M¨¢s all¨¢ de las pastillas: cuidar adem¨¢s de tratar
A pesar de que los factores socioecon¨®micos pueden influir hasta en un 40% en los resultados de la salud de la poblaci¨®n, siguen siendo los grandes olvidados de la medicina
Obesidad, diabetes, ansiedad, depresi¨®n, estr¨¦s... Son s¨®lo algunos de los males de nuestro tiempo que est¨¢n aumentando en los ¨²ltimos a?os y que se espera que sigan en alza durante las pr¨®ximas d¨¦cadas. Aunque las sociedades occidentales nos permitan vivir con esperanzas de vida nunca antes vistas en la historia de la humanidad, tambi¨¦n nos hacen enfermar. Nuestro mundo occidental es, parad¨®jicamente y al mismo tiempo, protector y hostil para distintas facetas de nuestra salud. As¨ª, mientras nuestra sociedad ha logrado reducir dr¨¢sticamente la mortalidad infantil o la mortalidad por enfermedades infecciosas o por c¨¢ncer (gracias a m¨²ltiples avances sanitarios desde diferentes frentes), tambi¨¦n se han creado una serie de circunstancias que favorecen el desarrollo de las enfermedades citadas al principio.
El acelerado ritmo de vida actual, las largas jornadas en el trabajo con escasa conciliaci¨®n familiar, la precariedad laboral y econ¨®mica, la falta de tiempo para hacer ejercicio f¨ªsico o establecer relaciones sociales estrechas con otras personas, una alimentaci¨®n rica en productos procesados y az¨²car... Son factores sociales que desempe?an un papel esencial en la aparici¨®n de diversas enfermedades. M¨¢s all¨¢ de las causas biol¨®gicas de las enfermedades, est¨¢n tambi¨¦n las causas psicol¨®gicas y sociales. Infiltradas en nuestra cultura, tradiciones y costumbres y, a menudo, ignoradas por una sociedad que busca soluciones simples y r¨¢pidas a sus problemas de salud. Como se suele decir, el c¨®digo postal es m¨¢s importante para nuestra salud que nuestro c¨®digo gen¨¦tico. Aun as¨ª, a pesar de que los factores socioecon¨®micos pueden influir hasta en?un 40 % en los resultados de la salud de la poblaci¨®n, siguen siendo los grandes olvidados de la medicina actual.
Frecuentemente,?los pacientes con ciertos problemas de salud que acuden a consulta no necesitan realmente a un m¨¦dico, sino a??un sindicato, un abogado, un confesor, un amigo... Desafortunadamente, nuestro sistema sanitario asistencial est¨¢ dise?ado principalmente para que los m¨¦dicos den soluci¨®n a las causas biol¨®gicas de las enfermedades, pero poco para las causas psicol¨®gicas y pr¨¢cticamente casi nada para las causas sociales. Cuando los m¨¦dicos de familia cuentan con apenas 5-10 minutos por paciente, de media, es muy dif¨ªcil tratar algo m¨¢s all¨¢ de las causas biol¨®gicas. As¨ª, las puntuales campa?as de salud p¨²blica y los servicios sociales juegan cierto papel para actuar all¨ª donde el m¨¦dico no puede por falta de tiempo y medios. Aun as¨ª, el alcance es limitado y no llega a todos los que lo necesitan.
A menudo, los medicamentos se convierten en parches temporales o cr¨®nicos que mantienen a raya los s¨ªntomas de las enfermedades, sin dirigirse realmente a las causas. Medicalizando problemas de salud que requieren realmente un enfoque terap¨¦utico diferente y m¨¢s complejo, directo a la ra¨ªz del problema. As¨ª, por ejemplo, cuando Manuel acude al m¨¦dico con una fractura en un hueso de la pierna, el tratamiento no?se limita a analg¨¦sicos exclusivamente para aliviar el dolor. Hay que resolver la causa, que es la fractura, mediante cirug¨ªa y otros tratamientos. No hacerlo ser¨ªa considerado una mala praxis m¨¦dica.
