¡°La defensa del territorio en Colombia se paga con la vida¡±
La afrocolombiana Francia M¨¢rquez, premiada por plantar cara a la miner¨ªa en Colombia, recorre Europa para denunciar el impacto de las pol¨ªticas extractivas en su pa¨ªs
De poseedora de un territorio ancestral a ser considerada objetivo militar. La activista afrocolombiana Francia M¨¢rquez (Su¨¢rez, Colombia, 1981) nunca imagin¨® que defender el r¨ªo en el que pescaba de peque?a le obligar¨ªa a huir de su casa para no volver nunca m¨¢s. ¡°En Colombia defender el territorio se paga con la vida¡±, se?ala a su paso por Bilbao dentro de una gira por toda Europa como referente internacional. En abril, recibi¨® el Premio Goldman 2018, considerado el Nobel ambiental, por plantar cara a la miner¨ªa ilegal y a la construcci¨®n de represas en su pa¨ªs. ¡°Mi voz ya se oye por todo el mundo. Pero mi vida y la de mi comunidad siguen en peligro: presionen a sus empresas para que no saqueen m¨¢s Colombia¡±.
Eran tan ingenuos los recuerdos de infancia en ese r¨ªo que no comprend¨ªa por qu¨¦ se los quer¨ªan quitar. El Gobierno colombiano hab¨ªa proyectado desplazar el r¨ªo hacia una presa. M¨¢rquez ten¨ªa 15 a?os y decidi¨® unirse a las protestas. ¡°Hasta ese momento sent¨ªa verg¨¹enza por ser negra, por vivir en un entorno rural y descender de esclavos¡±. Comenz¨® a participar en las primeras charlas de una organizaci¨®n de comunidades negras en defensa de su cultura y territorios. Y cay¨® en la cuenta de que el color de su piel no era motivo de complejos. ¡°Proced¨ªa de personas libres que fueron esclavizadas, que es muy distinto de lo que me hab¨ªan contado en la escuela¡±. Y el r¨ªo Ovejas pertenec¨ªa a esos mismos antepasados. Las protestas mantuvieron vivo el r¨ªo.
El Gobierno entreg¨® despu¨¦s en 2009 una licencia de explotaci¨®n minera a una empresa trasnacional que obligaba a desplazar a las 6.000 personas que conformaban su comunidad. A sus recuerdos de pesca en el r¨ªo Ovejas, ahora se le un¨ªan los de todos sus ancestros, familiares y vecinos. ¡°Comenzamos a estudiar las leyes, a contactar con abogados, a recorrer Estados Unidos en busca de aliados¡±, relata M¨¢rquez con un acento cantar¨ªn, dos grandes ojos negros y el pelo lleno de trenzas. ¡°En nombre del desarrollo nos esclavizaron y ahora en nombre del desarrollo nos expulsaban de nuestras tierras", dice.
Y consiguieron plantar cara a la multinacional: documentaron que la primera presencia de la comunidad databa de 1636 y que la Constituci¨®n reconoc¨ªa el derecho de los pueblos ind¨ªgenas, campesinos y afrodescendientes sobre sus territorios. Presentaron as¨ª una demanda contra el Gobierno ¡°por violar sus derechos fundamentales¡±.
Al a?o, les daban la raz¨®n. Ordenaron que se respetaran los t¨ªtulos de tierra, se paralizaran los desplazamientos y se realizara una consulta previa para otorgar nuevas licencias de explotaci¨®n minera. Sus recuerdos quedaban salvados, la comunidad fortalecida y ella fue nombrada m¨¢xima autoridad local.
M¨¢rquez vive luchando por la defensa de un territorio al que no puede regresar
El r¨ªo Ovejas segu¨ªa atravesando La Toma, en el departamento de Cauca. Sin embargo, la miner¨ªa ilegal comenzaba a sitiar la regi¨®n con maquinaria pesada. ¡°En 2010 llegaron las primeras retroexcavadoras y con ellas las primeras enfermedades por el aumento de los niveles de mercurio en el agua¡±. Estima que los mineros de oro ilegales vierten m¨¢s de 30 toneladas de mercurio en los r¨ªos y lagos de la regi¨®n al a?o, envenenando a los peces y la gente que habita sus orillas.
En los siguientes cuatro a?os m¨¢s de 2.000 m¨¢quinas perforar¨ªan el r¨ªo en busca de oro. La guerrilla y los paramilitares tambi¨¦n se hab¨ªan fijado en el valor de los recursos que ba?aba el r¨ªo Ovejas. ¡°Tocaba actuar antes de que nos mataran las balas o el mercurio¡±.
