo que se necesita, sin asumir las obligaciones que comporta la relaci¨®n laboral (pago de salarios, reconocimiento de antig¨¹edad, derecho a vacaciones, cotizaciones a la Seguridad Social, indemnizaciones en caso de despido, jornada laboral, horas extras, sindicaci¨®n, etc¨¦tera). Se transforma lo que deber¨ªa ser un contrato de trabajo en un espacio de relaci¨®n mercantil desigual en el que el car¨¢cter protector de la relaci¨®n laboral se esfuma por completo.
Las ¡°armas inteligentes¡± son aquellas que deben matar a los malos y perdonar la vida a los buenos, y al ¡°banco malo¡± se le endosan los activos t¨®xicos del resto de las entidades que de esta forma se convierten impl¨ªcitamente en bancos buenos. La ¡°confianza¡± se atribuye siempre a los mercados, para lo que hay que hacer siempre las mismas cosas: bajos salarios, deterioro de las pensiones, reducir el papel del Estado, flexibilizar el mercado de trabajo, etc¨¦tera. Ello aumenta la confianza de los mercados, pero tambi¨¦n la desconfianza de los ciudadanos, hasta tal punto que se deber¨ªa proponer una nueva definici¨®n del concepto: esperanza firme que se tiene en que, para satisfacer el beneficio y bienestar de una minor¨ªa, hay que perjudicar seriamente a la mayor¨ªa, de tal suerte que la confianza de aquellos se transforma en la desconfianza de estos.
Las manipulaciones del lenguaje en las democracias no ofrecen un enmascaramiento tan generalizado como en las dictaduras (el franquismo se autodenominaba ¡°democracia org¨¢nica¡±). El fil¨®logo alem¨¢n de origen jud¨ªo Victor Klemperer ofrece en sus diarios un estudio de referencia de las perversiones ling¨¹¨ªsticas impuestas por el Tercer Reich. El marxista italiano Gramsci desarroll¨® las relaciones entre el lenguaje y el concepto de hegemon¨ªa cultural, un conjunto de percepciones, explicaciones, valores, ideas o creencias que llegan a ser vistas como la norma de la sociedad, transform¨¢ndose en est¨¢ndares de validez universal, cuando en realidad son valores, ideas, creencias¡ solo de los grupos manipuladores.
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