Sin embargo, cuando las enfermedades tienen un origen psicol¨®gico y social muy claro, rara vez el tratamiento llega hasta la causa. Imaginemos, por ejemplo, a Mar¨ªa, con un empleo precario oficial que le obliga a trabajar en negro en otro lugar para llegar a fin de mes, a costa de pasarse los d¨ªas trabajando sin respiro. Mar¨ªa tiene, adem¨¢s, la angustia constante de que el banco vaya a desahuciarla de su piso pues, a veces, debe elegir entre comer y dar a su hijo lo m¨ªnimo necesario o pagar las cuotas de la hipoteca. Como consecuencia, Mar¨ªa lleva sufriendo ansiedad cr¨®nica durante m¨¢s de un a?o y su tratamiento m¨¦dico se limita a ansiol¨ªticos (benzodiazepinas) aunque, en teor¨ªa, deber¨ªa haber parado de tomarlas hace tiempo.
La causa principal de la ansiedad de Mar¨ªa no es biol¨®gica, sino social. Aun as¨ª, el tratamiento m¨¦dico se limita a un alivio de los s¨ªntomas. Porque el acceso gratuito a psic¨®logos de la seguridad social es harto complicado y porque a Mar¨ªa no le han informado sobre los colectivos antidesahucios que podr¨ªan cuidarla y ayudarla, d¨¢ndole apoyo psicol¨®gico, moral, legal y de recursos ante su principal angustia vital. Y es una verdadera l¨¢stima, por Mar¨ªa y por todas aquellas personas para las que los cuidados ser¨ªan mucho m¨¢s curativos y costo-efectivos que los tratamientos m¨¦dicos con pastillas.
Sanitarios concienciados
A pesar de las dificultades y barreras que imponen nuestro sistema de salud, existen sanitarios muy concienciados y comprometidos con el lema "cuidar adem¨¢s de tratar". Dentro de sus posibilidades, crean iniciativas enfocadas a ir m¨¢s all¨¢ de los tratamientos m¨¦dicos convencionales, a cuidar a las poblaciones. Una campa?a ambiciosa, comprometida con esta idea, est¨¢ teniendo lugar en Asturias, gracias al Observatorio de Salud de esta comunidad aut¨®noma. Sus principales misiones son, por un lado, estudiar y dar a conocer las caracter¨ªsticas de la salud de las poblaciones en Asturias con el foco en los factores sociales en la salud. As¨ª, es posible dise?ar estrategias optimizadas para abordar las causas sociales de las enfermedades. Por otro, han puesto en marcha un mapa colaborativo en donde recogen m¨¢s de 1.000 activos de salud.
?Qu¨¦ son los activos de salud? En palabras del especialista en Salud P¨²blica, Rafael Cofi?o: Son recursos saludables que pueden mejorar la capacidad de las personas, de los grupos y de las poblaciones para mantener y sostener el bienestar y para disminuir las desigualdades. Pueden ser asociaciones de vecinos, de pensionistas y de mujeres, lugares donde se realizan talleres o actividades f¨ªsicas o solidarias, programas educativos...
As¨ª, cuando los pacientes acuden a Atenci¨®n Primaria, los m¨¦dicos disponen de esta informaci¨®n que pueden compartir y comentar con sus pacientes cuando resulte oportuno. Se trata de ampliar las opciones terap¨¦uticas, m¨¢s all¨¢ de los f¨¢rmacos, dando a los pacientes otras herramientas con las que se pueden tratar las causas sociales de las enfermedades. Las ideas tras esta iniciativa est¨¢n ganando popularidad y campa?as similares se est¨¢n llevando a cabo en otras comunidades aut¨®nomas espa?olas e incluso en otros pa¨ªses como Argentina o Brasil.
Ya va siendo hora de que al c¨¦lebre aforismo sobre las principales misiones de la medicina "curar a veces,?aliviar a menudo,?consolar siempre" a?adamos otra faceta m¨¢s: "y cuidar, ante todo". Porque, en ocasiones, el mejor ejercicio de la medicina no depende de m¨¢s recursos, avances y tecnolog¨ªa, sino de mejores estrategias.
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