M¨¢rquez volvi¨® a repasar las leyes y a consultar a organizaciones internacionales. Hasta que de nuevo, decidi¨® actuar. En 2014 inici¨® junto a otras 18 mujeres la ¡°Movilizaci¨®n de Mujeres Negras por el cuidado de la vida y de los territorios ancestrales¡±, rebautizada despu¨¦s como la ¡°Marcha de los Turbantes¡±. Caminaron desde su territorio hasta la capital y visitaron por el camino a otras comunidades amenazadas. En 10 d¨ªas recorrieron 350 kil¨®metros y llegaron a Bogot¨¢ con el apoyo total de 150 mujeres. ¡°Nos recib¨ªan las instituciones pero nadie mostraba un compromiso real por cambiar nuestra situaci¨®n¡±. As¨ª que decidieron acampar en ¡°asamblea permanente¡± frente al Ministerio de Interior y la Presidencia del Estado.
El Gobierno les acus¨® de ¡°amenaza contra la seguridad nacional¡±. Pero ya nadie se atrev¨ªa a tocarlas. Los medios nacionales e internacionales segu¨ªan al detalle su marcha y sus protestas. Al Gobierno no le qued¨® otra que sentarse y dialogar. ¡°As¨ª mandaron destruir toda la maquinar¨ªa que perforaba la regi¨®n y hacerlo de manera p¨²blica¡±. En 2015 recibi¨® el Premio Nacional como Defensora del A?o de Colombia y fue invitada a participar en el proceso de paz que se desarrollaba en La Habana.
Consiguieron plantar cara a la multinacional: documentaron que la primera presencia de la comunidad databa de 1636
A pesar de toda su trayectoria de lucha, la voz de M¨¢rquez no transmite euforia. Desde que su nombre apareciera en la firma de la denuncia contra el Gobierno en 2010, no ha dejado de recibir amenazas. ¡°Al principio, lo ignoras. Despu¨¦s, te incomodas. Hasta que un d¨ªa te avisan de que tienes que salir corriendo porque hay hombres con armas preguntando por tu casa¡±. Y as¨ª vive ahora: luchando por la defensa de un territorio al que no puede regresar.
El pasado mes de abril recibi¨® en Par¨ªs el Nobel del medioambiente, el Goldman Environmental Prize 2018. Pero conoce el desenlace de otras mujeres que recibieron el mismo premio en reconocimiento a los mismos m¨¦ritos. ¡°Berta C¨¢ceres tambi¨¦n lo recibi¨®. Ahora est¨¢ muerta. Aqu¨ª no hay premio que te ponga a salvo¡±. Durante los d¨ªas que ha visitado Bilbao ha participado en el Curso Internacional sobre Econom¨ªa Popular que imparte la ONGD Paz con Dignidad. ¡°Los privilegios de Europa se sostienen en los saqueos a otros pa¨ªses. Os pedimos que pong¨¢is vuestro desarrollo al servicio de la vida de nuestras comunidades. Nos est¨¢n matando, es un genocidio¡±, denunci¨®.
En breve saldr¨¢ hacia Barcelona y despu¨¦s continuar¨¢ de gira por Europa hasta regresar a su nueva casa donde seguir¨¢ luchando por la defensa del r¨ªo Ovejas, el mismo en el que pescaba de peque?a junto a su madre y al que nunca m¨¢s podr¨¢ regresar.
¡°NO NOS INTERESA LA COOPERACI?N QUE BUSCA LIMPIAR LA CARA A LAS EMPRESAS QUE NOS MATAN¡±
La coordinadora de ONGD de Euskadi cumple 30 a?os y el pasado 27 de septiembre, m¨¢s de 400 personas aprovecharon para celebrar su aniversario. Durante la gala, premiaron a Francia M¨¢rquez en "representaci¨®n de la lucha de los pueblos del Sur" a los que han acompa?ado durante todos estos a?os.
M¨¢rquez aprovech¨® su turno de micr¨®fono para denunciar la muerte de los defensores de derechos humanos en su pa¨ªs. ¡°No nos interesan las ONG que limpian la cara a las empresas que nos est¨¢n matando. La cooperaci¨®n no es dar limosna. Recordad que los privilegios de Europa proceden del saqueo de nuestros territorios. Seguid impulsando un desarrollo que garantice la vida y no la muerte¡±, enfatiz¨® la activista colombiana y ya de ruta por Europa.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.